Twins

Capítulo 10

La semana ha pasado bastante rápido, y ya estamos a viernes...VIERNES!
Durante la semana no ha pasado gran cosa, Sam lleva muy nerviosa desde el martes por la cita con Matt, yo he estado con Logan muy bien, James sigue igual de borde, y parece que Logan y él últimamente están como enfadados, pero no me han querido contar porqué.

Y hoy al ser vienes estoy en casa aburrida jugando con David a la Play Station 4, porque Sam esta con Matt en su primera cita oficial, y encima le estoy dando una paliza a David teniendo en cuenta que estoy con el móvil la mayoría del tiempo, el pobre es un manta. Me río para dentro solo de pensar lo malo que es, oh no, creo que me ha pillado riéndome de él, porque me está mirando con cara de enfadado.
- Que es tan gracioso Soph? - dice levantando una ceja solamente a modo de intriga.
- Eh... Nada... - digo mirando a otro lado para volver a reírme.

David se levanta y se acerca a mi, oh no, vine a por mi.

- Pues si no me lo dices tendré que sacártelo a cosquillas. - dice con tono perverso.
- No, no, a cosquillas no, que sabes que no puedo resistirme. - digo con miedo.
- Por eso mismo lo haré. - como odio que en nuestras familias conozcan mis debilidades en serio
- Vale vale, te diré porqué me río! Pero no me hagas cosquillas por favor!! - Le grito para que se aleje, y funciona, se aleja un poco con las manos hacia arriba a modo de defensa y me incita a que hable.
- Y bien? - dice presionándome.
- Prometes no hacerme nada malo? - digo casi arrepintiéndome antes de decírselo si quiera.
- Mmm...- se lo piensa bien. - Vaale, no te haré nada.
- Pues... La verdad es que me reía de lo malo que eres, ¡Paquete! - le grito, a lo que el responde con una falsa cara de ofensa tremenda.
- A si? He prometido no hacerte nada a ti pero en el juego virtual te voy a matar y ni te darás cuenta! - dice con cara de asesino.
- Oh, que miedito. - digo riéndome aún más de él.
- Ahora verás!

Justo cuando se va a acabar la partida, y que conste que yo voy ganando, que le tengo arrinconado, entra Sam con una enorme sonrisa en la cara y me dice que me suba con ella a la habitación, y después de resistirme mucho me levanto, y cuando estaba a mitad de la escalera grito:
- Que conste que esto no quedará así, y sobretodo, que iba ganando yo! - digo frustrada por no poder patearle el trasero de paquete a David.
- Si ya...

Ya estamos en la habitación de Sam, yo estoy sentada en su cama botando mientras ella está moviendose de un lado a otro rápidamente, chillando y saltando de alegría.

- Sam! - la grito. - para de moverte tanto, que me vas a acabar mareando, y cuentame cada detalle de lo que ha pasado. - la exijo.

- Pues verás, ha sido perfecto, súper romántico, se que llevo un par de semanas con él y que lo conozco bien, pero no me esperaba para nada que Matt fuera romántico. - dice súper alegre, de las dos ella siempre ha sido la mas romántica, aún que la rompieran el corazón.
- Deja de dar tanto rodeo y cuentalo ya. - digo ansiosa de saber como fue todo.
- Vale borde!
- Ais perdón, tu sigue. - nos reímos las dos, que bobas somos.
- Pues a mi me dijo que iríamos a un museo, te acuerdas que te lo dije? - me pregunta.
- Si claro, y que a ti no te disgustan los museos pero que para una cita lo veías horrible.
- Exacto, pues todo fue una mentira para llevarme a un restaurante francés que justo estaba al lado del museo. - dice súper feliz. - pero eso no fue lo mejor, es que encima alquiló una limusina para llevarnos allí, era blanca y dentro había de todo de lo que te puedas imaginar, tanto que tenía hasta tele!
- ¿Enserio? ¿Te llevó en limusina? - pregunto con la boca abierta de lo asombrada que estoy.
- ¡Sii! - chilló. - y fue súper caballero, me abrió la puerta de la limusina al entrar y al salir, siempre, me abrió la puerta del restaurante, e incluso me ofrec-...- Para de hablar cuando mi padre, entra en la habitación.
- Chicas, pasa algo? He oído un grito y he subido a mirar si pasaba algo. - Pregunta preocupado.
- Si tranquilo papi, era Sam que es tonta y se pone a chillar de repente. - digo riéndome de ella.
- Oye! - dice con cara de enfadada y me lanza una almohada.
Nos empezamos a reír tanto que ambas caemos al suelo y lloramos de la risa, sabemos que es una tontería, pero somos así.
Antes de irse mi padre nos mira negando con la cabeza y diciendo "Madre mía, vaya dos".

Sam y yo seguimos así toda la noche, ella contándome lo perfecta que fue su primera cita con Matt, yo soltando idioteces para molestarla y riéndonos sin parar hasta que nos doliera la tripa.
Cuando ya terminó de contarme como fue todo, con demasiado detalles por cierto, nos fuimos a dormir.