Capítulo 16.

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Un ruido hizo que me sobresaltase. Me senté en la cama y me puse las botas rápidamente.
Moví el hombro de Carl suavemente para que despertara. Empezó a abrir los ojos y abrió la boca para decir algo, pero le puse mi dedo en los labios, en señal de silencio.

-Hay alguien en la casa.-susurré.-Tenemos que salir de aquí ya.

-Mis cosas están en la otra habitación, ____.

Dudé un momento pero contesté firme:

-Iré yo a por ellas. Cálzate y espérame en el tejado. Sal por la ventana y quédate ahí. Toma.-le entregué mi machete.-Tal vez lo necesites. Yo llevaré el arco, la navaja y la pistola.

-¿Estarás bien?

-Soy una Ford. Claro que sí.

Sonrío y dijo:

-Ten cuidado.

Metí la pistola en su funda, el arco en la espalda y la cuchilla en la mano. Quité el cerrojo de nuestro cuarto y abrí cuidadosamente.

-Revisar todo. Puede que haya algo de valor.-oí la voz de un hombre de unos cuarenta años en la planta de abajo.

La puerta del baño se abrió y salió un hombre calvo y gordo. Me vio e hizo un amago de gritar, pero me lancé sobre él y la tapé la boca con la mano. Clavé mi arma en su cabeza y le dejé en el suelo haciendo el mínimo ruido.
Tal vez no fueran malas intenciones las de aquellas personas, pero no podíamos confiar en ellos.

Matar o morir.

Me escabullí hacia mi destino y cerré la puerta tras de mí. Cogí la pistola con silenciador y el sombrero de Grimes. Me lo puse en la cabeza para más comodidad y salí por la ventana. Mi amigo estaba esperándome donde le indiqué y le hice señas para que se diera cuenta de mi presencia. Nos separaba un tramo considerable, ya que el tejado se dividía en dos y él se encontraba en una parte y yo en la otra.

-Phhstt. Grimes. Aquí.

Giró la cabeza y por fin me visualizó en el otro extremo. Le hice señales para que bajara y así podríamos huir.
Parece que lo entendió, pues se puso manos a la obra.

Busqué cualquier cosa que pudiera ayudarme a descender. Miré detenidamente y vi una tubería amarrada a la pared de la casa.

-Bingo.

Me senté en el borde del tejado y puse mis pies sobre la única opción que tenía. Me agarré con ambas manos fuertemente, rezando por que la tubería no se rompiera y pudieran descubrirnos.
Carl había logrado bajar sin rasguño alguno y se encontraba debajo de mí, por si acaso necesitaba ayuda.
Bajé poniendo los pies donde debía. Un paso en falso y no querría saber las consecuencias.
Me acordé de los consejos del Señor Payne, mi antiguo instructor. Los puse en práctica y salí victoriosa de la situación.

-Corre, hay que irse. -di el sombrero al castaño, le cogí de la muñeca y ambos nos alejamos los más rápido que pudimos, esquivando árboles.

****
Me senté junto al Sheriff, dejando una ardilla a nuestros pies. Carl avivaba el fuego y yo me dispuse a despellejar a lo que sería nuestra cena.
Cocinamos un poco la carne y la comimos sin hablar. Nuestro estupendo refugio se había ido al garete.

-¿Crees que les encontraremos?-preguntó jugando con un hueso en sus manos.

-No hay que perder la esperanza. Yo encontré a mi padre después de mucho tiempo, y le tomaba por muerto. Estarán bien, son fuertes.

No contestó. Terminé de comer y me levanté.

-Sube al árbol. Yo me encargo de apagar esto.-dijo mientras yo me sacudía el polvo del pantalón.

-Vale.-hice lo que me pidió y me acomodé en una rama.

Carl subió después y no formuló palabra alguna. Debía estar pasándolo mal. Pero así son las cosas, sobrevivir es nuestra misión ahora.
Cerré los ojos e intenté dormir un poco.

****
Un disparo hizo que mi compañero cayera del árbol. Yo me tambaleé pero conseguí mantener mi equilibrio. Intenté contener la risa, pero fue imposible. Bajé de un salto y le ofrecí mi mano para ayudarle a levantarse. Recogió su sombrero del suelo.

-Ja ja. -me dijo.-Ya veremos quién ríe el último.

Rodé mis ojos. Me partía la caja por dentro, pero sería de mala educación reírme en su cara y no quería tener una discusión.

-Ha sido cerca. Puede que hayan sido ellos, hay que averiguarlo.-dijo firme.

-O puede que no. No somos los únicos rondando por aquí, Carl.

Me miró serio.

-Yo voy a comprobarlo. ¿Vienes?

-Es un riesgo innecesario.-me crucé de brazos.

-Voy a encontrar a mi familia, cueste lo que cueste. Si no quieres venir, no lo hagas. Nadie te obliga.

¿Hablaba en serio? Este chico es un bipolar.

-Adelante. Si no son ellos y te atacan, no voy a ir a salvarte el culo. Que lo sepas, Sheriff.-estaba empezando a cabrearme.

-Bien.

No dijo nada más. Negó con la cabeza, dio media vuelta y se fue en silencio.

Que le den. ¿Ves? Al final todos terminan yéndose.

Y me quedé allí, plantada, viendo cómo se alejaba con su pistola en la mano. No se dio la vuelta para mirarme, él siguió su camino.
No me quedaría como una idiota. Cogí y empecé a andar hacia el sentido contrario.

-Otra vez sola. -bufé.

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Puto Carl, siempre arruinando el momento. Buuueeeeno, qué se le va a hacer.
¡Hasta otra!

Everything's going to be okay. | Carl Grimes. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora