Cap 4: Ayuda (Pit Oscuro)

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- Vale ¿Cuál es el plan, diosa Viridi?- preguntó mientras volaba en dirección al laberinto de Pandora.
- Pues ir a su territorio, y pararle los pies de una vez a esa problemática. En esta ocasión Ámbar no estará contigo, así que ve con precaución- respondió la diosa.
-¡No hace falta que me lo restriegues tanto! Con una vez basta- respondió él, malhumorado.
Lo digo por tu bien, desagradecido!- gritó ella, cabreada.
Suspiró, y algo fatigado dijo:
- Gracias por preocuparte por mí, diosa Viridi.
Ella dejó de gritarle.
- Así mejor.
El laberinto de Pandora es el lugar del que él proviene. Si no hubiera sido por el espejo de la verdad, y por Pit, él no existiría. Le quitó a Pit el puesto de "único ángel en el mundo" pero no supo decidir si eso era bueno o malo. Su mera existencia era un error, como dijo Pandora. ¿Había alguna razón por la que él existiera? La voz de Viridi le devolvió a la realidad.
- Te haré aterrizar. Busca a Pandora, y neutralízale. Me voy a tomar un batido divino, ahora vuelvo.
Pit Oscuro avanzó incesante por el laberinto, recorriendo pasillos con trucos ópticos, y esquivando trampas que daban pena sólo con mirarlas, hasta llegar a la sala del espejo. Pandora se encontraba acostada en el suelo, con un gesto aburrido. Al verle, sonrió, y se levantó de un leve movimiento.
-¿Con que al final te dignas a aparecer por aquí, eh copia?- soltó vacilante.
Él frunció el entrecejo, y le miró con desprecio.
- Al menos no soy la diosa de la calamidad. Eso sí que da pena- respondió él, vacilante.
Ella se sorprendió ante el comentario, y caminó hacia él con una breve sonrisa. Se acercó lentamente, pero detuvo su marcha al ver que le apuntaba con el arco.
-¿Qué quieres de mí?- preguntó él.
-¿Recuerdas que dije que haría un ejército de ángeles oscuros de verdad? Pues aquí lo tienes.
Se acercó a un lateral de la habitación, e hizo aparecer un objeto alto, oculto por una lona blanca. Retiró la lona, y dejó al descubierto el espejo que le dió la vida. No estaba como antaño, sino que le habían vuelto a colocar todos los pequeños fragmentos que fueron rotos, pero pegados con mucho cuidado.
Al ver eso, se sorprendió.
- Pit Oscuro ¿Realmente crees que deberías existir?- preguntó ella- Si vuelves al lugar del que vienes, desaparecerás, sin dejar rastro, y tendrás que dejar de sufrir. Tu vida sólo es la sombra de ese ángel. Eres un ser a medias, que no merece la vida, pues no la deseabas. Acércate al espejo, y vuelve al lugar del que provienes.
¿Qué me dices?
Pit Oscuro miró al suelo, pensativo ¿Y si tuviera razón?¿Y si su existencia solo es un error que podría solucionar en aquel momento? Meditó unos segundos, hasta que una imagen le vino repentinamente a la cabeza. Era Pit sonriéndole, cuando le devolvió sus recuerdos. Era una persona que desde pequeño no tuvo amigos, y estuvo solo, pero aún así le abría su corazón al mundo ¿Si él desapareciese, Pit le echaría de menos? Seguramente.
Nunca!- gritó mientras disparaba rápidamente una flecha al espejo. Pandora lo giró un poco, y esquivó la flecha.
-¿Te crees que no sabía que ibas a destruir el espejo?- preguntó ella, con superioridad. Movió el espejo, y en él se reflejó Pit Oscuro.
Oh no!" pensó él, esperando lo peor. No necesitaban otro ángel más.
Ante su asombro, no ocurrió nada.
Pandora miró al espejo perpleja. De él debería salir una copia de Pit Oscuro, pero no pasaba nada.
Él aprovechó ese momento de aturdidez por parte de ella, y lanzó otra flecha, directo al espejo. Estalló en varios fragmentos, pero una flecha salió del espejo tras romperse, que impactó en su estómago. Cayó de rodillas al suelo. Pandora sonrió, y se acercó a él, tarareando. Le acarició la mejilla izquierda, alzando su cabeza, riendo.
- No sé qué es lo que ha pasado, y por qué no ha funcionado, pero reconstruiré el espejo las veces que hagan falta.
Pit Oscuro alzó un poco la cabeza, con cara neutra. Sintió un calor intenso en su bolsillo, y sacó como pudo el Aetherion, combinándolo con su arco. De él emergió un nuevo arma. Eran unas garras. Una de color rojo, que desprendían un calor sorprendente. La otro de un color blanco, y desprendía un frío glacial. Miró que de ellas salían vapor y vaho. Iba una en cada mano, y quién las llevaba no sentía las temperaturas de ambas. Tres afiladas cuchillas componían cada una. Eran unas garras climáticas. Miró a Pandora unos instantes, mientras se reconfortaba. Ella se quedó muy sorprendida.
-¡¿Cómo es que una simple copia es capaz de utilizar un poder de tan alto nivel?!- preguntó Pandora sorprendida.
No vuelvas a llamarme así!- gritó al tiempo que se abalanzó sobre ella, deseoso de alcanzarle, pero no fue así, ya que le esquivó de un rápido movimiento. Ella intentó golpearle de una patada en la cara, pero él se protegió con ambas garras. Su pie impactó contra ellas, quemándose. Mostró una mueca de dolor, e intentó huir hacia la salida, pero él, de un rápido movimiento, lanzó una bola de hielo en su dirección. Le rozó la pierna, haciéndole perder el equilibrio. Se acercó a ella.
- No me mates. Quiero vivir. Y si muero, él será capaz de revivirme- rogó ella.
-¿Quién ha dicho que vaya a matarte?- preguntó, mientras le congelaba las piernas, para que no pudiera escapar. Se acercó al espejo, y agarró varios trozos, colocándolos apilados en el suelo. Con la garra de fuego los quemó, haciendo que volvieran a ensamblarse. Agarró a Pandora por el brazo, y le hizo pasar por él, transpasándolo. Ella quedó atrapada en aquella dimensión. Hizo desaparecer las garras, y pisó hasta el último fragmento del espejo. Ya disponía de dos poderes del Aetherion.
Buen trabajo!- le dijo Viridi.
Tras darle muchas vueltas a la cabeza, empezó a hablar.
-¿No debería haber salido una versión paralela a mí al reflejarme en él?- preguntó Pit Oscuro.
- No creo que el espejo sea capaz de reflejar algo que él mismo ha creado. Y en cuanto a Pandora, si hubiera sido reflejada, no habría salido otra como ella, ya que en el mundo por norma sólo puede haber un dios de cada.
- Ah, entiendo.
-¿Oye, cómo llevas la herida de la flecha?
Se miró el estómago, y no vió ninguna herida, ni sentía ningún dolor.
- No creo que pueda hacerme daño algo que ha salido de donde provengo- respondió, sonriente.
-¿Entonces lo de antes ha sido mentira?
- Exacto.
- Recuerda que te apunte a clases de teatro- dijo Viridi, mientras un portal absorbía a Pit Oscuro.

Kid Icarus y el retorno de los Dioses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora