En el templo de Viridi, encerrado en una de las habitaciones, se encontraba Pit. En toda la sala, solo había una cama. No habían ventanas, ningún lazo al exterior. La oscuridad lo envadurnaba todo. Sus recuerdos se estaban desvaneciendo, y sentía que no era él mismo. Algo intentaba controlarle desde su interior. De pronto, sintió una punzada aguda en el pecho. Se retorció de dolor, y se golpeó incesantes veces contra la pared.
"Tú tienes la culpa. Debes sufrir" le decía una voz en su cabeza.
"¡Yo no hice nada!¡No sabía que esto ocurriría" gritó Pit en su interior.
Por un momento, se preguntó cuál era la razón por la que peleaba. Su mente estaba en blanco, sin poder pensar en nada.
Rendido ante el dolor, se dejó llevar, y el alma maldita le consumió por completo.
La puerta que le separaba del exterior se abrió, brindando a la habitación un tenue brillo.
- Es hora de vengarse.Capítulo 2: Recuerdos(Viridi)
Cuando llegaron al templo, vieron a los Ícaros ajetreados. Algunos poseían planos, mientras que otros brochas o picos. Recorrieron la sala del altar para acceder al jardín trasero.
- ¿Hacemos la prueba, diosa Viridi?- preguntó Pit Oscuro, señalando a la urna donde se encontraba el cuerpo de Palutena.
- Aún no. Debemos detener a ese alma maldita- dijo Viridi, sobrepasando la fuente, y dirigiéndose al roble.
Viridi miró el estado del árbol. Le quedaban pocos minutos de vida, debían darse prisa. Agarró el recipiente del agua de la fuente del pasado, proponiéndose a envadurnar con ella las raíces.
Una veloz flecha cortó el aire, y dio de lleno sobre el recipiente, partiéndolo en varios trozos. El agua se precipitó sobre un pequeño terreno de hierba, haciéndolo desaparecer.
Pit Oscuro miró con rabia el recipiente destrozado, y rapidamente cambió la mirada hacia quien había lanzado la flecha. Era Pit, que se encontraba con el cuerpo de Palutena en sus pies. Le había sacado de la urna.
- ¡Vosotros tenéis la culpa!¡Yo, Raydon, amaba a la diosa de la luz!¡Sois unos inútiles que no han sabido protegerla!¡Os voy a matar aquí mismo!
Pit Oscuro miró rápidamente a Viridi a los ojos. Ella asintió con la cabeza.
Radyon lanzó una lluvia consecutiva de flechas hacia él. Éste hizo girar instantáneamente su arco en círculos, de izquierda a derecha, con un ágil movimiento, desviando la trayectoria.
Tras el ataque, Pit Oscuro corrió en la dirección donde se encontraba Pit, o mejor dicho, Raydon. Éste reaccionó, y disparó una flecha mientras realizaba una voltereta hacia atrás. La flecha le rozó el muslo. Pit Oscuro no quería hacerle heridas, debido a que era el cuerpo de Pit. Se percató en que el arco que llevaba no era del mismo color del de siempre, que era blanco con tonos azulados. Era de un color verde claro.
Ambos transformaron sus arcos en cuchillas, y atacaron a la vez. El incesante ruido metálico se escuchaba en todo el jardín.
Viridi se encontraba alejada de la pelea, sentada en una de las voluminosas raíces, pensativa.
"He perdido la única posibilidad de purificar el roble. Tiene que haber una solución. Si esto se queda así, Pit no volverá, y deberemos matarlo. Piensa, eres la diosa de la naturaleza. ¿Qué puedo hacer?- dijo al tiempo que golpeaba su bastón contra el suelo. La pequeña franja que había desaparecido, volvió- "Ese agua era muy importante. ¿Por qué tenía que haber pasado esto? Pit estaba encerrado ¿Quién le ha dejado salir?¿Hades tal vez? Con lo que le había costado a Pit Oscuro conseguir el agua"
Al pensar en aquello, recordó que el Aetherion había estado en el interior de la fuente, y le vino una idea a la cabeza.
-¡Pit Oscuro!¡Pásame la esfera de tu bolsillo!- al tiempo que dijo esto, le asestó una fuerte patada a Radyon en el torso.
