Di que me amas

Capítulo 11

Ha pasado una semana desde que tengo una aventura con Amanda y es fantástico no recordaba lo bien que se siente estar con ella, de perderme en ella. Hoy iremos a cenar, es mi cumpleaños y pretendo disfrutarlo a lo grande.

Amanda está sentada en mis piernas besando mi cuello y acariciando mi cabello mientras le escribo a Amy que llegaré un poco tarde a casa.

AMY LLEGARE UN POCO TARDE TENGO UNA REUNION CON UNOS EJECUTIVOS. TE VEO LUEGO, UN BESO. ERIOL.

- Ya está preciosa vamos a festejar.

- De acuerdo cariño, vamos.

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Eriol acababa de enviarme un mensaje diciendo que llegaría tarde, era perfecto, así tendría tiempo de prepararlo todo. Estaba preparando una linda cena por su cumpleaños, se que había sido unos meses terribles pero quería compensarselo.

Estoy preparando un pastel de chocolate, una cena de tres entradas que consistía en unas pechugas cocidas al vapor con una rica ensalada de vegetales a la mantequilla, una crema de champiñones y espagueti blanco con tocino. Prepare la mesa con velas blancas, unos mantelitos rojos, platos de porcelana y copas, una con agua y la otra de vino tinto Rose.

Eran las nueve de la noche Eriol no tardaría en llegar así que fui a bañarme rapidito, tarde diez minutos, me coloqué unas bragas de encaje negro sin brazier, tome un vestido azul marino de encaje de espalda descubierta anudado en el cuello, la parte baja del vestido tenía un poco de vuelo como si fuera un tu tu. Me maquillaje ligeramente con rimel, delineador y un poco de pintalabios color rojo, zapatos a juego y listo.

Salí de la habitación rumbo a la cocina para poner todo en la mesa del comedor, mire el reloj y vi que eran las nueve cuarenta y cinco, debía darme prisa Eriol llegaría en cualquier momento. Ya todo estaba listo, fui a la sala y lo espere.

Vi el reloj y marcaba las diez y media, llame a su celular y me envió a buzón. Seguí esperando tal vez se retrasó en algo y no respondía por que le faltaba batería.

No se cuanto tiempo había pasado pero cuando volví a ver el reloj marcaba las once cincuenta. Suspire, me levante fui al comedor y apague las velas, ya casi estaban consumidas, las del pastel estaban ya apagadas, completamente derretirse sólo tuve que apagar los candelabros.

Mire la mesa y suspire, no quería llorar. Me sentía patética pero muy en el fondo sabía que tal vez me lo merecía.

Dejé todo como estaba ya mañana levantarla todo. Antes de retirarme volví mi vista al ascensor con la posibilidad de que él entraría y todo se arreglaría pero no fue así.

Fui a la habitación me desvesti, quite mi maquillaje y me puse mi pijama. Fui a la cama y lloré, no quería hacerlo pero lo hice, vi el reloj y era la una. Me acosté y después de unos minutos me dormí.

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Eran las tres de la mañana y había pasado el mejor cumpleaños a lado de Amanda, fuimos a cenar, caminamos un rato por la playa y después fuimos a nuestro hotel de siempre todo fue estupendo.

Llegue a casa todo estaba en silencio y oscuro, fui a la cocina y encendí la luz, tomé un vaso para servirme agua y en cuanto me gire enfoque mi vista en el comedor, algo había en el. Deje el vaso sobre la barra y camine para ver que era.

Había velas, platos, copas y comida, todo lucía deliciosos y muy elegante. Después vi el postre era un pastel de chocolate hecho a mano con tres velitas totalmente derretidas y en el se podía medio leer:

"FELIZ CUMPLEAÑOS AMOR, TÚ AMY".

Ella había preparado todo esto para mi, se había esmerado en todo, nadie me había preparado algo tan lindo. Me sentía la peor mierda del mundo. Había dejado plantada a la única chica que había planeado algo bello por mi.