Emociones

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Me despierto desorientado, acabo de tener una pesadilla. ¿Donde estoy? Ah, claro, en la biblioteca. ¿Que hora es? Miro el gran reloj de pendulo que marca las 3:45 de la mañana. Me viene a la memoria la chica. Voy a ir a ver como esta. Me levanto y salgo de la sala. Me cruzo con Lidia.
-Hola, señorito Alexander.
-Hola Lidia.
Bajo a la planta de abajo y entro en la sala.
Y en medio de la cama, alli esta ella. Perfecta, radiante, pura. Parece una perla en medio de las sabanas negras. Mi mente toma libertad, y no decido controlarla. Esa chica provoca algo en mi, para que negarlo. Se que Rose no aprobaria estos sentimientos, pues me desconcentrarian, pero ella... ella se merece ser el centro de mis pensamientos. Tengo que decirle a Charlotte que vaya a comprar algo de ropa para ella. No pienso dejar que vuelva a su casa y se sienta tentada a quedarse alli. No me permitire perderla. No ahora.
Me siento a los pies de su cama, y me veo tentado a sentarme mas cerca. Pero me contengo.
-Hey, pequeña ¿mejor?
-Si, aun no me puedo mover, pero ya la jaqueca ha desaparecido.-
-Me alegro bastante, peque- digo mostrando una gran sonrisa. Me alegro de que se haya recuperado tan pronto.
-¿Quien eres?- me pregunta.
No puedo aplazar mas este momento, me digo a mi mismo.
-Bueno, es hora de presentarse. Mi nombre es Alexander, pero soy conocido en el club como "The black ghost".- Cuando pronuncio mi nombre, un escalofrio me recorre entero. Hacia tanto tiempo que no lo escuchaba.
-Bueno ... mi nombre es Caitleen, pero puedes decirme Cat.- me dice ella ruborizandose y bajando la mirada.
-Sinceramente, Cat, lo sabia. Pero... Te dicen Cat? - le pregunto. Claro que lo sabia. ¿Enserio iba a seguirte sin saber quien eras?
-Sinceramente, Alexander, no me dicen de ningun modo, realmente es que ni me dicen. Dudo que alguien se acuerde de mi nombre. Hasta los profesores me dicen otros nombres.-
Una brisa me acaricia el cuello. Un escalofrio me sacude. Mi nombre, pronunciado por ella como un hechizo maravilloso, me cubre. Nunca nadie lo habia pronunciado con esa elegancia y parsimonia, dignas de una princesa. Recobro la compostura y digo:
- Una pena Cat, es un nombre precioso.- afirmo. Lo cierto es que Cat es perfecto para ella.
-Mi nombre en el blog es...- Me intenta decir ella ignorando por completo mi personalidad stalker.
-Black widow, lo se. Yo mismo he publicado un insta-comunicado en tu blog, recuerdas??-
-Hablas en plural muchas veces- dice- el club sois tu ¿y quienes o cuantos mas?- pregunta
-Descansa, mañana veras resuelta tu curiosidad.- le respondo.
-Adios- me dice con esa voz que me invitan a sentarme a su lado y besarla por completo.
-Adios, pequeña- digo intentado cubrir mi frustracion.
Decido salir a correr. Me pongo una sudadera gris con capucha y unos pantalones de chandal gris oscuro. Me subo la capucha y conecto los auriculares al iPod. Me los pongo y salgo a correr. El dia esta nublado, casi describiendo mi estado animico ahora mismo. No deberia dejar que mi emociones me controlasen de este modo... no deberia.
Pero ella, Cat, me esta alterando. Nunca me habia pasado esto. Ella es diferente.
Pondria mi mano sobre la suya y le juraria que la protegeria por siempre, pero seria mentira. Ni siquiera pude proteger a Rose.
Pero, juro como que me llamo Alexander, que a ella, a esta persona que el destino ha querido poner en mi vida, la cubrire con mi propia vida si hace falta.
Mi pequeña...

Black diamonds...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora