Me despierto sobresaltada. Una pesadilla es la culpable. Miro el reloj de mi movil: 15:30
Me pongo recta sobre la silla y observo a Alexander.
Duerme tan placidamente... parece un bebe.
Se mueve un poco, mientras que habla en sueños. No entiendo lo que dice. De repente se calma y sigue durmiendo.
Salgo a fuera a por una botella de agua. Entonces, me encuentro a Max, agobiado y nervioso, dando vueltas sobre si mismo.
-Max, ¿todo bien?
-Ehh... si, solo estoy dandole vueltas a un pequeño asunto.
-Pareces nervioso.
-Lo estoy.
-Max, ¿Que ocurre?- digo aplicando el poder de conviccion aprendido por Alexander
-Bueeeno, luego no lo largues eh! Pero resulta que llevo un tiempo queriendo pedirle salir a Charlotte, pero ha tenido una ruptura amorosa recientemente y no se que hacer.
Oh, Max y Charlotte. Seria una pareja adorable, pero... es cierto lo que dice Max, ¿estara lista Charlotte?
-Bueno, Max, mi opinion es que debes ir siendo cauto, poco a poco dejarle claro que quieres afinar con ella.
-Oh, dios. Y si me rechaza, y ... y..
Le interrumpo
-No creo que eso pase. Ella sabra lo que quieres cuando tu se lo hayas dejado claro.
-Gracias, muchas gracias.
-Bueeeeno, suerte.- le digo emocionada.
Entro en la habitacion y veo a Alexander bebiendo un vaso de agua.
-Hola- le digo timidamente. Aunque ya nos conocemos bastante, aun hay algo que me hace que me sienta nerviosa cada vez que hablo con el.
-Hola peque, ¿como has descansado?
-Bien
-Pues yo tambien
-Me alegro- digo contenta y me lanzo a abrazarlo
-Hey, osito amoroso, un poquito menos fuerte. Me siguen doliendo las costillas
-Ups, lo siento. ¿Quieres algo?
-Una sopa calentita. Llevo oliendo a comida desde el comedor todo el dia.
-Marchando sopa- digo saliendo del cuarto.
-Holiii, Cat.
-Hola Charlotte.
-¿Viste a Max? Me dijo que queria hablar conmigo
Me ruborizo
-Eh, no. Me voy a por sopa. Bye.
-Oh, adios.
Salgo pitando a por la sopa. Luego, vuelvo mas despacio con el tazon de sopa en la mano.
-Hey, Cat. Necesitas ayuda con eso?- me pregunta James con cuidado de no asustarme
-Su...supongo.
Con un movimiento rapido y preciso, agarra la sopa por abajo y la aguanta sin agitarla un palmo. Con equilibrio y asombrosa rapidez, la lleva mientras charla. Yo no paro de estar pendiente de la sopa, pero el la ignora totalmente. Llegamos a la puerta y el me la devuelve perfectamente. En cuanto la cojo, tiemblo y la llevo hacia la mesa del cuarto de Alexander.
-Gracias- dice el al ver la sopa.
-James es equilibrista??- pregunto por el equilibrio que acaba de representar
-No, pero medita. Es muy reflexivo.
-Guau, es increible.
Alexander me mira con cara de " a que te refieres con increible"
-Señor celoso, con increible me refiero a lo de reflexionar, no seas tan vigilante.
-Jajaja, vaya, este sentimiento tambien es nuevo. Con usted, señorita, estoy descubriendo muchas emociones.
-Igualmente.
-Ademas, esas sensaciones son las mas especiales que he sentido jamas.
-Me alegro saberlo.- digo con una risita
-Y por que le alegra tanto?- dice el peligrosamente cerca.
-Porque asi se que nadie le ha hecho sentir lo mismo que yo nunca.
-Despues soy yo el chico celoso.
-Perdone, un vejestorio como usted no es un chico.
-Queee!!! Nooo laaa escuchoooo señoritaaaa.
-Apuntando pilas para el audifono en la lista de la compra.
-Es usted la persona con la que mas me he reido en toda mi vida.
-Puedo afirmar lo mismo, abuelo Alexander.-digo aguantando una carcajada que se escapa.
Pronto estamos los dos riendonos como locos, mientras que nos miramos. Es como si lo conociese de siempre, pero no se mucho de el. Es un desconocido muy conocido para mi.
-Piensa en algo, señorita.
-Pienso en muchas cosas.
-Buenas o malas
-Depende de lo que piense en cada momento- digo reflexiva.
-Buena puntualizacion.- me apremia el.
Me pongo colorada. No estoy acostumbrada a los halagos ni a que me miren a los ojos tan fijamente.
Sus ojos color verde oscuro, tan brillantes como siempre, tan profundos... me atraviesan. Es como si llegasen a mi solitaria alma. Mis ojos, verde claro casi azul, siempre apagados y tan grandes, lo observan con curiosidad. El es tan perfecto. Yo soy tan yo. No entramos en la vida del otro, no encajamos en el puzle opuesto, pero nos hemos encontrado como si fueramos dos almas penitentes que amenizan su peregrinacion uniendo sus corazones. Nuestras miradas se cruzan fugazmente y se declaran amor eterno. Mis manos, entrelazadas y con movimientos nerviosos, son detenidas por su mano. El silencio se hace y escuchamos el ritmico pulso de ambos corazones. Tan sincronizados. El beso se hace de rogar, pero cae. Nuestros labios se unen en una llama eterna que no los separa. El me une hacia el con sus manos, yo le abrazo con cuidado. Yo le quiero tanto, y no quiero perderle. El me ama?? El me dice que si, en su mirada se demuestra. Al separarnos, ambos estamos avergonzados. De que?? El beso fue bien. Verguenza de nuestro amor?? No. Es verguenza personal, hacia nosotros mismos.
Talvez.... mañana pueda ser un gran dia.
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El beso vuelve a mi mente mientras ando
por el parque. Mañana tengo que hablar con el. Sobre lo de Rose.