La oscura noche nos envuelve durante el trayecto. El cielo está despejado y las estrellas centellean más de lo habitual, la media luna sonríe y yo con ella por poder contemplar tal hermoso paisaje. Los arboles están calmados y se respira aire puro, no puedo ver bien pero me imagino el verde intenso de la hierva resplandecer y las flores nacer. Ya es casi época primaveral así que más de una flor ya estará por relucir.El camino se me hace ameno. El trayecto a transcurrido en silencio, al principio un poco incómodo, pero a medida que íbamos avanzando por semejante sendero con la brisa golpeando nuestros rostros, el cantar de los grillos.. el ambiente se a relajado. A lo lejos la oscuridad va menguando por unos farolillos colgados en los árboles. Nick aparca al lado de dos coches. Al bajar los farolillos de papel se hacen más visibles desde aquí. Están enredados en las ramas a medida que vas caminando por las tablas de madera,. Huele a fogata y al alzar la vista al frente se puede ver la gran hoguera que hay montada con troncos a su alrededor. Todos bajan del coche menos yo, estoy tan ensimismada contemplando este lugar que no me e dado cuenta de que me e quedado sola por detrás. Me bajo deprisa y solo veo a Erik. Nick y Nat me han dejado sola con él. Como no.
El frío de la noche golpea mi rostro y me hace estremecer. Esta ropa no ayuda mucho a amortiguar el frío. Suspiro y froto mis manos por mis brazos e intento entrar en calor. Erik ve la escena con diversión y se acerca a mi quitándose la chupa de cuero y tendiendomela.
-No gracias-mis dientes castañean-estoy bien.
Comienzo a caminar por el camino de madera y Erik me sigue.
-¿Quieres dejar de ser tan tu por un momento y aceptar mi ayuda?-Suelta.
Me giro hacia él y cojo su chaqueta.
-No necesito tu estúpida ayuda así que dejame en paz. ¿Quieres?.
Tiro la chaqueta al suelo y sigo caminando hacia delante. No doy ni tres pasos cuando noto como mis pies se elevan del suelo y de un momento a otro solo veo una espalda ancha en mi campo de visión. Comienzo a patalear y a gritar pero Erik no me suelta.
-¡Sueltame imbecil!-grito.
Palmea mi trasero y camina hacia dios sabe donde.
-No.
-¿Pero que problema tienes conmigo?. ¿Que te e hecho?.
Llegamos a los aparcamientos y me suelta en el suelo, una vez que mis pies sienten el duro alzén comienzo a correr hacia la fogata, pero sus fuertes brazos me agarran con fuerza de la cintura y me lleva de nuevo a los aparcamientos.
-¿Quieres dejar de hacer eso?-Erik nos lleva dentro del coche. Fecha por dentro y me sujeta las manos para que deje de dar golpes en los vidrios-¡No me toques!.
Frunce el ceño y me mira confuso.
-No voy a hacerte daño.
Suelto mis manos de su agarre. Llevo mis rodillas a mi pecho y las abrazo.
-¿Tanto te cuesta aceptar que no voy a hacerte daño?-espeta-Katie mirame.
-No quiero mirarte.
Ríe y yo frunzo el ceño.
-¿Que te hace tanta gracia?.
-Primero me dices que me aleje, luego me abrazas, vuelves a alejarte, me besas y vuelves a alejarte-Ríe más fuerte-No te entiendo.
-No tienes que entenderme. No soy nada tuyo.
-Lo se.
-¿Entonces que es lo que quieres Erik?.-levanto la vista hacia él.