Se me ha ido la tarde entre las silenciosas y reconfortantes estanterías de la biblioteca, he perdido la noción del tiempo leyendo una y otra vez la obra de Benedetti, buzón de tiempo.. expresa una empatía con los momentos compartidos, un punto de vista que todos vemos pero solo él fue capaz de plasmar en palabras, me encanta la perspectiva que tiene de la vida y como lo expresa a papel. Coloco el libro donde corresponde y salgo de la biblioteca, alcanzo a coger mi móvil para ver si tengo llamadas perdidas o mensajes, y en efecto,tengo cuatro llamadas perdidas, tres de Nat y una de mama, ignoro la de mama y marco el número de Nat que al tercer tono contesta.-¿Donde mierda te metes nena?-Suelto una carcajada al escuchar su voz sofocada e irritada-¡te he llamado como unas mil veces!.
-Estaba en la biblioteca del instituto, ya sabes..-respondo en un suspiro pesado-¿te ha pasado algo?.
-Claro que me ha pasado algo, Nick viene a buscarme dentro de dos horas y no se que mierda ponerme, mueve tu lindo trasero para mi casa que te necesito-suelto otra carcajada aun más fuerte.
-Estas loca-ríe por la línea-ve en pijama y ya esta, total terminareis sin ropa.
Reímos, esta son las conversaciones que siempre suelo tener con ella, es como la hermana que olvidaron darme,mi alma gemela, siempre a estado conmigo, soportándome y sacando mis mejores sonrisas cuando mis sollozos parecían eternos.
-Deja de decir cosas que ya se y ven ¡ya!. Te espero. No tardes. ¡te quiero!.
No me da tiempo a decir una excusa cuando cuelga y me veo obligada a caminar hacia su casa, vive cerca del instituto así que no me lleva mucho llegar hasta allí.
Camino por las calles del barrio y veo como la noche comienza a caer por detrás de las pequeñas y humildes casas, mi corazón se acelera y mi subconsciente me repite una y otra vez la misma frase ,no tengas miedo, ¿pero a quién pretendo engañar? Estoy muerta de miedo, no me gusta quedarme hasta tarde en la calle y menos por el barrio. A los pocos minutos de caminar veo la casa de Nat y me aproximo a su puerta para tocar, Natalie abre al segundo toque.-Al fin llegas. Estoy histérica.
Camina hacia las escaleras para subir al piso de arriba, me encanta la casa de mi amiga es tan pequeña y acogedora, con las paredes del pasillo y el salón pintadas de un verde pistacho precioso a juego con los muebles de un color blanco roto que decoran el salón, y el inmenso televisor de once pulgadas colgado en la pared encima de la chimenea, subo para arriba por las escaleras de mármol hasta entrar en su habitación.
-¿Que a pasado aquí?.
Abro los ojos al contemplar el desastre que hay ante mí, Natalie a sacado toda su ropa del armario y la tiene esparcida por toda la habitación.
-Menos cháchara y más buscar algo que ponerme. ¡vamos!-me empuja hacia adentro provocando que tropiece con una pila de zapatos amontonados-¿qué te parece este?-coge una falda lisa negra y un chaleco de flores.
-Muy..cómodo. Fácil de quitar-muevo las cejas con insinuación y río-es broma, me encanta, lo vas a dejar sin palabras.
Se dispone a vestirse mientras ríe-¿y las medias?-grita histérica-¡me va a dar algo y Nick está a punto de venir!.
-¿Quieres mirar bien?. Queda una hora y media todavía.
Frunce el ceño y se acerca a mí señalándome con el dedo índice-¿acaso no me ves?-señala su rostro-necesito maquillaje y unas medias. Es nuestro aniversario, tengo que estar perfecta.
Sigue buscando por los cajones y por todos los rincones de la habitación hasta que baila de alegría al encontrar un par.
-¡Las encontré!.