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𓍊𓋼𓍊
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⋆Elianne⋆
- ¿Entonces del baby shower ya ni hablamos verdad?
Fulmine con la mirada a Alex a traves de la cámara de la laptop, mientras el seguía con sus reclamos.
- Alex - intente decirle, pero el me interrumpio.
- Es que ya tenía hasta los bocadillos personalizados - se lamento, haciendo lloriqueos para nada civilizados.
- Alex...
- ¿Es que tú no me quieres o queeee? Y yo que lo estaba organizando con tanto amor - volvió a lloriquear, sin si quiera escucharme.
- Alex, solo te he dicho que no quise saber el sexo del bebé, y quiero que sea sorpresa.
- Es casi lo mismo, es como si me dijeras "Alex, no quiero un Baby Shower" - volvió a reclamarme, y rodé los ojos.
Tenía como una hora que George me había dejado en mi departamento, y hacia menos de 20 minutos que llevaba en videollamada con Alex.
- Alex, nunca te dije que no quería un baby shower, solamente que quería que fuera sorpresa el sexo del bebé.
- Elianne, la belleza del baby shower es saber de que sexo será el bebé.
- ¿Que no esa es una fiesta aparte? - lo contradije.
- Aparte, juntos, como sea, yo quería hacer así una fiesta super bonita y eso.
- Es que no es justo.
- No es justo para mí - volvió a lamentarse, justo cuando atrás de su sillón donde el estaba pasaba Muni y le daba un sape en la cabeza.
- Yo le dije que debía consultarte primero - opino ella.
- Es que realmente quiero saber que es, si niño o niña...
- Entonces para que esperar a que nazca el bebé? - reclamó nuevamente Alex.
- Porque no es justo que George nos haya alejado y negado, sufrí demasiado y justamente el día que él decide acompañarme al chequeo, el bebé decide que era buen momento para dejarse ver.
La verdad si me había partido el corazón ver su mirada de desilusión cuando la doctora nos preguntó que por fin el bebé se había dejado ver y había respondido que quería que fuera sorpresa. Sus ojitos habían parecido adquirir un brillo especial, sobre todo cuando escuchó latir el pequeño corazoncito de nuestro hijo. Y estuve a punto de decir que si, pero yo siempre llegaba a mis chequeos con tanta ilusión por saber que sería, e irme decepcionada siempre porque el bebé siempre se escondía.
