Capítulo 6

199 11 2
                                    

Me despierto temprano son las siete de la mañana, dormí muy bien. Levantó un poco la vista y encuentro a Amy dormida sobre mi pecho, parece un ángel se ve muy hermosa. Atraego su mano hasta mis labios, depósito un beso y acarició su cabello con mi nariz para olfatearlo huele a manzanas, me encanta.

Trató de salir sin despertarla, la levantó un poco para moverla, ella se remueve un poco pero sigue dormida. Salgo de la cama y la contempló, es hermosa un ángel de cabellos negros, ojos verdes tan grandes y una piel blanca. Hermosa, no me había dado cuenta de cuán hermosa es, creo que voy a darme una oportunidad con ella y aunque no funcione habrá válido la pena. Estaba tan sumido en mis pensamientos hasta que escuche a Amy hablarme, pero seguía dormida.

- Eriol no me dejes... te amo.

Escuchar que me amaba fue un golpe fuerte, era imposible que así fuera, sólo llevábamos casados dos semanas. No podía ser verdad. Pero fue entonces que recordé que antes de casarnos tuvimos varias citas, no hubo besos ni nada, la corteje del modo antiguo. Fue hasta el día de la boda que la bese, pero fue algo sin importancia, pero ahora está chica me amaba. Era afortunado y no lo sabía.

Rodie la cama y me incline junto a ella acaricie su mejilla deposite un beso en su frente, después me levanté caminé hacia el baño, tomé una ducha fría, me vestí con un pantalón de pijama y salí de la habitación.

Camine hasta la terraza de la suit, Me recargue en la baranda y contemple Madrid. Tal vez si podía hacerlo. Tal vez si podía enamorarme de ella. Cerré los ojos y respire profundamente. Sentí que me observaban, me gire y encontré ha Amy observandome con esos ojos verdes que parecían demasiado grandes en su rostro, lucia triste y no sabía por que. Tenía el cabello húmedo acababa de bañarse, traía mi camisa puesta y nada debajo de ella.

- ¿Qué pasa Amy? ¿Te duele algo?

- No, es sólo que pensé... que me habías dejado.

- Oh no nena, sólo salí a tomar aire. Te vi muy tranquila y no quise despertarte.

- Oh, lo siento.

- No te preocupes preciosa, ven aquí.

Extendí mis abrazos y se arrojó a mi rodeando mi cintura con sus piernas. La sujete colocandola en la baranda, tomé su rostro y la bese. No sabía cuánto me agradaba besarla hasta hace veinticuatro horas. Me encantaba lo bien que nuestros labios encajaban, sentí como ella se tensaba y la tomé de los muslos, gire y camine con ella en mis brazos mientras continuaba besandola. Entre la suit y me dirigí a la sala no creía poder aguantar para estar dentro de ella. Me senté en uno de los sillones colocándola ha orcajas. Acaricie su mejilla colocando un mechón detrás de su oreja.

- Eres tan bonita, me encantan tus ojos. Pareces un ángel, mi pequeño ángel, mi pequeño pedazo de cielo y es sólo mío.

Empeze a besar su barbilla mientras que con mis manos desabrochavan la camisa. Seguí besandola por el cuello hasta colocar mi boca en medio de sus pechos. Le quite la camisa acariciando sus brazos en el proceso. Cuando estuvo completamente desnuda ante mi me tomé un minuto para contemplarla.

- ¿Qué pasa Eriol? ¿Por qué me ves asi?

- Es que eres hermosa. Quiero hacerte el amor. ¿Me dejas hacerte el amor Amy?

- Si Eriol, hazme el amor.

No lo pensé más la bese, tome con ferocidad su boca, no podía resistirme. Metí mi mano entre sus piernas para sentir lo lista que estaba para mi, estaba tan húmeda. Subí mi mano hasta mi boca y probé su sabor, era dulce. Acerque mis dedos a su boca e introduci el pulgar en ella.

- Chupa nena, saborea lo bien que sabes.