Estaba cansado, y varias heridas le recorrían el cuerpo. Jadeante, agarró la esfera de su bolsillo, y se la lanzó a Viridi. Raydon volvió a la carga, y le rozó con una flecha a Pit Oscuro en la mejilla. Éste gritó enfurecido, y se lanzó otra vez contra el cuerpo controlado de Pit.
Viridi agarró la esfera al vuelo, y miró su interior. Los cristales se encontraban de un color transparente. Le dió tres golpes suaves con su bastón, y con un "Muéstrame tu poder" la esfera se abrió. Agarró los cristales de su interior, y los apretó con fuerza. Un brillo se desprendió de ellos, y dejaron una muestra del agua de la fuente en sus manos. Los cristales volvieron a su color original. Dejó la esfera en el suelo, y frotó las raíces con el agua que se encontraba en sus manos. Del roble emergió una tenue luz verde. Se apartó de él, y levantó su bastón en dirección al cielo.
Raydon golpeó con su puño a Pit Oscuro en la cabeza. Su sed de venganza era insaciable.
-¡Detente!- gritó mientras se disponía a disparar a Viridi.
Pit Oscuro agarró como pudo a Raydon por las piernas, y le tiró al suelo.
- Alma que maldita te encuentras, regresa al lugar al que perteneces, y descansa en tu tiempo eterno
para siempre en paz- recitó Viridi. Realizó unas albeolas en el aire con su bastón, y el roble brilló. El alma que contenía Pit en su interior fue hasta él, y desapareció atravesando el viejo tronco.
"Gracias" se escuchó, feliz.
Viridi se restregó la mano por la frente. Les había costado, pero finalmente, y tras un largo procedimiento, lo habían logrado.
Viridi se dirigió rapidamente hacia el cuerpo de Pit. Pit Oscuro estaba arrodillado a su lado.
En teoría,
tendrían que haber regresado todos sus recuerdos.
Le zarandeó unos instantes, quien se encontraba postrado en el suelo. Éste despertó, con la mirada perdida. No medió palabra, sino que permaneció sentado en el mismo lugar, aturdido.
- ¿Qui... Quién eres tú?¿Qué hago yo aquí?- preguntó Pit, rascándose suavemente la cabeza.
Los peores temores en ese momento de Viridi se habían cumplido: No poseía ningún recuerdo.
- ¿Qué hacemos? No sé traer recuerdos perdidos de vuelta- dijo Viridi, nerviosa.Capítulo 2: Recuerdos (Pit Oscuro)
- Creo que no los ha perdido- dijo Pit Oscuro, lentamente.
- ¿A qué te refieres?- preguntó Viridi, extrañada.
- Desde que Raydon le ha estado torturando, he tenido fragmentos en mi cabeza. Fragmentos de algo que él ha vivido. Cuando Pandora me arrojó a la fuente, los pude ver. La fuente me hizo volver atrás en sus recuerdos, y ver su pasado tal y como él lo vivió- dijo incesante Pit Oscuro. Luego hizo una pausa- Estos recuerdos no me pertenecen.
Pit Oscuro se agachó delante de Pit, mirándole la cara. Desplegó sus brazos, y con ellos le abrazó por el cuello, apoyando su cabeza en su hombro derecho. Después, cerró los ojos.
Cuando los volvió a abrir, se encontraba en un extenso prado, desde el que no se alcanzaba a ver el horizonte. Unas nubes negras cubrían el cielo, y Pit se encontraba a unos metros de él, recogiendo sus piernas con ambas manos. Estaba en un estado de depresión.
- Oye ¿Qué te ocurre?- preguntó Pit Oscuro al tiempo que se acercaba a él.
- Os he hecho daño, y ahora la diosa Palutena está muerta por mi culpa- dijo al tiempo que le caían lágrimas por las mejillas.- Te estaban controlando, y no ha sido por tu culpa- dijo mientras se sentaba a su lado.
- Ya es la segunda vez que pierdo a las personas que más quiero. ¡No quiero despertar!- gritó mientras escondía su cara entre sus rodillas.
Pit Oscuro comenzó a perder la paciencia.
