-¡No puedes alcanzarme!- rió burlona Pandora, mientras corría de un lado para otro.
Llevaban dos minutos corriendo.
Pit Oscuro no podía alcanzarle, y se estaba hartando.
De pronto, ella se dió la vuelta, y le sacó la lengua.
Estaban a tres metros escasos el uno del otro, y ese movimiento le pareció una oportunidad para atraparle. Se abalanzó de un salto hacia ella, y dió una voltereta vertical. Las abrumadoras cuchillas bailaron en el aire, hacia Pandora. Ella rió, y tras un chasquido, desapareció. Las cuchillas impactaron fuertemente contra el suelo, y él cayó arrodillado. Intentó levantarse, pero algo le golpeó fuertemente. Su cabeza impactó contra el suelo. Pandora se sentó en su espalda.
-Pero si no has podido tocarme, angelito negro. Eres muy aburrido.
-¡¿Qué es lo que quieres de mí?!- gritó Pit Oscuro, enfadado.
-Ehm... Déjame que piense. Eres un ser que desde un principio debería estar del bando de la oscuridad, siempre andas con ese otro ángel, y eres mío.
-¿Que soy tuyo?¿¡Quién te crees que eres para decirm...
Pandora le tapó la boca, sin dejarle acabar.
-Hablas demasiado. Te llevaré conmigo, y te dejaré apartado de esta batalla. No querría que te pasara nada.
Pandora se detuvo un momento, y admiró el arma de Pit Oscuro.
-¡Qué arma tan bonita! Es perfecta para mí- dijo ella, emocionada.
Cuando consiguió arrebatársela, la miró con detenimiento. Sin imaginárselo, una descarga de pequeño grosor, pero gran fuerza, hizo que Pandora se cayese hacia atrás. El Aetherion era más poderoso de lo que parecía. El arma salió despedida a unos metros de ellos.
Pit Oscuro se levantó rápidamente, y corrió hacia ella, pero Pandora fue más rápida, y le agarró de las piernas, haciéndole caer de boca. Le arrastró hasta un precipicio que había cerca, y lo dejó en el borde.
- Ya no eres tan machito. Supongo que esto será un adiós- dijo dolorida. El rayo le había hecho mella.
Empezó a empujarle con el pie hacia el fondo, pero él se mantenía erguido.
- Así que valoras tu vida. Reza por ella, y puede que te perdone- dijo, sonriente.
Pit Oscuro miró rápidamente a su arma, que se encontraba alejada, y alargó su brazo hacia ella, esperando a que se moviera a donde se encontraba él. Al ver que no funcionaba, miró a Pandora.
- Ni en mis peores pesadillas.
- Entonces no hay nada más que hablar, angelito negro. Crearé un ejército de verdaderos ángeles oscuros, tú eres defectuoso. Hasta nunca, ha sido un placer
Tras decir esto, le envió al interior del abismo. La caída fue vertiginosa.
-¡Es muy pronto para volver a usar el don del vuelo!- gritó Viridi, deseperada.
Un electrizante sonido recorrió el aire, y fue acércandose a él progresivamente. Algo le agarró por la parte trasera del cuerpo, manteniéndole en el aire.
-¿Estás bien?
Pit Oscuro abrió un poco los ojos, y vió el rostro de Ámbar.
Él asintió, dolorido. Miró su mano, y ante su asombro, su arma se encontraba en su mano derecha. Ascendieron veloces, y volvieron al lugar de antes. Le dejó en el suelo, y miró a Pandora, que iba haciendo destrozos por toda la sala. Se percató de ellos, y les sonrió con malicia.
- Con que salvas a este despojo inútil. No deberías haber hecho eso.
- No iba a dejar morir a un camarada. Te vas a arrepentir, estúpida.
- Uuuh, qué miedo. ¿Y qué vas a hacer?¿Darme un calambre?- y rió sin pausa, varios instantes.
Ámbar apretó enfadada los dientes, y corrió hacia ella. Pandora hizo lo mismo. Cuando se encontraron, hubo un gran choque. Pit Oscuro se encontraba apartado de la lucha, apoyado en una raíz. Se movió como pudo, y se puso en pie.
- No deberias moverte- dijo Viridi- Descansa y déjaselo a Ámbar.
Ambas peleaban incesantes y veloces, tanto que no se les podía distinguir. Estaban muy equilibradas, y no se decidiría nada hasta el final. Pandora atacaba con patadas veloces, mientras que Ámbar con ágiles puñetazos. No se acertaban, debido a que eran muy rápidas, y se esquivaban sin despeinarse. Tras un aluvión de patadas y puñetazos, Ámbar le asestó un fuerte derechazo en la cara.
Ésta, dolorida, se alejó unos metros de ella, y comenzó a hablar, sin aliento.
- Eres más fuerte de lo que creía Bueno, jugaré un poquito más con vosotros. Estaré en mi laberinto.
Tras decir eso, abrió un portal oscuro, y lo atravesó. Ámbar intentó pararle los pies lanzándole un rayo, pero no llegó a alcanzarle.
Suspiró aliviada, y miró a Pit Oscuro, que estaba apoyado en la pared, desanimado.
Se acercó a él lentamente, y le puso una mano en la cabeza.
- Deja de pensar tanto y di algo- dijo con suavidad.
-¿Por qué soy tan débil? No soy capaz ni de derrotar a la diosa más penosa de todas. Soy una simple copia inutil- dijo, enfadado, apretando los puños.
- ¡Eh! No vuelvas a decir eso- dijo ella, consolándole- Se ha vuelto muy fuerte desde tu último encuentro, sólo eso.
-¿Sólo eso?- repitió frustrado- Eso significa que soy débil. No conseguí vencer a Pit, a Radyon ni a Pandora. ¿Acaso sirvo para algo?
Ámbar frunció el entrecejo al escuchar aquello, y le miró a los ojos.
- No eres un inútil, sólo te falta tener más fe en tí mismo.
Pit Oscuro meditó unos instantes, y pensó que vencería a Pandora de una vez por todas, de alguna manera. Miró a Ámbar a los ojos, y asintió con la cabeza.
Un portal se abrió encima de él, y le absorbió, de vuelta al templo de la naturaleza.Capítulo 3: Asedio (Palutena)
Palutena se encontraba sentada en la cama, pensativa. Al haberle quitado sus abalorios y su bastón, no podía hacer nada como salir volando de allí, o llamar a Pit. Barajó varias posibilidades, pero las ideas que iban saliendo a su paso no eran de su agrado. Se exprimió la cabeza en busca de una solución.
De pronto, recordó que los dioses, una vez están en su altar, pueden escuchar todo lo que se les pide o dice, solo con gritar al cielo. Se aproximó a la puerta que le separaba de la libertad, y gritó a pleno pulmón.
- ¡Diosa Viridi!¡Necesito tu ayuda!- tras decir esto, pidió ayuda a varios dioses, sin respuesta-¿Alguien?
La habitación parecía estar insonorizada también.
Agotada e indispuesta, volvió a la cama.
"Ouh Pit, ojalá estés bien" pensó para sus adentros.
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Kid Icarus y el retorno de los Dioses.
Fanfiction¿Qué ocurrió tras la caída de Hades y la victoria de la luz? ¿La luz perdurará para siempre, o la oscuridad volverá a la carga? Dos ángeles, dos diosas, dispuestos a salvar al mundo de la oscuridad.