La hora de morir.

Ataques

Llegue a mi casa y me sentía pésimo
Sentía que mi respirador se demoraba cada vez más segundos para poder hacerme respirar. Empeze a tambalearme, llegue a mi habitación y me tumbo en la cama. Cada vez respiró menos, intentó gritar pero cada intento es menos airé y más cerca de la muerte. Pierdo la conciencia a cada momento, intento llamar a mi madre, no puedo moverme intento levantarme pero es imposible..
Muevo la vista un poco y veo una piedra, la agarro y la tiro al espejo mi madre corre las escaleras y me pregunta:
-Estas bien, cielo estás bien!?
Me desmayo y lo último que oigo es un grito de mi madre:
- Noo Alaska, Alaska porfavor responde!

Miro hacia todos los lados, sólo veo cuadros extraños  y una televisión, mi visión se borra cada siertos segundos y luego vuelve a la normalidad.

Alguien entra por la puerta, mi visión se nubla así que no veo muy bien quien es.
Luego de unos segundos mi visión vuelve a la normalidad y me doy cuenta de que es Tate agarrandome de la mano lo más fuerte que puede.

-Tate que haces aquí? Deberías de estar en el instituto.
-El instituto no importa., tu., solo tu me importas.
-Te quiero Tate. Dije mi última palabra.
Antes de desmayarme sólo escuche la última palabra de Tate:
-Yo te quiero más Alaska.

Despierto siento como si hubiesen pasado millones de horas. Veo a unas 4 enfermeras mirandome de forma extraña, me levanté. Y entonces las enfermeras me dijeron que me llevarían a la sala 12 del hospital.

Cuando llegamos a la sala 12, vi una mesa llena de agujas. Me asusto demasiado. Pero respiro y me trago el miedo. Me inyectaron un millón de cosas. Luego me tiraron a una camilla y el dolor, era horrible.
Desearía despertarme con amnesia y olvidar todo esto.

La mañana siguiente veo a mis padres y a una enfermera. Mi madre dice:
-Cielo, te duele? Del 1 al 10 cuanto?
- 9 respondí casi tartamudeando
La enfermera agrego que mañana me darían de alta.

Llega la noche y por la ventana miro la luna y las estrellas. Derepente escucho un golpecito en mi ventana., me levanto de mi cama y veo por la ventana por todos lados, luego miro a abajo y es Tate afirmado de una cuerda
Abro la ventana y lo ayudo a subir.
Cuando entra la habitación me pregunta:
-Te encuentras mejor? Te he hechado de menos.
- Si, yo también te extrañaba Tate
Me tumbo en mi cama y Tate se sienta
en el espacio que sobra.
Empieza a tocar mi pelo y me mira fijamente, yo sólo quiero besarlo.
El pone su boca contra la mía, nos besamos.
-Te quiero Alaska.
- tu me quieres pero, Tate yo Te Amo.
-Yo también Te Amo Alaska.

Tate se quedo conmigo toda la noche
Sus brazos me quitan el frío y sus besos me quitan toda clase de dolor.
Tate no sabes cuanto te quiero.