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⋆ George⋆
Creo que estaba a punto de entrar en una crisis.
Habia pasado exactamente un mes desde lo ocurrido en Mexico con Lia. Y a pesar de que ni si quiera habiamos regresado y aun no me perdonaba completamente, estaba feliz de compartir pequeños momentos con ella. Como la primera vez que lo senti moverse, o incluso, escuchar el latir de su corazon en cada una de las visitas al medico. Incluso, llore en el coche por al menos una hora, tanto que Lia tubo que consolarme desde el asiento del copiloto despues de ir por las uvas verdes que se me habian antojado.
Y guardaba con todo mi cariño aquel sobre que habia dejado en mi auto con la radiografia de nuetro pequeño. O pequeña.
Aunque mi intuicion me decia que tendria ua hermosa niña. ¿Porque? no lo sabia, pero aunque fuera una niño, le tendria el mismo cariño.
Aunque no le perdonaria que me hizo sufrir varios mareos y ni hablar de los antojos que habia sufrido. A exepcion de la vez que Lia me llamo cerca de las dos de la mañana, argumentando que mi hijo tenia hambre, y que se le apetecia una hamburguesa.
Aunque la parte buena era que mi madre por fin se habia contentado conmigo, y que deberia aceptar si Lia llegaba a tomar la desiciòn de no volver conmigo y conocer a alguien mas.
Solo esperaba que Lia no pensara lo mismo que ella. Lo habia jodido, pero no creia soportar verla con alguien mas, menos teniendo un hijo.
Y no podia creer que estaba por nacer, y solo pedia que el bebe esperaba a que sus dos padres estuvieran presentes, por qué no me gustaba que Lia estubiera sufriendo y pasando sola este momento, bueno a pesar de que tambien estaba Nora y los padres de Charles. Sabia que ellos la consideraban parte de su familia por ser cercana a Charles desde la infancia, asi que ya no me dejaria manipular por alguien externo, menos cuando se que Charles la ve como a su hermana pequeña.
— Oye, reacciona — Alex chasqueo los dedos frente a mi, haciendo que saliera de mis pensamientos.
— Si — respondi solamente, y nego, porque sabia que no le estaba poniendo antencion.
— Los padres de Lia ya llegaron, así que debemos abordar el avion o si no lo perderemos.
Asenti mientras tomaba mi maleta y lo seguia. Seguro eran mas de las once de la noche, y casi media parrilla estaba en el aeropuerto esperando para tomar el mismo avion, en vez de estar en la fiesta que la FIA habia preparado por ser la primera carrera de la temporada.