Empeze a meter y sacar el dedo, Dios me estaba excitando más a cada segundo. La tela de mis pantalones me oprimia, la levante un poco y baje mi pantalón liberando mi miembro de su prision, estaba más que listo. La deslice sobre mi introduciendome poco a poco hasta el fondo. Amy gimio fuerte, quería que me sintiera todo.

- ¡¡Dios!! Estas muy apretada nena, tranquila. Lo haremos lento si no terminaré pronto.

- Está bien, es que estas muy grande. Que sea lento.

Comenzó a moverse de arriba abajo muy despacio. La sostuve del cuello y la atraje hacía mi boca, la bese mientras ella se movía sobre mi. Me encantaba, me encantaba ser el primero que la tenía así, era mía sólo mía. Dejé de besarla, ella hizo su cabeza hacia atrás y colocó sus manos en mis rodillas mientras yo acercaba mi boca a uno de sus pezones, lo lami y succione hasta dejarlo completamente erecto. Ella subía y bajaba un poco más rápido, sus pechos bailaban al mismo son que su cuerpo. Me tenía hechizado, me levante con ella aún dentro de mi y pegue su espalda a la pared y aumente el ritmo, me volví frenético.

- Si, así Eriol no te detengas, más rápido amor.

- Te gusta rápido nena, te daré más rápido.

Acelere el ritmo haciendo que May gritara de placer. Estaba tan cerca, no creía poder aguantar mas. Uñas estocadas más y May se corrió primero, podía sentir como su vagina me succionaba y se contraía a mi alrededor hasta que termine, me vacíe en ella tan fuerte que sentí como se mezclaban nuestras esencias.

Estaba tan agitado, mi corazón latía desbocado y ella estaba igual. Junte su frente con la mía y cerré los ojos. Necesitaba bajar el ritmo, sonreí de lo bien que me sentía. Ella era perfecta.

- Gracias... eso estuvo... fantastico. Me encanta ver tu cara cuando terminas eso me prende más.

- A mi también, me encantó. Eres bueno, pero he visto mejores.

- Así pequeña pinocho, ya veremos que tan mejores has visto cuando te vuelva hacer el amor. Así que corre.

La baje, le di una nalgada y salió corriendo desnuda hacia la habitación. Sonreí al verla tan feliz.

Salí corriendo detrás de ella, la alcance en el pasillo la tomé por la cintura y la cargué como costal de papas. Le di una nalgada y la lleve a la habitación. Ella reía y era hermoso ese sonido. La arroje suavemente a la cama y me colocaba a orcajas sobre ella. Le empecé hacer cosquillas.

- Basta Eriol, por favor ya no más.

- Eso te pasa por ponerme celoso por nada, no habido nadie mejor.

- ¿Estás celoso por mi?

- Claro que si, ahora eres mía, sólo mía preciosa.

Me agache y la bese, la bese lento. Hice que se estremecíera, la abrace tan fuerte que quería que se fundiera conmigo. Separe sus piernas con mi rodilla y me introduje dentro de ella. Le hice el amor lentamente, entraba y salía de ella despacio disfrutando de cada parte.

Amy empezó a llorar creo que le hacía daño, me detuve.

- Hey, hey... shu. ¿Qué pasa? ¿Te hice daño nena?

- No, no es eso. Es que esto no parece real, siento que será un sueño y que voy a despertar en cualquier momento.

- No, no, no nena, esto es real. Estaremos bien. Todo es real.

La volví a besar, besé sus labios, sus ojos, sus mejillas, su cuello. Continúe moviendome hasta que los dos terminamos juntos. Me salí de ella y rodé a un costado, la atraje hacía mi colocando su cabeza sobre mi pecho.

- Vamos a bañarnos y salimos a comer, ¿qué dices nena? ¿Quieres salir? Nos quedan muy pocos días en Madrid y te la has pasado aquí encerrada.

- Esta bien, bañemonos y salgamos a pasear.

Me levante junto con Amy nos dirigimos al baño a tomar una ducha rápida para después salir a caminar por las calles de Madrid.

*************************************

Gracias por leerme n.n/*.

Di que me amasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora