No quiero salir de la habitación, no quiero salir por Madrid, al menos no sola. No quiero ir sola, pero se que Eriol no querrá ir. Pero tengo miedo, tengo miedo de encontrarme con ella y ver lo hermosa que es. Pero más que nada, no quiero levantarme por qué olfateo su aroma; se que durmió conmigo. Lo escuchó moverse, se que está listo para salir, tengo miedo de abrir mis ojos y que se de cuenta de que estoy consciente. Siento que sea cerca y acaricia mi mejilla, se siente como un sueño que tuve. Escucho que sale, tendrá prisa por encontrarse con Amanda.
Ya es medio día, Eriol aún no regresa. Debe estar en la habitación de Amanda haciendo el amor, una lágrima resbala por mi ojo. Me siento triste al imaginar que esa debería ser yo, yo debería estar entregandome por primera vez al hombre que amo pero no es así.
Sigo en la cama ya son las seis, Eriol volvió lo escuche hablando con Henry, le preguntaba por mi. Quería saber si comí y la verdad es que no. Abren la puerta de golpe, se ve furioso, creo que estoy en problemas.
- ¿Por qué no has comido nada Amy? Son las seis de la tarde. ¿Qué carajo crees que haces?
- No tengo hambre, muchas gracias por preocuparte.
- Con un carajo, vas a levantarte de esa cama e iras a comer algo. No quiero que me acusen de que no comes bien. Así que levantate ahora mismo.
- No quieto Eriol y simplemente no haré lo que dices.
Me giro en la cama para ver hacia la ventana cuando siento que me levantan como un costal de papas.
- Bajame Eriol, ¿qué carajo crees que haces? Bajame ahora mismo.
- Te dije que te levantaras y no me gusta repetir las cosas. Así sea por las buenas o por las malas te voy a llevar a la cocina y comerás. Si tengo que utilizar la fuerza lo hare, tú decides nena. ¿Por las buenas o por las malas?
Nos dirigimos a la cocina de la habitación, quien nos viera pensaría que estamos jugando por lo enamorados que estamos, pero no es así. James nos ve y sonríe, cree que somos un matrimonio feliz, si tan sólo supiera que soy un buen negocio.
Llegamos a la cocina y Eriol me sienta en la barra. Doy un brinco, está fría. Quiero bajarme pero estoy descalza; Eriol me ve con el ceño fruncido.
-¿Qué quieres comer?
-Te dije que no tenía hambre, sólo tomaré un poco de café.
- ¿Sólo eso? Vas a comer así tenga que alimentarte yo mismo.
- ¿Qué haces aquí Eriol? ¿No deberías estar con Amanda? A puesto que ella estará gustosa de que la alimenten.
Eriol coloca entre mis piernas, se ve furioso. Da un resoplido, eso me da risa. Se ve graciosa su cara, está tan cerca de mi que sólo bastaría acercarme y juntar nuestros labios, y eso es lo que planeó hacer, mi primer movimiento para conquistarlo.
Está tan cerca que no puedo mas, sus labios son tan tentadores. Así que no lo pienso más me lanzo a besarlo. Mi boca choca con la suya, se siente tan suave y húmeda. Se siente tan bien, cierro los ojos, mi corazón late tan fuerte en mi pecho. Está tan acelerado, hasta que me doy cuenta de que Eriol no responde a mi beso. Abro mis ojos y me encuentro con sus ojos, no tienen emoción alguna. Me separó lentamente de él, quitó mis brazos de su cuello lentamente. Me siento humillada, no dejó que me hable, simplemente me separó de él y bajo de la barra, salgo corriendo hacia el baño, no quiero que vea la tristeza en mi. Escucho que me llama.
- Amy espera, por favor no corras.
No lo escuche corrí al baño y cerré la puerta. No quería verlo. Eriol grita desde el otro lado.
- Amy por favor abre, tenemos que hablar. Por favor abre.
- Vete, quiero estar sola. Sólo dejame.
- Amy no quise reaccionar así, es sólo que... me tomaste por sorpresa.
- Vete, por favor Eriol, sólo vete.
- Como quieras.
Lo escuchó alejarse, se que no debí besarlo pero no pude resistirme. Malditas mariposas que revolotean en mi estomago. Trató de que mi corazón baje su ritmo, pero no logró hacerlo. Las lágrimas se escabullen de mis ojos y no quiero que lo hagan.
Después de una hora salgo del baño todo está silencioso, veo a Eriol dormido. Me acuesto a su lado tratando de no tocarlo. Me cubro con la cobija, siento un poco de frío.
Pasan unos minutos y siento como Eriol pasa su brazo por mi cintura y me jala hacia él. Quiero resistirme pero no puedo.
- Amy, siento no poder corresponderte como quisieras pero entiende lo nuestro...
Me giro para verlo a los ojos. Quiero proponerle algo.
- ¿Porqué no lo intentas Eriol? Sólo inténtalo, si después de un año no consigo que me ames me resignare y te daré el divorcio como está estipulado. Pero por favor, al menos déjame intentarlo, déjame tratar de conquistarte.
- Es que se que eso no pasará, no puedo amarte. Es una batalla perdida y no quiero que sufras por mi.
- ¿Qué no ves que ya estoy sufriendo? Estoy enamorada de ti y es horrible que tú de mi no. Sólo te pido que lo intentes y si no funciona, si no consigo que me ames me iré, te dejaré. ¿Qué dices?
Eriol me mira y me mira, no veo nada en su mirada, ni un poco de esperanza. Siento como se me detiene el corazón y dejó de respirar. Hasta que lo escucho suspirar. Toma una gran bocanada de aire.
- Está bien, lo intentaré pero si no funciona esto se acabo okay.
Siento como mi corazón late de nuevo y suelto el aire que sostenía. Me lanzo a sus brazos, por un momento él duda pero me responde.
- Gracias Eriol, te prometo que no te arrepentirás lo lograré, te conquistare.
Empiezo a llorar por la pequeña esperanza que él me a dado y después de sollozar por unos minutos me quedo dormida entre sus brazos.
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Di que me amas
RomanceQuien no sueña con casarse con el amor de su vida, formar una familia y vivir felices por siempre, bueno esa no es la historia de Amy. Después de casarse con el amor de su vida, Amy imagina que su vida sera maravillosa al lado del hombre que ama, pe...