Pit lloraba sin descanso, con las manos frotando sus mejillas. Las lágrimas le invadían, incapaz de decir algo que no fuera "diosa Palutena". Los ícaros se reunieron en torno al cuerpo, con la mirada perdida, llenos de frustación.
Pit Oscuro no aguantaba esa situación, y fue a mirar el jardín, en busca de algo que no hubieran consumido las llamas. Todas y cada una de las flores habían ardido, pero Pit Oscuro vislumbró un brillo azulado de entre unas flores quemadas. Se acercó para verlo mejor. Era una esfera de pequeño tamaño, y un color azulado. En su interior brillaban unos cristales de color naranja, como el del sol al atardecer. Al desconocer de lo que se trataba, decidió echársela al bolsillo. Siguió ojeando, y no encontró rastro de vida.
De pronto, alguien le habló telepaticamente.
-¿Pit Oscuro? Ya llego al templo- era Viridi, con un tono de preocupación.
-Pero diosa Viridi, ¿y su templo? ¿Lo ha dejado desatendido?- preguntó Pit Oscuro, extrañado.
- No, lo he dejado a cargo de Ámbar. Quiero verlo todo con mis propios ojos. Ya voy para allá.
Pit Oscuro apretó los puños. A Pit le habían destrozado por dentro. Le habían desmantelando por completo, arruinado su interior. Todo por su estúpido duelo. Nunca podría perdonarse lo que había hecho. De repente, sintió una punzada de dolor en el pecho, y se desmayó, lleno de dolor, sobre el cesped del jardín.
En su sueño, vió a Palutena, que le hacía un gesto con la mano. Ella estaba cerca del gran roble, acariciando su tronco. Cuando Pit Oscuro le alcanzó, ella le dedicó una gran sonrisa.
- Este roble tiene miles de años, y se mantiene robusto y fuerte desde generaciones. Dicen que antaño, el único ángel de la faz de la tierra, Raydon, resultó herido de gravedad. Él llegó hasta aquí, y esperó su descanso eterno en esta pradera. Las leyendas cuentan que el ángel se transformó en un robusto roble, que reflejaba el poder de su corazón. Cuando un Ángel muere, su sucesor nace, a manos de padres humanos. El deber del sucesor, es servir eternamente a la diosa de la luz. Si un dios muere, su templo es abandonado, en su honor. Recuerda esto, Pit- acabó Palutena, con una sonrisa.
Pit Oscuro miró a su espalda, y vió a un Pit de unos siete años, acostado en el césped, escuchando cada una de las palabras que Palutena le iba diciendo. Él se encontraba en un estado invisible, ya que ninguno de ellos le dirigieron la palabrs. Pit Oscuro no entendía nada de lo que estaba ocurriendo. ¿Estaba en los recuerdos de Pit? Y si solo podía haber un ángel en el mundo ¿Qué era él exactamente? ¿Solo una simple copia?
Sus pensamientos se desvanecieron. Alguien le estaba tambaleando de un lado para otro.
Era Viridi. Cuando Pit Oscuro despertó, vió que el jardín había vuelto a la vida, con sus colores radiantes y brillantes. El gran roble seguía en el mismo estado de calcinación, pero las flores habían revivido.
Pit Oscuro visualizó a Pit en el mismo lugar, llorando junto al cuerpo de Palutena. Los Ícaros ya se habían ido.
-¿Qué te ha ocurrido?- preguntó Viridi, desanimada.
- Uhm... Nada. Tenía algo de sueño- respondió Pit Oscuro, ajetreado- ¿Esto es obra tuya?- preguntó mientras señalaba a las flores.
- Era lo menos que podía hacer por una diosa que solo deseaba el bien. Los Ícaros se están encargando de devolverle la vida al templo. Y con aquel Roble no he podido hacer nada. Es extraño, soy la diosa de la Naturaleza, debería de haber funcionado- dijo Viridi, tocándose la barbilla- Más tarde lo revisaré.
-¿Qué vamos a hacer con él?- preguntó Pit Oscuro, señalando con la cabeza a Pit.
- A los dioses caídos, se les guarda en una urna, y se les coloca delante de su respectivo altar. Luego, el templo se deja deshabitado. Debemos decirle esto a Pit.
