Di que me amas

Capítulo 14

Llevaba ocho meses viviendo en Madrid, era lindo pero no era mi hogar, extrañaba tanto a Eriol. Quería tenerlo conmigo, que compartiera la experiencia de tener a nuestro bebé pero tenía que entender que eso no sucedería nunca.

Probablemente Amanda ya abría tenido a su bebé, él le estaría dando su amor y seria muy feliz.

En este tiempo que llevaba en Madrid ya tenía un trabajo y una casa, trabajaba de asistenta de una fotógrafa. Ella tomaba fotos de campañas publicitarias, me gustaba, era genial y me trataba bien. Su nombre era Melinda Martínez. Se convirtió en mi mejor amiga en la ciudad.

Le conté todo sobre mi y aceptó darme el empleo, ella dice que será como una tía para mi bebé. Me acompañaba a todas las consultas en la clínica y se puso contenta cuando supo que mi bebé sería una niña.

Ya tenía todo listo para su llegada, nacería en mayo y aún no sabía como ponerle pero tenía ideas.

Hoy tenía que acompañar a Melinda a una sesión privada para la marca Victoria Secret's. Era en una finca a las afueras de la ciudad cerca de Sevilla.

Era una finca muy hermosa tenía un prado y flores por todos lados jazmines, azucenas, margaritas y tulipanes. Era realmente hermoso.

Las modelos ya estaban ahí eran lindos y sexys. Haríamos el catálogo femenino más Hot de la historia.

Llevábamos tres horas con la sesión y empecé a sentirme algo mal.

- Si, haber chicas necesito que le rosien un poco más de agua en el cuerpo. Amy necesito que me pases una nueva batería.

- Claro Mel. Aquí tienes.

- Gracias preciosa. Oye ¿te sientes bien nena?

- La verdad es que...

- Amy ¿Qué pasa?

- Creo..., creo que... me orine.

- No Amy, no. Rompiste fuente.

- ¡¡¿QUÉ?!! No, aún no es tiempo, tiene que nacer hasta... ¡¡AAHHH!!

- Tranquila, relájate, respira. Inhala exhala. Vamos te llevaré al hospital.

Mel y los ayudantes me ayudaron a ir al auto cuando de repente empecé a desmayarme.

- Amy, Amy... tenemos que llegar al hospital, rápido.

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Siete horas más tarde tenía nació mi pequeña pesando tres kilos ochocientos gramos. Tenía en mis brazos a la pequeña Sakura, la nombre así por la flor de los duraznos, me encantaban.

Era la cosita más hermosa del universo con su carita regordeta, tenía los ojos azules, se parecía tanto él. Me puse a llorar, abrace a mi pequeña Sakura tan fuerte y seguí llorando.

- Lo siento mucho pequeña, lo siento tanto. Se que tú papi te abría amado tanto como yo a te amo a ti. Te amaré tanto, por los dos, por el resto de mi vida.

Besé su cabezita y aspire su aroma.

- Te amo, mi pequeña Sakura Graham.
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<<<Seis años después>>>

Seis, seis largos años habían pasado y no sabia nada de Amy y de mi bebé.

Después de enterarme moví cielo, mar y tierra para encontrarlos. Contrate un investigador privado pero sólo había seguido pistas falsas y su familia tampoco sabían nada. Ni siquiera con las acciones de la empresa que tenía logre encontrarla. Ella no había tocado nada de sus cuentas y había vaciado su cuenta de ahorros el día en que se fue.