Capítulo 12 - Abigail -.

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Narra Luna.

A la mañana siguiente, me desperté por el sonido del despertador, por fin era viernes.
Después de ducharme, bajé a desayunar. Mi madrastra no estaba en casa, divisé una hoja en la encimera, me habia dejado una nota diciendo que salía a comprar. Tipico de ella.

Tras haber desayunado, salí de mi casa. Estaba caminando con los auriculares puestos y tenía la música muy alta por lo que no escuchaba nada.
Alguien me tapó los ojos, y me gritó al oído
-¿Te has olvidado de mi?- rápidamente me di la vuelta, no podía creerlo, ¡era Abigail!, sin pensarmelo dos veces le di un abrazo de esos que te dejan sin aire.
-¿Pero tú, qué haces aquí?-le pregunte alegremente, la echaba tanto de menos.
-Bueno, ya que me dijeron lo ocurrido y decidí venir a visitarte - se quedó pensando- durante tres meses- dijo levantando tres dedos
-¡Qué alegría!, te echaba mucho de menos- dije abrazandola de nuevo.

Seguimos caminando hasta llegar al instituto, casualmente, estabamos en la misma clase.

-¡Luna!-contestó una voz que ya se me hacía conocida.
-¡Hey Jenny!¡cuánto tiempo!- dije alegremente.
-¿Quién es ella?-contesto señalando a mi mejor amiga
-Ella es Abigail, es mi mejor amiga y ha venido a vivir aquí durante 3 meses
Jenny me miró con cara seria,  ¿acaso estaba molesta? Se despidió de nosotras, no sin antes presentarse a Abigail y siguió su camino.

.......

Narra Manuel

Estaba dispuesto a ir a recoger a Luna a la salida, tení que darle la pulsera. Todavía seguía pensando en que significaría la M grabada.
¿Sería su amiga? ¿Su hermano? Qué bobería, no puede ser la M de un hermano,  o a lo mejor sí. Y sí, ¿es de su novio?  Nada mas pensarlo me empezó a hervir la sangre, sentía como mis venas de hinchaban, sacudí la cabeza. No puede ser un novio, sino ¿cómo se iba a dejar besar? Tengo que averiguarlo.
Salí de mi casa hacia el instituto, ya eran casi las 14:30, tenía que averiguar que era esa M o me volvería loco.

Aparqué el coche a la salida del instituto, veía a mucha gente salir, pero a ella en concreto no. De pronto, la visualicé, sentí como mi corazón palpitaba, era tan bonita. Sus ojos se posaron en los míos, y pude notar como intentaba disimular una sonrisa. Detrás de ella le seguía una chica, supongo que su nueva amiga. No era tan bonita como ella, Luna tenía su propia belleza, y no se podía comparar con nadie, era única.

-Hey, ¿viniste a devolverme la pulsera?-me preguntó con una sorisa.
-Sí, toma- dije mostrándola en mi mano- pero antes me tienes que decir que es la M- terminé diciendo con una voz seria.
-No puedo, lo siento, es algo privado- contestó, note como intentaba no llorar
-Está bien, no pasa nada- intenté abrazarla, pero me esquivó- ¿Quieres que te lleve a casa?-pregunté
-Si tanto insistes- dijo la chica de atrás antes de que Luna pudiera responder.
-¿Tú quién eres?- pregunté sin saber por qué seguía aquí.
-Soy Abigail, su mejor amiga desde mucho tiempo, y no, no soy de aquí- esta chica me leyó la mente.
-Vale, suban que les llevo-solo pude decir eso.

Por el camino no podía dejar de mirar a Luna de reojo, ella se encontraba mirando el paisaje, mientras tocaba su pulsera. Seguramente era importante

Al llegar Abigail se bajó, Luna seguía en el asiento.
-¿Qué pasa?- no entendía lo que estaba pasando.
-Gracias por todo, y por no preguntar o insistir, de verdad, gracias- me dijo interrumpiendo.
-No pasa nada, si no quieres contarlo lo entiendo-contesté mirándola fijamente.
Poco a poco me acerqué a ella  hasta quedar  a milímetros, no sabía si besarla o parar, me mataba el hecho de querer y no poder.
-Venga anda, no hagas de esto una eternidad- contestó.
No me dio tiempo a reaccionar, segundo despues Luna acercó sus labios a los mios. El beso duró hasta que nos faltó el aire.
-Vaya- contesté atonico.
-Adió Manuel- contestó rozando sus labios con los mios de nuevo.

No pude decirle adios de nuevo, ya que salió rapidamente del coche y entró corriendo a la casa.
-¿Esto ha pasado en realidad?- no podía creermelo.

Me quedé un rato mas alli, intentándo poder concentrarme de nuevo.
Ella me había besado, se había dejado besar, ella tenía que sentir algo por mi. Y yo, era tan feliz.

Un amor de verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora