Capítulo 4:Me siento cansada, siento como mis párpados me pesan y me cuesta abrirlos, lo intento una vez más y veo una irritante luz , me cuesta acostumbrarme a esta y reconocer que no estoy en el instituto, abro los ojos y me incorporo de golpe llevándome las manos a la cabeza por el inmenso dolor que me entra, alzo la vista al frente y me encuentro con las figuras de mis padre y mis psicólogos.
-¿Dónde estoy?. ¿Qué me a pasado?-mi voz suena ronca por mi garganta seca.
-Será mejor que descanses cariño-dice mi padre mientras me acaricia la espalda.
No entiendo nada, lo único que recuerdo es la discusión que tuve con Mikel en mi taquilla donde.. oh no, no me he podido desmayar..
-¿Me he desmayado verdad?-susurro mientras cierro mis ojos con fuerza.
Un incómodo silencio se hace presente en esta clase de sala o consulta en la que estoy metida.
-¿Cómo os habéis enterado?-prosigo a preguntar ya que ninguno de ellos me contesta.
-Katie.. cielo sera mejor.. que hablemos más..-interrumpo a mi madre.
-Estoy bien ¿vale?, solo quiero regresar al instituto..-me tumbo en la camilla y cubro mi rostro con mi antebrazo-habrá sido una bajada de azúcar..no os preocupéis-susurro y miro hacia mis padres.
Puedo ver la preocupación asomarse en sus ojos, pero no puedo decirles el verdadero motivo de mi desmayo, seria demasiado para ellos, no quiero preocuparlos más y que quieran contratar a otro psicólogo más para que miren el por qué ahora a estas alturas me desmayo ante la cercanía de un chico, la cuestión es que no sabrían que ese chico es Mikel, un chico que apostó con sus amigos que se acostaría conmigo por ser la más "inocente" de la clase, por eso me acosa y siempre intenta propasarse conmigo, esta vez me arme de valor y le enfrente cara, aunque este pequeño impulso saliera mal parado por mi parte, lo he intentado, y eso solo puedo significar una cosa, puedo superar esto.
-Katie tenemos que hablar-rompe el silencio Rafa, mientras se sienta en la camilla donde estoy tumbada, aparto mi antebrazo de mi rostro y alzo la vista para mirarle.
-¿De qué?-junto mi entrecejo.
Se levanta y camina hacia el lado de Jaime y Chad.
-Ahora no es el momento, necesitas descansar-se aclara la garganta-esta tarde te espero para la terapia, allí hablaremos ¿de acuerdo?.
Asiento y me incorporo en mi lugar, llevándome de nuevo las manos a la cabeza, no puedo evitar poner una mueca de dolor. Me intento poner en pie para salir de allí pero mi padre me lo impide.
-¿A donde vas?-pregunta exaltado.
-Quiero una coca-cola-respondo.
Me suelta y lleva sus manos al bolsillo trasero de su vaquero, saca la cartera y me extiende un billete.
-No-niego y señalo a mis tres queridos psicólogos-pagan ellos.
Sonrío y salgo de la consulta, dirigiéndome hacia la cafetería.
Bajo las escaleras y paso por recepción hasta entrar por las puertas de la cafetería, saludo a Helen que está limpiando las mesas y ordenando las sillas.
-Hola-le sonrío.
-Katie, cariño-me abraza-¿que haces por aquí a estas horas?.
-Me desmaye-me sonrojo.
Me mira preocupada.
-Oh y ¿estas bien?, quieres una silla.. un..
-Tranquila Helen estoy bien-le interrumpo.