- ¡Perdiste a tus padres en una guerra entre dioses, y los odiaste a muerte !¡Fuiste capaz de confiar y servir a uno de ellos! Palutena era tu única amiga, ya que todos te tomaban por un extraño, menos tus padres, que te querían y apoyaban- gritó Pit Oscuro, enfadado- ¡No le des la espalda a la vida!
-¿Cómo es que sabes eso?- dijo Pit, con voz ahogada.
- Estamos brindados por un especie de lazo que nos une - dijo más tranquilo- ¡Haz lo que Palutena querría para tí!
Las nubes se dispersaron, dejando paso a un radiante sol.
- Palutena querría... querría- comenzó a decir tras una pausa- ¡Que no me rindiera!
Pit Oscuro sonrió, y le ofreció una mano. Pit se limpió las lágrimas, sonriente. Alargó su brazo, y se agarró a su mano, levantándose. Ambos se rieron triunfantes. Iban a cerrar los ojos para volver a la realidad.
- Nunca te rindas- le dijo Pit Oscuro, sonriéndole.
Pit le devolvió la sonrisa. Entonces cerraron los ojos.
- ¡Habeís vuelto!- gritó Viridi, emocionada.
Los entreabrieron a la vez, y se miraron, sonrientes.
- ¡Da gusto estirarse!- dijo Pit, desplegando todo su cuerpo.
Al ver que Palutena se encontraba postrada en el suelo, se levantó de un salto, y fue a dejarla de vuelta en su urna. Los tres se reunieron en torno a ella.
- Supongo que habrá que abandonar el templo- dijo Pit, algo entristecido.
- ¡No tan rápido!- gritó Viridi orgullosa- El Aetherion contenía algunas gotas más del agua de la fuente del pasado.
-¿Fuente del pasado?- preguntó Pit, extrañado.
- Es una larga historia. Tan solo mira- le dijo Pit Oscuro, señalando al cuerpo inmóvil de la diosa.
Viridi dejó caer el poco agua que quedaba, en la frente de Palutena.
El cuerpo empezó a moverse con espasmos fuertes. Al cabo de unos segundos, se transformó en un jarrón azul. De él emergió una reconocible figura.
-¿Quién me ha despertado de mi dulce siesta?- preguntó, estirándose.
Los tres se quedaron boquiabiertos. Se trataba de Tánatos, dios de la Muerte, y fiel sirviente de Medusa.
-¡¿Tánatos?!- preguntaron sorprendidos los tres a la vez.
- Creo que debería irme- dijo mientras levitaba unos metros, y se dirigía a las puertas del templo.
Dos flechas y un potente hechizo recorrieron rápidos la sala, acertando de lleno en él.
- ¿A donde te crees que ibas?- preguntó burlesco Pit Oscuro.
-¡De lleno!- dijo Pit alzando el brazo, brindado por una repentina felicidad.
Viridi se limitó a sonreír orgullosa.
-Eso significa que la diosa Palutena sigue viva ¿No?- preguntó Pit, emocionado.
- Se puede decir que sí- dijo Pit Oscuro, mientras caía sonriendo de bruces contra el suelo. Sus heridas seguían ahí, y le habían dejado sin fuerzas.
- Está empezando a anochecer. ¿Qué tal si hablamos todo esto en mi templo?- dijo Viridi mientras creó un portal.
- ¡Vale, diosa Viridi!- dijo Pit, llorando de la emoción. Palutena no estaba muerta después de todo.
- Eres un llorón- le reprochó Pit Oscuro, mientras se levantaba.
-¿Eh?¡Eso no es verdad!- respondió Pit, eufórico.
-¿De verdad?¡Llorón!- volvió a soltar Pit Oscuro.
- ¡Ah!¡Eres un aguafiestas!
- ¡Y tú un llorón!
- Volvamos al templo- dijo Viridi, cansada de escucharles, mientras les empujaba al interior del portal.Capítulo 2: Recuerdos(Fin)
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Kid Icarus y el retorno de los Dioses.
Fanfiction¿Qué ocurrió tras la caída de Hades y la victoria de la luz? ¿La luz perdurará para siempre, o la oscuridad volverá a la carga? Dos ángeles, dos diosas, dispuestos a salvar al mundo de la oscuridad.