Un amor de verano.

Capítulo 16 -Lo siento, Sara-.

Narra Luna.

Rápidamente me di la vuelta y entré en pánico. Manu acababa de oírme decir tal cosa. Él me miraba a los ojos, buscando alguna respuesta hacia mi contestación.

-Creo queya no iremos de compras- dijo Abigail intentando calmar la situación.
-Calla, no es momento de pensar en eso- contestó Jenny.

Manuel inspiró lentamente.
-Tampoco es para tanto Manu, es solo una opinión mía, déjame que te-empecé a decir, pero una fría voz me cortó con un "vete".
-Vale, me voy- y con eso salí por la puerta.

No éramos nada, más que unos amigos, si es que se podría decir eso. No tiene motivo enfadarse por eso.
Está bien, pero no para tanto.

Me encontraba caminando por las calles y decidí entrar a una cafetería a tomar algo. Fue en ese momento cuando me acordé de algo, bueno más bien de alguien.

-¿Abi?- susurré.
Genial, mi mejor amiga se había quedado en la casa del señorito.

Narra Manuel

- Bro te has pasado- me habló Carlos.

Me encontraba tirado en la cama, mirando el techo como un bobo.

-¿Y que querías que hiciera? ¿Le aplaudía y le daba las gracias por ser tan fría?- contesté sin mirarle.
-Espera espera espera, ¿fría ella? ¿te escuchaste tu hace unos minutos? Ese vete fue mas frío que el polo norte si eso es posible-.
-Fue culpa de ella- dije sin importancia.
-Estas mal eh, y todo porque a ella no quiere nada contigo, es que además dijo, POR AHORA, te bloqueaste en el no y ahí te quedaste. Eres un fresco y un cómodo, no eres capaz de ir tras ella y hacerla cambiar de opinión poco a poco, pero no, en cambio ¿prefieres tirarte en la cama y esperar a que ella venga a suplicarte?-.
-Sí-.
-Las cosas no son tan fáciles, pensaba que te había quedado demostrado aquella vez cuando pasó eso-.
-Ni se te ocurra meter en la conversación aquello-
-¡Pues si! Sí que lo hago, porque te duele recordar que fue todo tu culpa, si hubieras sido capaz de decírselo y no guardarlo como siempre haces con todo...-me gritó, esto se iba de las manos.
-Si lo hubiera dicho que eh- grité aún más alto, no podía más.
-¡Ella estuviera aquí!-.
-Callate callate, ni se te ocurra volver a hablarme de eso, joder, vete, lárgate de aquí- empecé a decir- vete vete- ya me encontraba llorando.

Carlos salió de la habitación, sabía que con eso iba a  escarmentar mucho, era un tema doloroso para mí.

-Sara...lo siento- susurré.

Siento mucho no haber podido evitar todo eso...

Narra Luna.

-Ya estas llegando a casa, solo unos metros más- me dije a mi misma.

Una fina capa de lluvia empezaba a caer, era tarde.
Sabía que no debería estar tan tarde fuera, pero me había distraído entre tantas tiendas. Lo mejor es que no había comprado nada, simplemente miraba las prendas hasta que me aburría y me iba a otro sitio.

Busqué las llaves en el bolso cuando ya vi mi destino más cerca. Entré silenciosamente, no sabía si mi madrastra ya había llegado. Subí las escaleras lentamente, entré en mi cuarto y una voz me hizo pegar un grito.

-¿Dónde estabas?- dijo Abi
-Me fui a mirar unas tiendas, quería distraerme- contesté

Me agarró la mano llevándome a la cama.
-Ahora, ¿me vas a contar que fue aquello de hace unas horas?- me dijo seriamente, mirándome a los ojos.
Sabía que cuando se ponía así, no se andaba con rodeos.
-Ah bueno, sabes que no me gusta tener una relación, no quiero que el día de mañana me tenga que ir y hacerle daño a esa persona que quiero- le dije mirando a la ventana.
-Pero eso ya no va a pasar cielo, eso era en tu vida anterior, ahora vives en esta casa, con una señora que en mi opinión, no tiene cara de querer mudarse de aquí ni ahora ni dentro de años- contestó.
-Ya, pero- agaché la cabeza, no quería volver a hablar de ese tema.
-No me digas que es...por eso, no va a volver a ocurrir, por una persona que te hizo daño en un pasado no significa que todos vayan a ser igual, y si eso llega a pasar, me encargaré personalmente de dejarlo estéril. Nadie juega con mi mejor amiga- me dijo abrazándome.
-Gracias..- la abracé.

Esta era mi mejor amiga, la tomarán por loca, pero se que siempre voy a poder contarle de todo, que va a estar para apoyarme siempre, no tengo palabras para agradecérselo.