Narra Luna.
Swe lo que estaréis pensando, claro que sí, me he dejado besar, se que no debería haberlo hecho pero ¿y qué? No me pude resistir.
Cerré la puerta de mi casa, y me disponía a subir a mi cuarto,cuando mi mejor amiga me interrumpió y me bajó de mi mundo.
-Esta casa ¿es dónde vives?- me preguntó asombrada.
Yo me empecé a reír -Anda vamos a mi cuarto, te lo explicaré todo- dije agarrándola de la mano y conduciéndola a mi habitación.
Tras haberle contado todo, el viaje, el accidente del avión, mis meses en el hospital y cómo había llegado hasta aquí, Abigail no se lo creía.-A ver si lo entiendo, ¿me estás diciendo que ahora, vives en esta casa, con tu madrastra que es peor que la de Cenicienta y que eres rica?- dijo.
-Ajá, así es la vida, un día te subes a un avión, acabas en el hospital y al final, bum, acabas en una "mansión"-dije alzándo los dedos haciendo comillas- y con un chico que no para de molestarte, pero en el fondo te gusta- rápidamente me tapé la boca.Abi me miró seriamente. -Ese chico, ¿es el de antes? Porque vamos, esta buenísimo, y si por si fuera ya le hacía ge...-no le dejé terminar y le tiré un cojín a la cara.
-Nunca nunca nunca, vuelvas a hablar de él así, ¿lo entendistes?- le dije mientras se reincorporaba.
-¿Acaso te gusta?- preguntó con una mirada pervertida
-¿Qué? No no no no, eso nunca- respondí antes de que terminara de sacar conclusiones.
-Pues entonces no veo el problema de que le haga gemelos, sino te gusta, más para mí- me dijo sin mirarme.Me levanté de la cama y empecé a ordenar las cosas, evitando su comentario.
-¿Sabes? me pregunto como será sin camiseta- solté un soplido y seguí evitándola- y tiene que tener unos músculos...- me gire, ya no soportaba esto.
-Primero, eres una mala persona, segundo, que te den, tercero, tienes probabilidades de tener gemelos, es más, tiene un hermano- le repliqué antes de que siguiera torturándome.
-¿Un hermano gemelo? Pues anda que suerte, uno para ti, otro para mí y ya está, después nos casamos y vivimos felices y comemos perdices- contestó alegremente mientras yo hacía un gesto de desaprobación.
-No, porque primero, no me gusta, y segundo, su hermano tiene novia, lo has entendido, no-vi-a- le dije marcando la palabra novia.
-Lu, estas muy pesada con eso de enumerar las cosas, además, ¿que harías tu sin mí?eh- me contestó, sin darle importancia a lo que le dije.
-Ya pero así es como enti...-rápidamente se tiró encima mío, sin dejar terminar la palabra.
-Te quiero Lu, gracias por seguir viva- me dijo brazándome
- Y yo a ti, Abi- le contesté, correspondiendo su abrazo. Y claro que la quería, tenía razón, que haría yo sin ella.............
Narra Carlos.
-Que sí, que yo te quiero más, venga ya esta, que sí Jenny, que mañana no vemos, yo más, cuídate, te quiero- por fín se había dignado a colgar.
Claramente la quería, era especial, pero me había llamado para que le diera opinión sobre unos juegos, que quería comprarse uno o dos. Al principio me gustó la idea, pero después de dos horas al teléfono, cansaba un poco. Había decidido comprarse uno, que tanto a mí como a ella nos gustaba, y sabía que eso me tendría en su casa, jugando con ella, y no, no son juegos pervertidos, hablamos de la play.Eso es lo que la hace única, ella al vez de ir a las tiendas de ropa, y tenerme horas en una tienda que no me gusta, prefiere las tiendas de juegos. Es, ella, es mi chica, y me gusta, sobre todo cuando la gano y se pone de malas, pero siempre las cosquillas arreglan las cosas.
Recuerdo el día que la conocí, como si fuera ayer, pero no, llevamos de relación un año y cuatro meses.
La conocí en la tienda que se encuentra entre nuestros dos barrios....*Flashback*
Estaba lloviendo, hacia frío , y el mejor sitio para estar era en casa, pero yo prefería no estarlo, seguramente estaría mi hermano, con su nueva novia, presumiendo de ella, mientras mi madre me diría "¿para cuando tendrás una tú, Carlos?" Y mi padre contestaría "Nunca, primero se hace monje". Sus comentarios siempre eran los mismos y cada vez me herían más.
Estaba esperando a que terminara de jugar la partida la persona que estaba con la play, para poder estar solo, y desahogarme matando unos cuantos zombies. Pero hoy no era mi día de suerte, aquel chico no dejaba el mando ni para descansar un rato.
Me quedé mirandolo, tenia unas pintas raras, llevaba una sudadera, con la capucha puesta y unos pantalones de chándal, si, tenía unas pintas raras.
Al cabo de media hora, me cansé de esperar, por lo que me acerqué a el sillón, y con un tono bajo, pero fuerte le dije- disculpa, pero llevas tiempo jugando, le toca a otro..
Aquella persona puso el juego en pausa, y se giró, vi sus hermosos ojos verdes, y rápidamente pude ver que era una chica. Me sentí rojo de la vergüenza.
-Si no te importa podrías jugar conmigo, no quiero dejar la partida a medias ademáa, no me apetece salir de aquí, me gusta- contestó sin notar mi comportamiento.
Cogí un mando, y me senté al lado de ella. Y así me pasé la tarde, jugando con aquella chica. Día tras día quedábamos a la misma hora, aunque cada día venía mas arreglada a nuestro encuentro. No le pedí su número, tampoco le pregunté por que vestía asi, no hacía falta.
Hasta que un día, me digné a pedírselo.
Y sí, así fue como la conocí.*fin Flashback*.
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Un amor de verano.
Teen FictionÉl era un chico más. Ella parecía diferente a las demás. Ambos eran distintos y a la vez tan iguales. Ambos estaban destinados a conocerse. Estar juntos, por lo menos un verano. Crear un amor de verano, ¿o tal vez no?.