Cap 1: Paz efímera (Palutena) - 3

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Palutena rió unos instantes, y cortó la conexión telepática con Pit. Se dirigió a la piscina del templo. Era una piscina de mediano tamaño, que estaba a rebosar de termas. Con un giro de bastón, su ropa se desvaneció al instante, preparada para entrar. Dejó su bastón apoyado en la pared, a unos metros de la piscina. Primero metió el pie, para comprobar la temperatura. Al ver que estaba perfecta, empezó a meter lentamente el resto del cuerpo. Se quedó sentada, con las piernas estiradas, dentro de la piscina. Dentro de ella, no se sentía frío ni calor, sino algo intermedio, como templado. De pronto, empezaron a salir burbujas, que ocupaban toda la superficie de las termas. Palutena soltó un pequeño suspiro, signo de que se encontraba en un estado de relajación. Todo su torso permanecía escondido por las burbujas, y solo se podía ver su cabeza, apoyada en el bordillo de la piscina.
-¿Está a gusto, diosa Palutena?- preguntaba una voz grave.
-Mejor no podía estar- dijo ella, sin siquiera abrir los ojos.
Palutena recordó que esa piscina a techo cubierto, era una de las pocas zonas del templo que eran de su exclusividad, y estaba prohibida la entrada a cualquier otra persona.
Palutena abrió los ojos, y miró a su alrededor. El brillo que desprendían las termas iluminaba toda la sala, pero allí no se encontraba nadie. De pronto, se apareció ante ella una figura masculina.
Hades!- gritó Palutena, al tiempo que hacía el gesto de empezar a levantarse.
-¡No, no, no! Quédate ahí. No querría ver a su divinidad desnuda. Escucha mi propuesta- dijo Hades, al tiempo que se apoyaba en la pared- Únete a mí. Eres valiente y fuerte. Ambos dominaremos el mundo- dijo al tiempo que apretaba su puño derecho en alto.
Palutena frunció el entrecejo. Unirse a Hades era la peor propuesta que le habían ofrecido jamás.
-Los templos de los dioses están protegidos por barreras que bloquean la oscuridad ¿Cómo has sido capaz de cruzarla?- preguntó una cruel Palutena, aumentando cada vez más la potencia de su voz.
-Ah, ¿las barreras? No me hagas reír, no son nada ante el poder de la oscuridad - dijo Hades, riendo a pleno pulmón.
Esto fue la gota que colmó el vaso para Palutena. Se puso de pie, dejando su dignidad a un lado, y se dirigió hacia su bastón, que se encontraba apoyado en la pared.
- Uuuh, diosa Palutena, bonitas vistas, pero no es suficiente para superarme.
Hades chasqueó sus dedos, y mantuvo a Palutena inmovil, presa de alguna fuerza.
- No mereces mi amabilidad, dios del inframundo. Pit te destruirá, ya lo verás- dijo Palutena inmovil.
No podía agarrar su bastón, que se encontraba a centímetros de su mano.
-¿Cuando aprenderás que la oscuridad no se doblega ante nada, diosa de la luz?. Rechazas mi valiosa oferta ¿verdad?- dijo Hades, antes de volver a chasquear otra vez los dedos para liberarle.
Palutena agarró su bastón, y le lanzó un hechizo de luz al instante.
Hades desvió el ataque con ambas manos.
Palutena dió un giro rápido, y se volvió a vestir.
"Debería haber imaginado que esto tarde o temprano ocurriría" pensó Palutena, presa de su culpabilidad.
- Muéstrame qué eres capaz de hacer, Palutena- retó Hades, con una sonrisa en la cara.
- Cuando quieras- dijo Palutena, colocando un pie hacia delante.
De su bastón salieron haces de luz, directos hacia Hades, pero este los detuvo con una mano. Con la otra, le lanzó una masa oscura. Palutena agarró su bastón del extremo inferior, y lo hizo girar delante de ella, como un escudo. La masa oscura impactó contra el bastón, y la hizo desaparecer. Hades contraatacó acercándose rápidamente a Palutena, e intentó arrollarla, pero ella era ágil, y le esquivó de una rápida voltereta hacia detrás. Hades no pudó frenar, y acabó empotrado en la pared.
Palutena aprovechó el momento para crear una gran columna de luz, que atravesó la sala, e impactó de lleno en la espalda de Hades. Éste gritó, dolorido, y luego se giró.
- No me has hecho ni cosquillas, diosa de pacotilla- dijo Hades, al tiempo que reía- Te voy a tener que dar una valiosa lección.
Hades frotó repetidamente sus manos, y luego las cerró dejando un espacio entre ellas. Después, quitó una de sus manos. En ellas se podía ver como sostenía una pequeña llama en la palma de la mano. Hades acercó su boca a la llama, y comenzó a soplarle. De aquella llama, salió una columna de fuego, que inundó la sala.
Palutena saltó a la piscina, donde en ese momento, era la única posibilidad de supervivencia, y se mantuvo allí unos instantes.
- ¿Ah, que no te gusta el fuego? Pobrecilla- Hades dijo esto al tiempo que reia- Despídete de tu templo, ya que no lo vas a volver a ver, diosa Palutena.
Hades entró a la piscina y agarró a Palutena del cuello.

Cap 1: Paz efímera(Pit) - 2

Pit no podía quitarse de la cabeza lo que dijo Pandora. ¿Cómo era posible que hubiera vuelto? Alguien tenía que estar detrás de todo eso.
- Diosa Viridi, ¿Cuanto queda para llegar?- dijo un preocupado Pit.
- Verás el templo en unos segundos- dijo la voz de Viridi en su cabeza.
Pit Oscuro iba a su lado, con la cabeza alta, sin hablar. No era habitual que hablara demasiado, pero iba esta vez iba muy callado.
Unos instantes más tarde, Pit vislumbró el templo, y lo que vió le impactó. Su templo, en el que había vivido desde los cuatro años, estaba quemado. No había ninguna sección en el templo que se hubiera salvado. Al ver esto, Pit corrió hacia la entrada. Miró el altar, que normalmente era de un blanco azulado, que se encontraba destrozado, preso de unas llamas que estaban extinguidas.
Diosa Palutena!- gritó Pit, al tiempo que miraba en todas las secciones del templo.
Desesperado, corrió hacia el jardín, donde ninguna planta se había salvado. Su roble favorito se encontraba partido, y de un color negruzco. En las proximidades de él, vislumbró a Pit Oscuro, agachado, observando algo. Pit corrió hacia él, y le vió. La diosa Palutena se encontraba pálida, con una gran sonrisa en la cara, tumbada en el suelo. En las manos sostenía una rosa de un color rojo intenso.
-¿Diosa Palutena?- preguntó al tiempo que se arrodillaba para verla mejor.
Miró un momento a Pit Oscuro, y éste le negó con la cabeza.
-¿Diosa Palutena?- dijo esta vez Pit, con lágrimas cayéndole de las mejillas. No era capaz de aguantar ese sentimiento de agonía. Palutena se encontraba muerta por su culpa, y nunca se lo perdonaría. Pit estalló, y empezaron a caerle cada vez más lágrimas de las mejillas. Aquel día, el mundo perdió a la diosa de la luz.

Capítulo 1: Paz efímera (Fin)

@Silrasa Gracias por tu apoyo y las fotos. Eres la mejor :)
@Davilin245 Gracias por tu apoyo, te debo mucho :)

Kid Icarus y el retorno de los Dioses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora