Capitulo 1

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Se supone que hoy debería ser el día más feliz de mi vida, se supone que debería estar brincando de emoción. Pero la realidad es que no es así. Hoy es el día de mi boda, me caso con el hombre del cual estoy profundamente enamorada. Me case con Eriol Oldman, el hombre más importante de la industria cinematográfica. Sin embargo, a pesar de que yo lo amo, él a mí no.

Después de efectuar la ceremonia escuche una conversación que tenía con mi padre, donde le aseguraba que nuestro matrimonio sólo duraría un año, ya que no pretendía seguir atado a mí por más tiempo. Después de este tiempo Eriol obtendría parte de las acciones de la empresa de mi padre.

Nunca imagine que mi propio padre me vendiera, pensé que Eriol me amaba pero no era así. Fui una gran estúpida al pretender que alguien como él podría fijarse en algo como yo. Pero es que Eriol era el primer chico que me trataba lindo, quien me miraba sólo a mí y que tonta fui.

Cuando aprenderé que las chicas como yo no tan bellas para la sociedad no podrían atrapar a un chico como él. Si bien me lo decía Sam, que Eriol traía algo entre manos. Ya que ella no estaba segura de que su amor era real. Pero yo siempre lo defendí, me enamore de la forma errónea del amor y tendría que pagar las consecuencias.

Sam es mi mejor amiga desde los cinco años. Su padre es accionista en la empresa del mio. Ella es un poco rebelde y siempre es fiel a lo que siente, es algo tosca al hablar ya que jamás se guarda nada, dice las cosas sin filtro. Es alta y morena con unos ojos tan azules que te hacen pensar en el mar en cuanto los ves y tiene un cuerpo de modelo, a diferencia de mí que soy chaparra y blanca con mis ojos verdes y enormes que parezco sapito. Mi cabello es negro, tan negro como la noche y estoy un poquito llenita.

Estamos bailando en la pista improvisada que coloco la organizadora de bodas Jenny, bailamos Crazy in Love de Beyonce, según nosotras, somos unas expertas en este ritmo. A pesar de lo que oí quiero disfrutar de este día que pretendía ser el más memorable de mi vida.

-Oye Amy, ¿Qué se siente estar casada con el hombre más guapo de Hollywood? –pregunto Sam mientras seguíamos bailando.

-La verdad es que no lo sé. Apenas llevo casada 5 horas y no lo he visto desde que dije acepto. –le dije, al soltar una carcajada tan fuerte que opaco la música por un momento. –Así que pregúntame cuando tenga un semana de casada, okay.

Seguimos bailando hasta que sentí como alguien colocaba sus manos en mi cintura y me hacía girar, era Eliot. Se veía tan atractivo con ese tuxido color negro hecho a la medida y su lindo moño. Tenía cara de ángel, alto, ojos verdes con manchas amarillas y una piel bronceada, dándole el toque exótico tan merecido.

-¿Te estas divirtiendo? –me pregunto. Yo solo pude asentir, ya que había perdido la capacidad de hablar. Sé que él no me ama, pero que más puedo hacer con las mariposas que revolotean cada vez que está cerca. Estoy tan enamorada que no me importa el estúpido trato que tiene con mi padre, sé que no me ama pero tengo un año completito para cambiar eso y lo voy a lograr.

-Tenemos que irnos Amy, el avión sale a las diez de la mañana y no quiero empezar la luna de miel tarde. –quise creer que lo que decía era verdad, que por un momento estaba ansioso por estar conmigo a solas y hacerme el amor, pero no podía engañarme eso nunca pasaría.

-De acuerdo, solo me despediré de mi familia, de Sam y de tus padres, y nos iremos. –Busque a todos y me despedí, prometiendo que estaría bien y que cualquier cosa llamaría. Sam me hizo prometer que llamaría en cuanto llegara a mi destino y que si necesitaba cualquier cosa la llamara y ella estaría ahí. Yo respondí que si a todo, les dije que los amaba muchísimo y que nos veríamos dentro de dos semanas ya que Eriol no podía despegarse mucho de su trabajo.

Después de despedirme de mi familia y decirles cuanto los amaba partimos al aeropuerto a tomar un vuelo privado que nos llevaría a las Islas Griegas. Navegaríamos en el Yate de Eriol durante una semana y después iríamos a España a conocer Barcelona y Madrid, ese siempre había sido mi sueño.

Mientras abordábamos Eriol tomaba mi mano con el cariño que supuestamente me tenía, pero yo sabía que era para no llamar la atención y pretender que me amaba. –Bueno pues henos aquí-, dijo Eriol con tanto pesar. –Lo sé, estoy tan emocionada de estar contigo este tiempo para conocernos mejor y llevarnos de maravilla. No sabes lo feliz que me haces. -eso le estaba diciendo, cuando vi la mirada fría en el rostro de él. Su semblante era sombrío y no emitía emoción alguna. Nunca en toda mi vida me prepararía para escuchar lo que me dijo. –Quiero que me escuches Amy y que me pongas mucha atención a lo que te voy a decir. No quiero que pienses que me case contigo porque me gustas o porque estoy enamorado de ti. Me case contigo porque para tu padre y a mí nos era un buen negocio. No te amo y nunca lo hare, ¿estamos? –yo asentí, tratando de que no se notara la decepción en mi rostro. Él ya había puesto las cartas sobre la mesa así que esperaba que por lo menos nos tratáramos bien.

Limpie una lágrima escurridiza de mi mejilla que se deslizaba mientras miraba por la ventanilla del avión. Tenía miedo de ver a Eriol y ver su mirada fría. Nunca pensé que Eriol rompería mi corazón tan pronto, pero así lo hizo. Solo espero poder soportar todo un año y no morir en el intento.

Di que me amasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora