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𓍊𓋼𓍊
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⋆ George ⋆
No sabía que tanto de alcohol ya había tomado, pero lo que si sabía era que apenas y podía mantener el equilibrio de mi cuerpo sobre mis pies.
Y me sentía como una mierda.
Cómo una maldita mierda.
Ver a Lía platicando con mi mamá y mi hermana la semana pasada me había jodido demasiado. Demasiado. Estaba usando un pantalon de pinzas holgado y uno de sus crop tops de manga larga azules, y cuando nuestras miradas se encontraron, en la suya pude leer mil emociones y ninguna a la vez. Ella obviamente esquivó la mía, y en cuanto se giro, pude ver cómo su pequeño vientre estaba creciendo.
Cerré los ojos con impotencia al verla huir literalmente del comedor con Jack apenas siguiéndole el paso. Estuve a punto de ir tras ella de no ser porque mi madre me dedico una mirada de esas que te dedican cuando haces algo malo y literalmente te dice "en la casa hablamos", y mi hermana rápidamente llegó hacia mi para ayudarme a sentar, ahí caí en cuenta de la razón por la que habíamos ido al comedor era porque moría de ganas de comer una gran cantidad de frutos rojos con crema y nueces.
A mi Eli le encantan los frutos rojos, sobre todo las frambuesas.
- Creo que ya tomaste mucho hermano - dijo Alex a mi lado, que era el único que me había dirigido la palabra desde mi divorcio con Lía y quitándome la copa de coñac que tenía en manos.
Elianne amaba el sabor a coñac en mis labios cuando la besaba.
- Ja! - fue lo único que le respondi, dándome la vuelta para perderme entre la multitud nuevamente.
Quise salir del lugar, o al menos ubicar donde estaba el resto de la parrilla. Se suponía que habíamos salido de fiesta para celebrar la victoria de Carlos aquí en Singapur, pero tenía más de una hora que no veía a ninguno de los chicos, exceptuando a Alex, claro, aunque todo el rato en que estuve con ellos, solo se pasaron hablando del embarazo de Lia, y de como se emocionaban cada dia, aunque les preocupaba el hecho de que a Eli no tenía muchos antojos.
Me sentía fuera de lugar y ninguno de ellos se interesaba en incluirme, sobre todo cuando Max y Charles empezaron a pelear por quién sería el padrino del bebe.
