Mientras voy en el coche, recapacito sobre lo que ha ocurrido. Tras seguir a la chica para ver como era su comportamiento, lo unico que veo es que el mierdas de Larson la deja hecha un trapo y yo le doy una zurra a ese Luz Blanca de poca monta. Luego la levanto y en ese proceso, algo me recorre la columna. Una sensacion... previa a todo esto. Una sensacion... muy antigua. Pero debo centrarme. Se supone que alejarse de las distracciones y emociones evita descoordinaciones y errores. Ese era el lema de Rose. Cuando llegamos a la casa, la vuelvo a levantar. Tenerla entre mis brazos, tan cerca de mi, sintiendo su pulso, ahora mas uniforme y tranquilo que antes, es tan raro. Debo de dejarlo, debo dejar de pensar en esto. He conocido a muchas chicas y no he sentido lo mismo. Supongo que Charlotte habra avisado a Lidia de que tenia que preparar la habitacion de abajo. Cuando la dejo en la cama de "su habitacion", veo que su ropa esta llena de toda clase de basura posible. Normal, era un callejon. ¿Y que se supone que debo hacer? Cambiarsela supone:
Esta limpia.
Se sentira mejor.
Me tomara por un pervertido.
Me dara un infarto al corazon.
Bueeeno, pues se la cambio y punto. Busco algo de ropa limpia y le quito la suya. ¿Aguantare en este punto o me dara algo?
Le pongo la camisa y luego los pantalones. Es ropa ligera, para que no se ahoge de calor. Salgo un momento y voy arriba.
Abro la puerta de la sala de ordenadores y le hablo al grupo.
-¿Os acordais de la chica del blog?- pregunto.
-Si, la que consiguio montar una mini revolucion en internet, verdad?- dice Max
-Si, ella. Pues esta en la casa.
Ellos empiezan ha hacer muchas preguntas. Decido por salir y dejarlos ahi, y lo hago. Me encuentro a Misty por el pasillo, y en cuanto me ve, baja la cabeza. Una punzada de culpa me recorre entero. No quiero que me tema, yo soy su hermano. Bajo deprisa las escaleras y decido entrar a la habitacion. Ella ya esta despierta y tiene unos preciosos ojos verde claro. La miro desde los pies de la cama y ella me observa con curiosidad. Tiene una piel de un tono claro, no muy palido, pero mas caro que los tonos convencionales.
-¿Donde estoy?
Empieza la diversion.
-En una habitacion- digo intentando aparentar indiferencia, y lo consigo, porque se ruboriza y baja la mirada.
-Larson, me hizo daño. Lo recuerdo con dolor. - Murmura y veo un gesto de dolor en su cara. Pobrecita.
-Ese desgraciado no se movera de su arrogante casa hasta dentro de un tiempo.- digo ardiendo solo de recordar a ese mamarracho. Me tranquilizo y le pregunto:
-¿Te sientes mejor? Si quieres, te traigo una sopa o una bolsa de hielo para esa cabeza.-
-Oh... gracias, pero un vaso de agua lo agradeceria mucho.- dice con una voz casi imperceptible.
Subo a la cocina a por el vaso de agua y bajo rapido.
-Toma- le entrego el vaso mientras que con extremo cuidado la coloco bien para que pueda beber. Muñeca de porcelana... ¿de donde ha salido eso? lo aparto de mi mente rapido.
-¿Y el instituto?, he faltado.- dice, aunque se le nota que no le importa lo mas minimo.
-Tranquila, hemos llamado diciendo que no has podido asistir por asuntos personales.- le aclaro, mientras ella disimula una sonrisa de alegria.
-Sabes, cuando Larson me estaba pegando, senti que el mundo se venia abajo, pense..... que ya jamas podria conocer a...- se detiene y se pone roja. Se le ha escapado.
-Que jamas podrias conocer a los Black Diamonds, cierto??- y añado- pues Bienvenida; cuando le dijiste aquello a Larson, te sentiste segura, te sentiste como te debias sentir. Y ahora pues ya eres uno de nosotros.- Para mi alegria, pienso.
-Creo que me puedo mover ya....- dice con ganas de moverse. ¿Que ocurre, no quiere formar parte? ¿Porque quiere moverse? La sujeto y la coloco correctamente.
-No, pequeña, estas muy debil y tienes una leve hemorragia interna. - segun dijo el medico- Ahora esta bien, pero puede volver a abrirse.-
No reponde. La veo temblar. Tiene frio. Voy a la comoda a por mas ropa de cama. Le coloco los almohadones bajo la cabeza y la cubro con el edredon.
-Que pasa con mi ropa- dice y al momento prefiere haberse callado. Reprimo una carcajada y le respondo:
-Esta lavandose, el suelo del callejon no estaba muy limpio. Descansa. - le digo y salgo de la habitacion. En cuanto salgo, el aire vuelve a mi, mi corazon se relaja y la electricidad para. ¿Que me ha ocurrido? Debo de alejarme de estos sentimientos. Pero es tan fuerte esta energia. Decido ir a leer un poco para dejar de pensar en todo esto. No puedo confiar en mis sentimientos.