Pit Oscuro se levantó del suelo, y se dirigió junto a Viridi hacia Pit. Se encontraba de espaldas a ellos. Había dejado de llorar, pero se veia su deseperación. Pit Oscuro posó la mano sobre su hombro, mientras le decía un "Lo siento" lo bastante alto para que Pit lo escuchara.
- Que... ¿Que lo sientes? He perdido a la diosa Palutena. ¿Y sabes por qué? ¡Por tu culpa!-Pit empezó a alzar la voz-¡Si no me hubieras retado a tu estúpido duelo, nada de esto habría pasado!- dijo, al tiempo que agarraba su arco, y apuntaba a Pit Oscuro a la cabeza.
Su desesperación se podía escuchar en cada una de sus palabras.
- No ha sido culpa de ninguno de los dos. Escúchame, si quieres vengarte, ve a por la oscuridad. Ellos han sido los causantes de esto- dijo Pit Oscuro, para tranquilizar a Pit- ¡Baja el arma!
- Ha sido tu culpa. Palutena ha muerto por tu culpa- dijo al tiempo que colocaba una flecha en su arco.
Estas palabras retumbaron en Pit Oscuro "¿Era de de verdad mi culpa?" se preguntó.
De pronto, le vino un fuerte dolor de cabeza. Se proyectaron en su cabeza unas imágenes de una batalla. Todo lo que veía por el suelo eran cuerpos de hombres muertos. De entre ellos, vió un rostro familiar. El de su padre.
Pit Oscuro volvió a la realidad, dolorido.
Lo veía todo borroso, y le costaba respirar. La última escena que vió antes de caer otra vez rendido, fue a Viridi golpeando a Pit con su bastón de madera en la cabeza, antes de que disparara la flecha. Ambos cayeron rendidos al suelo.
- ¡Mamá, no me dejes solo. Quédate a mi lado! ¡Mamá!
Pit Oscuro se levantó de una sacudida. Se encontraba acostado en su cama, en su habitación. Estaba en el templo de Viridi.
Seguía doliéndole la cabeza, pero el dolor era mínimo. Salió de su habitación, y buscó a Viridi. Le encontró en la biblioteca, ojeando un libro.
-¿Donde está Pit?- preguntó Pit Oscuro a la diosa Viridi- ¿Lo has matado?
- Por supuesto que no. Sólo le golpeé para que se estuviera quieto- respondió Viridi, sin apartar la vista del libro.
-¿Y donde se encuentra entonces?- preguntó Pit Oscuro, una vez más.
- En uno de los cuartos del templo, encerrado- dijo Viridi, dejándo el libro que ojeaba, y agarrando otro.
- ¡¿Encerrado?!- preguntó Pit Oscuro, atónito.
-¿Viste el comportamiento de ayer?- preguntó Viridi, agarrando otro libro- No era normal. Creo que todo tiene que ver con ese Roble. Creo que es un "Árbol con alma"- respondió Viridi, dejando el libro que sostenía, y mirando a Pit Oscuro.
- Raydon- murmuró Pit Oscuro.
- ¿Has dicho Raydon?- preguntó Viridi, extrañada- Se dice que desapareció tras una gran guerra entre humanos. Se desconoce qué fue lo que ocurrió con él. Volviendo al tema del roble. Creo que le han echado una maldición oscura, y el alma que contenía se ha vuelto malvada, y ha invadido a Pit. Necesitamos purificarlo- dijo agarrando otro libro.
- ¿Purificarlo?¿Cómo vamos a hacer eso?- dijo Pit Oscuro, apoyándose en la pared.
- Necesitamos agua de la fuente del pasado- dijo Viridi, dejando los libros en sus respectivas estanterías- ¿Estás dispuesto a ir allí otra vez?- preguntó Viridi, mirándole a los ojos.
Pit Oscuro se separó de la pared y respondió:
- Sí, estoy dispuesto.
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Kid Icarus y el retorno de los Dioses.
Fanfiction¿Qué ocurrió tras la caída de Hades y la victoria de la luz? ¿La luz perdurará para siempre, o la oscuridad volverá a la carga? Dos ángeles, dos diosas, dispuestos a salvar al mundo de la oscuridad.