Capítulo 14

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Ninguno de los dos se da cuenta de que estoy ahí y lo he visto todo, hasta que no puedo evitarlo más y un grito ahogado sale por mi boca.
Los dos se giran y me miran sorprendidos y preocupados. Pero antes de que puedan decirme algo, salgo corriendo sin saber a dónde voy.
Estoy en medio del bosque, estoy asustada, pero no puedo parar de correr.
Me duelen las piernas, me tropiezo y caigo al lado de una gran roca. Y decido esconderme aquí.
Las lágrimas caen por mi cara. Escucho unos pasos, cierro los ojos y me tapó la boca para no gritar.
Los pasos se detienen, abro los ojos y veo como Logan se está agachando para acercarse a mi.
-¡No te acerques a mí!-le grito y retrocedo. Él asiente, nunca le había visto tan triste.-¿Co-como me habéis, eh, encontrado?-digo abranzandome a mis rodillas.
-¿Acabas de ver lo que somos y de verdad, te preguntas como te hemos encontrado?- dice James sarcásticamente, le echó una mirada asesina y el encoge los hombros arrepentido.
-Me vais a explicar absolutamente todo si no queréis que llame a la policía.-digo mientras me levantó, intentando parecer imponente.
- De acuerdo, pero mejor vamos dentro. - dice James con media sonrisa, ¿y este por qué sonríe ahora?
- No, no pienso moverme de aquí y menos a vuestra casa. - Digo rotunda.
- Por favor Soph. - dice apenado Logan.
- No me llames así, no tienes derecho a llamarme así.
- Vale vale. - dice Logan levantando las manos a modo de disculpa. - pero al menos vamos a algún otro sitio mas seguro, y donde nadie nos escuche. - dice mirando en todas las direcciones.
- Vale, pero no os acerquéis a mi. - Digo con miedo.
- Está bien, ¿podemos entrar en nuestra casa por favor?
- Vale. - suspiro al fin, no sabía que estuviera guardando la respiración, pero supongo que todo esto me ha dejado bastante en shock.

Una vez dentro empiezan a explicármelo todo.

- Lo primero que tienes que saber es que James es vampiro y yo soy hombre lobo. - Me explica lentamente Logan para que lo entienda todo y no me asuste, aún que para eso ya es tarde. - Yo... Lo de ser... Hombre lobo... Es bastante difícil, de ser y de explicar.
- Anda dejame explicárselo a mi, que como lo cuentes tu seguro que seguimos aquí hasta mañana. - Le corta James
- Ehh. - se queja Logan. - bueno, en realidad tienes razón, continua.
- Bueno, por donde iba... Ah si! Logan es un hombre lobo, pero de los buenos e inofensivos, salvo en luna llena claro, cuando es luna llena se convierte en el lobo rabioso y feroz que has visto hoy, pero, normalmente lo retenemos en esa sala metálica. Nunca se había escapado, pero hoy no se como ni porqué lo ha conseguido.
- En eso tiene razón. - Añade Logan apoyando lo que acaba de decir James.
- Si, y en luna llena no tiene control alguno, pero el resto de los días sí lo tiene, así que si se convierte es porque él quiere, tiene todo el control, y también tengo que decir que cuando de transforma el resto de los días no se convierte en un lobo total como hoy, si no en un hombre lobo como tal, que anda a dos patas, le sale más bello facial de lo normal, se le ponen los ojos rojos, y, le salen garras y colmillos.
- James, creo que lo estas empeorando, se está asustando. - dice Logan. El que por cierto tiene razón parece algo terrorífico.
- Vale, perdón, en realidad no da tanto miedo como parece, simplemente cambia un poquito su aspecto y ya esta.-dice James muy tranquilo, como si no me estuvieran diciendo que mi novio es un hombre lobo.
-¿Y tú, James?-digo, bajando mi mirada a mis manos mientras juego con mis dedos.
-Él es un vampiro.-salta Logan.- El tiene la parte fácil, su aspecto no cambia pero aún así tiene habilidades especiales. El problema es que si sufre mucha ira su humanidad se puede desconectar provocando que no tenga el control sobre sí mismo.
Les miro aterrorizada, ¿en que lío me he metido?
-No tengas miedo, nosotros nos controlamos y yo sólo bebo sangre animal.-dice James intentado tranquilizarme, como si fuera a ser posible.
Y sin pensarlo, salgo corriendo hacia la puerta y me meto en el coche.
Logan va detrás de mí y escuchó que grita mi nombre varias veces.
Pero, no me giro, ya he tenido suficiente de los Smith por una noche.

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