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~ Elianne ~
Las actividades en el Paddock y garages del Premio de Miami habían terminado, o al menos por el día de hoy, habían sido dos semanas de mucho trabajo desde el Gran Premio de Azerbaiyan, donde salió victorioso Checo por segunda vez en el año.
Realmente estaba feliz por el tapatío, desde que me ofreció quedarme en su casa en 2017 cuando no sabía que hacer después del accidente, me había adoptado como parte de su familia, y regresarle los favores trabajando con él en una de las escuderías a las que de pequeño añoraba llegar, era alucinante.
Aunque en varias ocasiones durante algunas reuniones donde me sentía fuera de lugar.
- ¿Nos vamos? - pregunto Charles, afuera del garage de Checo, apartando la vista de su teléfono cuando salí.
- Lía, Carlos me amenazó con chocarme mañana en la carrera si no le doy de mi helado - dijo Lando llegando junto a Charles.
- Lando! tienes un bote completo, comparte - le respondió Carlos intentando quitarle el bote de helado que tenía Lando en las manos.
- Lía me compro a mi en la mañana, búscate tu propio bote - debatió Lando escondiéndose detrás de mi y señalando a Carlos acusatoriamemte con la mano donde tenía la cuchara con helado.
- ¿Lía me compras un bote de helado a mi también? - pregunto Oscar, y no sabía ni a quien hacerle caso. - además yo soy tu hijo.
- Lía, no quieres ir a comer hamburguesas ¿mejor? - y si, ese era Max saliendo de su garage.
- No, yo quiero tacos - interrumpió Checo atrás de él.
- Y si vamos por sushi? - pregunto Alex, llegando junto a Yuki.
- Iugh!! - se quejo Landó haciendo una mueca.
- Lando, solo es sushi - le dijo Carlos.
- A donde se que vayamos pero manejaré yo - dijo Yuki - no vaya a ser que me vuelvan a abandonar.
- Solo fue una vez, no es para tanto - le dijo Max rondando los ojos.
- Pero fue en las Vegas, y todavía atado - se defendió Yuki.