A la mañana siguiente me desperté con una sonrisa, estaba tan contenta porque Eriol aún me tenía abrazada, le di un pequeño beso en los labios y empecé a tratar de desprenderme de él. Luego de unos minutos lo conseguí; me dirigí al baño para tomar una ducha, al salir vi que Eriol seguía dormido. Busque en el armario un vestido con la parte de arriba negra y la falda estampada de flores con un poco de vuelo, mis sandalias doradas y me seque el cabello hasta dejarlo liso ya que me llegaba hasta a cintura, resalte mis ojos con un poco de delineador y rimel. Me mire en el espejo y admire mi obra, me puse un diez, me sentía bonita y feliz.
Salí de la habitación para preparar el desayuno, quería que Eriol sintiera cuánto lo quería. Prepare pankekes, huevos con jamón, jugó y café. Lo puse todo en una charola y me dirigí a la habitación se llevaría una sorpresa. Pero lo que no contaba es que la sorpresa me la llevaría yo.
Antes de entrar escuche una conversación que Eriol tenía al teléfono, discutía con alguien creo que era ella, no estaba segura hasta que escuche su nombre.
- No puedo Amanda, hoy no. Te dije que me casé y tengo que estar con ella. Entiendelo, tal vez decida darnos una oportunidad, así que por favor. Si, también te quiero.
La charola se me cayó y todo se desparramo por el piso, no podía creer lo que escuchaba. Me agache a juntar todo y en eso la puerta se abrió, los pies de Eriol aparecieron en mi campo visual.
- ¡¡¿Qué paso?!!
- Lo siento, lo siento, lo siento. Se me cayó, lo recogere. Perdón.
Yo trataba de juntar todo lo más rápido posible no quería que se enfadada ni que se enterara de que lo había escuchado. Vi que Eriol se agachaba y tomaba mis manos.
- Amy, Amy... para, deja eso vas a cortarte un dedo. Llamaré para que lo limpien.
- Es mi culpa, lo siento. No te enfades.
- Tranquila no me enfadare, sólo dime ¿por qué traias esa charola?
- Yo... yo...
- ¡¡¿Tú qué?!!
- Yo sólo te traía el desayuno, quería hacer algo lindo por ti. Sólo que me tropecé y se cayó. Lo siento mucho.
Seguí levantando las cosas pero Eriol me lo impidió.
- Te dije que lo dejaras Amy, mirame. Fue un lindo detalle y lo agradezco mucho. Apuesto que estaba delicioso, pero ya que pasó este pequeño accidente iremos a desayunar fuera. ¿Te gustaria?
- Claro que me encantaría, eso sería fantástico y podríamos pasear por la ciudad.
- Está bien, por cierto te ves linda. Sólo deja me baño y en cinco minutos estaré listo.
Erio volvió a la habitación y yo me dirigí a la sala para llamar a recepción, para que enviarán ha alguien ha limpiar el desastre que ocasione.
Tocaron a la puerta y fui abrir, pero nunca pensé encontrarme con ella. Amanda estaba en la puerta. Ella era alta con el cabello rojizo, sus ojos color miel y una figura espectacular, tenía unas piernas kilométricas.
- ¿Puedo ayudarte?
- Sólo vine ha advertirte que Eriol es mío y tú no podrás quitarmelo. Él me ama a mi y tú nunca podrás conquistarlo, sólo mirate. ¿Por qué Eriol se conformaría con tan poca cosa cuando me tiene a mi? Nunca será tuyo, así que no pierdas tu tiempo, tú sólo eres un buen negocio.
- ¿Él... te... lo dijo?
- Claro que me lo dijo, entre él y yo no hay secretos. Después de un año volverá a mi y nos casaremos, formaremos una familia, algo que tú jamás tendrás.

ESTÁS LEYENDO
Di que me amas
RomanceQuien no sueña con casarse con el amor de su vida, formar una familia y vivir felices por siempre, bueno esa no es la historia de Amy. Después de casarse con el amor de su vida, Amy imagina que su vida sera maravillosa al lado del hombre que ama, pe...