Capítulo 24: ¡No lastimen a Peeta!

2.2K 150 16
                                    

KATNISS POV

Peeta no vino a buscarme y claramente me evitaba. ¿Cómo podía ponerse de parte de Clove? Me daba tanta rabia, obviamente no iba a correr tras él. Si alguien debía dar el primer paso era Peeta.

Pero era lógico, ahora que sabía que lo amaba se aprovechaba de la situación. ¡Convenido!

Traté de no pensar en ese problema y empecé a salir con Johanna. Mi recuperada amiga y yo teníamos una especie de tregua silenciosa, ella no preguntaba por Peeta y yo no le daba detalles de mi vida personal aunque me moría por hacerlo, no quería perderla.

Quedamos en salir una tarde, hacía tiempo que no íbamos de compras.

— ¿Es cierto que aceptaste ser novia de Gloss Crane?— me preguntó directamente apenas nos encontramos.

—Sí, pero no por mucho tiempo— sonreí.

—"Te acepto Gloss pero solo por unas semanitas"— dijo burlándose de mí. — ¡Explícame eso de no por mucho tiempo!— exigió.

—Quiero terminar con él. ¡No lo aguanto!— grité.

— ¿Muy inteligente para ti descerebrada? Ah es broma Kat, a mí me parece un tipo creído. Lo he tratado la semana pasada. Qué se habrá creído el muy estúpido, me preguntó ¿Mason de las gasolineras?

— ¿Qué te molesta?— pregunté porque no le veía nada malo.

— ¿No te das cuenta?— gritó. –Te mira, te pregunta tu apellido y te clasifica por el dinero de tu familia. Tu que vas a saber que de eso, siempre fuiste rica.

— ¿Eso que tiene que ver? Es lógico que quiera saber de dónde vienes.

—Pero el dinero de tus padres no te hace mejor persona. Gloss se niega a conocer a los que menos tienen o a los nuevos ricos como yo.

—Visto así suena bastante feo ¿No?— pregunté.

— ¿Y por qué crees que te escogió a ti?— me preguntó.

—Dijo que estaba enamorado...

—No inventes descerebrada, en serio a veces creo que te caíste de cabeza al nacer. Si no tuvieras dinero ni te hubiera mirado. Pero eres la hija del empresario más rico de la ciudad. Buen apellido, la edad perfecta y además estás guapa.

No pude contestarle, era la primera vez que me planteaba la idea de que a Gloss sólo le importaba el dinero de mi padre. Pensaba que el señor Crane tenía tanto o más que Frank pero eso no podría asegurarlo. Apenas lo conocíamos. En mis 19 años siempre he pensado que atraía a los chicos porque soy guapa, tengo un cuerpo bastante exuberante. Cualquier hombre sin distinción económica o de edad voltea al verme pasar. Pensar que me quieren por mi dinero se siente bastante deprimente.

Bueno de todas formas iba a dejar a Gloss, así que quizás nunca lo sepa.

Mi amiga, intuyendo mi estado de ánimos me sugirió entrar a hacernos la uñas. Encontramos un spa nuevo, no cómo los que acostumbramos visitar pero estaba tan bien decorado que decidimos entrar.

— ¿Cuándo vas a cortar con Gloss?— pregunto Johanna.

—Apenas lo vea. No tiene caso andar con alguien que no quiero. Además Finnick me hizo reflexionar. Aunque lo odié al principio.

— ¿Finnick dándote consejos del corazón? Por dios es como si tu dieras cátedra de ingeniería nuclear— soltó una carcajada. Le hice una mueca para que se callara pero al parecer su chiste incluso hizo sonreír a la manicurista.

— ¿Cuál de los diseño escoge?— la pelirroja que me iba a atender me ofreció un catálogo. Me miraba raro.

— ¿Te imaginas a Finnick como el doctor corazón?— le pregunté a Johana sonriendo. —Bueno él ya se había autoproclamado Dios del sexo pero no me imagino... ¡auch!— grité. La chica esa me había hundido uno de esos palitos con los que se limpia la cutícula.

Historia de un Jardinero - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora