Everything's going to be okay. | Carl Grimes. |

Capítulo 24. FINAL

-Judith, estate quieta, por favor. -suplicaba mientras cambiaba su pañal.

-Se te da de lujo. -se burlaba Carl detrás mía.

-Tú sigue así y te estampo la mierda de tu hermana en la cara.

-Mejor me callo, sí.

-Muy bien, pequeña. -la cogí en brazos y la di un besito en el moflete.- Carl, ¿me harías el favor de tirar esto?

-Ni lo sueñes. No pienso coger un pañal.

-Serás tonto...

Caminé hacia el cubo de basura y lo tiré por mi cuenta.

-¿Tanto te costaba? -pregunté graciosa.

-Bastante, sinceramente.

Me senté en la cama de Ashely, con la bebé en mi regazo.

-Bueno... -dijo el castaño sentándose a mi lado.- Creo que ayer dejamos algo pendiente, ¿no?

Le miré con cara divertida y pícara a la vez.

-Tu hermano es un Don Juan, Judith.

-Eso no es verdad. -puso su mano en el pecho, ofendido.

-Pues vas a tener que esperar, señorito.

-¿Acaso te estás haciendo la dura conmigo?

-Puede que sí, puede que no. Quién sabe.

-No me vaciles, bicho. -se colocó su sombrero.

Acerqué mi cara a la suya y susurré:

-Yo no te vacilo, vaquero.

Me levanté y salí por la puerta. Me volví sobre mis pies para comprobar que el chico me seguía, y, efectivamente, se encontraba a unos pasos de mí.

-Buenos días, gente. -saludé entrando al comedor, donde todos desayunaban.

-Gracias por cambiarla, ____. -agradeció Rick cogiendo a la niña en brazos.

-No lo agradezcas. -me alejé y me senté junto a mi padre.

-Buenos días, papá. -besé su mejilla.

-Buenos días, cariño. -dijo cogiendo un trozo de pan.

-Hola, cielo. -saludó también Rosita, sentada a la izquierda de mi padre.

-Tengo algo que decirte. -habló el pelirrojo mordiendo la comida.

-Más bien, tenemos. -corrigió la mujer.

-¿Qué ocurre? -pregunté con preocupación.- ¿Qué pasa?

-Rosita y yo somos oficialmente pareja. -Abraham pasó su brazo por el hombro de ella.

Necesité unos segundos para reaccionar.

-¿Que qué? -dije atónita.

-Lo que has oído. -respondió sonriente.

Rosita pareció ofenderse y siguió comiendo su desayuno.

-¿Desde cuándo? -bajé un poco la voz.

-Ayer por la noche. No voy a darte detalles.

-Qué asco, papá.

El bigotudo rió por mi comentario.
Cogí una manzana un poco pocha y me la metí a la boca.

-____, ¿te vienes con nosotros afuera? -preguntó Noah junto a Beth y Hana.

-Tal vez luego, Noah.