Cap 4: Ayuda

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Ambos ángeles despertaron por la mañana, estirándose y bostezando. La diosa de la naturaleza se encontraba en su altar, vigilando la presencia de intrusos.
- Buenos días, diosa Viridi- saludó Pit.
-¿Nos puede explicar su idea, mi diosa?- preguntó Pit Oscuro.
- Os haré un breve resumen- respondió ella- Hades ha resucitado a sus súbditos, pero son más fuertes que la última vez. Las fuerzas de la oscuridad ansían engullir la luz, pero no debemos permitirlo. Por eso, los protagonistas de esta batalla son Palutena y Hades.
-¿Y eso por qué?- preguntó Pit.
- Es la diosa de la luz, en el momento en el que ella muera, será un paso más hacia la victoria. Por eso, debemos pedir ayuda a unos pocos dioses para que nos ayuden, aunque solo será una batalla entre torres, álfiles, caballos y peones, pues el rey no se va a mover de su trono- aclaró ella.
- Entiendo- respondió Pit Oscuro.
Estoy listo!- dijo alegre Pit.
No tan rápido! Pandora está en su laberinto, y no le has dado caza aún- señaló ella- Ireís por separado, y no quiero errores.
-¿Por separado? Yo no quiero ir solo- dijo Pit algo deprimido.
- Y no lo irás- dijo mientras una figura femenina se colocaba delante del altar.
Abrió mucho los ojos, sonriente.
Diosa Palutena!- gritó alegre, mientras iba a abrazarle.
- Irás con ella- dijo Viridi.
-¿Y por qué debo ir yo a por Pandora?- preguntó Pit Oscuro.
- Se te escapó a tí, ahora te ocupas tú de capturarla.
Él suspiró, enfadado. Pit estaba abrazando a la sonriente Palutena.
- El primero será Arcana, la diosa de la sabiduría. En su templo residen más de cienmil libros, y su inteligencia alcanza los cielos. Id allí, y reclutadla para la batalla.
-¿Y de qué nos va a servir una diosa del saber en una batalla?- preguntó Pit Oscuro.
- Es una gran arquera, y muy estratégica. Nos puede ser muy útil- dijo Viridi, respondiéndole.
A Pit le brillaron las alas, mientras que a Palutena los zapatos, y salieron por la puerta del templo, riendo y hablando. Pit Oscuro se encontraba mirando el suelo. Miró hacia un lado, y malhumorado, se dirigió a las puertas. Viridi sonrió un poco al ver a su súbdito realizar sus misiones sin rechistar.

Capítulo 4: Ayuda (Pit y Palutena)

- Oye diosa Palutena, no me has contado como derrotaste a Hades- dijo Pit, con curiosidad.
Ambos iban volando, rumbo al templo de Arcana.
- Ah, sobre eso. Le dí una tunda, y se largó- concluyó ella.
-¿Eh, nada más?- preguntó él, intentando sonsacarle más información.
- Sí. Después de eso, Viridi me llamó. Me dijo que necesitábamos dioses, y debíamos reclutar algunos.
- ¿Y por qué no ayuda ella también?- preguntó Pit, algo extrañado.
- Es su templo, no querrá que las fuerzas de la oscuridad le hagan lo mismo que al mío.
A lo lejos vislumbraron un templo inmenso. Aterrizaron cerca.
Ambos abrieron las puertas, y lo que se postraba ante ellos les dejó boquiabiertos. Estanterías a rebosar de libros hacían un largo laberinto, en la sala principal. Fueron mirando por todas partes, buscándole. Llegaron al altar tras mil vueltas, y le vieron. Era alta, de pelo negro, y gafas de ver. Iba vestida con un elegante vestido amarillo, que ondeaba por el suelo. Se encontraba sentada en un sillón, con una torreta de libros a su derecha.
- Hola, buenas, soy...
- Eres la diosa de la luz, Palutena. Aquel es tu sirviente, el ángel Pit, el único del mundo, si no fuera porque tiene una versión sombría, Pit Oscuro, que fue creado a partir del espejo de Pandora, del capítulo cinco, "El laberinto de Pandora", de Uprising. Venís a reclutarme para una batalla entre dioses. Vale, pues mi respuesta es no. No me van las guerras, combato solo por necesidad.
-¿Cómo ha sabido que era el capítulo cinco?- preguntó pensativo Pit.
- Pero diosa Arcana, su habilidad con el arco y su mentalidad nos puede ser de gran ayuda- reprochó Palutena.
- Uhm... Hace tiempo que quiero vengarme de ese granujilla de Hades, pero no voy a combatir, respeto mis principios.
-¡Por favor, ayúdenos, sin usted no venceremos!- dijo él, con lágrimas en los ojos.
Ella le miró ruborizada y muy sorprendida.
- Bueno, lanzar unas pocas flechas no será para tanto- suspiró- Iré con vosotros.
- Vale, ya le daremos noticias- dijo Palutena, mientras se dirigían a la salida.
Al salir del templo, ella le preguntó algo.
-¿Cómo has hecho eso de llorar?
Él se sacó un tarrito de colirio del bolsillo, y sonrió victorioso. Ella se llevó la mano a la cabeza, y suspiró.
- Volvamos al templo.
Emprendieron de nuevo el vuelo, y se dirigieron al templo de la naturaleza.
- Oye diosa Palutena ¿En qué capítulo le daba una buena tunda a Pit Oscuro?
- Pues... En el seis, en el que se llama Pit Oscuro. Qué originalidad ¿verdad?
- Wouh, eres tan sabia como Arcana, diosa Palutena.
-¿Acaso lo dudabas?- respondió sonriente.
No, nunca!
Ambos rieron.

-¿Quién te has creído que eres para desafiar a la diosa de la luz?- dijo ella.
- Uuuh, qué miedo.
- Deberías estar aterrado- dijo mientras se abalanzaba contra él, con su cetro por delante.
Impactó contra su piel, y no le hizo un rasguño. Le miró a la cara, y este sonrió. Iba a golpearle con su puño en la barbila, pero ella lo esquivó de un salto hacia la izquierda.
"Es un dios de oscuridad, solo la luz puede dañarle".
Dió unos pasos hacia detrás, y apretó con fuerza su bastón. De la esfera brotó un brillo intenso. Comenzó a golpear con su cetro el aire en su dirección, y unas rápidas ondas de luz recorrieron el espacio. Este los esquivó. Al ver que no le acertaba, cargó durante unos segundos su ataque más devastador. Apretó con mucha fuerza su cetro, y un gran brillo salió de él. Apuntó hacia él, y una gran ola de luz avanzó incesante. Le arrolló, y quedó en el suelo, cansado y jadeante.
- Me vengaré, ya lo verás- dijo Hades, y tras esto desapareció.
Ella sonrió victoriosa.
Palutena! Ven a mi templo. He de decirte algo- era Viridi.
Ella asintió, y con un leve movimiento de su bastón, desapareció, teletransportándose al templo de la naturaleza.

Kid Icarus y el retorno de los Dioses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora