Soy Luna, Luna Martín.
Mi piel es de tez morena, sin olvidar mis mechas californianas, algo que hace de mi una chica especial, según mi madre.
Mis estudios van bien, he pensado en adentrarme en el mundo de la psicología.
Recuerdo de pequeña como solía a veces cantar, y bastante bien, pero eso cambió con tantas mudanzas, un estrés me invadió y aunque nunca se lo dije a mi familia, supongo que adivinaron cómo me sentía.
Pero eso no fue suficiente para mí madre, hubo más mudanzas y cada vez eran más lejos y mucho más continuas.Esta vez me mudaba a Miami, "playas bonitas, chicos, seguro que te lo pasas fenomenal" recordaba las palabras de mis amigos mientras viajaba en el avión.
Pero no todo sale como lo imaginamos.
Una sensación de angustia me atacó. lo dejé pasar y la verdad es que no le dí mucha importancia.
Media hora después empezé a escuchar gritos de los pasajeros, fue entonces cuando, en un momento de querer saber que pasaba, me quité los auriculares y me giré hacia mi madre, ella estaba durmiendo, seguramente con la música demasiado alto, tanto que no estaba notando lo que pasaba, intenté despertarla pero terminé rindiendome. No había manera, no reaccionaba.Lo ultimo que recuerdo, es como mi angustia me consumía entera y como gritaba una y otra vez hasta no poder más -por favor...despierta mamá-.
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Un amor de verano.
Teen FictionÉl era un chico más. Ella parecía diferente a las demás. Ambos eran distintos y a la vez tan iguales. Ambos estaban destinados a conocerse. Estar juntos, por lo menos un verano. Crear un amor de verano, ¿o tal vez no?.