Capítulo 41: ¿Aún hay esperanza?

1.6K 130 62
                                    

KATNISS POV

Como cada noche salgo a caminar en nuestro enorme jardín, donde tiempo atrás mandé a quitar el césped, las flores y lo adapté para usarla como una parcela de cultivo. En el campo, en las afueras de la ciudad, tenemos otras mucho más grandes pero ésta, donde empecé a plantar los arbustos con mis propias manos, es muy especial.

Aquí he visto crecer mi trabajo y he depositado mis nuevos sueños.

Cuando volví, luego de aquella alocada aventura que tuve con el jardinero, estaba vacía. Tan rota que solo el trabajo arduo pudo mantenerme lo suficientemente ocupada para no venirme abajo.

Es duro volver a empezar sobre todo cuando has depositado todas tus esperanzas en alguien que te ha fallado. Y a quien amé con todo mí ser.

Amé, sí. Porque eso pertenece al pasado, a un tiempo que ya pasó. No me gusta vivir recordando, es patético y lo guardo para las madrugadas como esta, cuando estoy sola y todos en casa duermen.

El brillo de la luna sobre las bayas es hermoso, me recuerda tanto los días de cosecha en Louisville, los campos de la señora Egeria. Me parece que ha pasado una eternidad de eso. ¿Quién diría que lo que aprendí cuando me fui de casa nos sacaría de la bancarrota?

Han pasado tantas cosas en estos años, tantos problemas, tantas decisiones difíciles.

Esta Katniss que volvió no es la misma que se fue, ahora soy una persona distinta.

He tenido que verme destruida, con mi interior hecho pedazos para reunir el valor necesario de levantarme y seguir caminando.

En ese entonces sentía el ardor de la vida en mis venas, mi pecho estaba colmado de una fuerza que me calentaba el alma, me arrastraba... y yo me dejé llevar.

Caminar sola ha sido diferente, me he movido por necesidad, porque soy obstinada y también porque quería demostrarle a papá que había crecido. Luego tuve que seguir sacando fuerzas, no me explico de dónde, para salvarlos a ellos... a papá que quedó en esa silla de ruedas y a Finnick, cuyos padres y su pareja fallecieron.

En noches como ésta me siento muy cansada, físicamente estoy bien, tengo mi enfermedad bajo control pero por dentro siento que he vivido una vida larga, como si mis esperanzas hubiesen muerto o están agonizando en alguna parte.

Hay que seguir adelante, levantarse cada día y avanzar porque el tiempo se va de nuestras manos, huye de nosotros.


—¿A esto le llaman una buena cosecha? ¿Con qué cortan los arándanos? ¿Con los pies?— grito enojada. Delante de mí hay varias canastas con producto recién cosechado, algunos están aplastados y otros tienen el pedículo demasiado grande, como si hubieran sido arrancadas de los arbustos.

No debí dejar a Frank seleccionar al nuevo personal. Soy muy selectiva, sólo tomo por temporadas a señoras y jóvenes que hayan vivido en el campo y sepan cómo cosechar. No importa el grado de estudios pero papá ha pedido que presenten su hoja de vida y sólo ha aceptado estudiantes universitarios.

— ¿Qué sabes sobre de cosechar arándanos, hija?— me pregunta restándole importancia a mi observación. No estoy conforme con su ayuda, él tiene un modo de hacer las cosas y yo otro sin embargo por ahora todo está a mi cargo, Frank ha pasado mucho tiempo lejos de los negocios pero nuevamente se ha repuesto y necesita sentirse útil.

—Yo sé— digo secamente. –Sé cómo y en qué día hay que cosecharlos. La manera de cortarlos y acomodarlos en las canastas. ¡He cosechado docenas de kilos! Pero lo que no sé, es cómo explicarles a esta gente que contrataste cómo se debe hacerlo—respondo.

Historia de un Jardinero - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora