Everything's going to be okay. | Carl Grimes. |

Capítulo 3.

-¿Estás sola?

-Completamente.

-¿Cuántos años tienes?-preguntó curioso.

-No te importa.-respondí seria.

-Me recuerdas a mí. Por fuera de acero y por dentro de cristal.-respondió.

-No sabes nada acerca de mí.-saqué el machete y me puse a andar. Noté que Daryl me seguía y se puso a mi lado izquierdo.

-¿Vivías en la prisión?-pregunté sin mirarle.

-Sí. Tenía un grupo.-explicó.-Nos atacaron y ahora nos hemos dividido. Tengo que encontrarlos.

Noté que Daryl puso su mirada sobre mí pero yo no me inmuté.

-¿A dónde vas, enana?-soltó en una carcajada.

-A buscar a mi hermano. A cualquier lado.-me paré en seco y le dirigí una mirada amenazante.-Y no me llames así.
Continué mi camino.

-Oh, vaya, me tocó la chica dura.-dijo poniendo voz de sorprendido.

****
Daryl y yo estuvimos hablando. Me solté un poco más, era un hombre amable, aunque por fuera, como él decía, pareciera mucho más antipático.

Me contó todo lo ocurrido en la prisión. Sabía que ese hombre en el tanque me sonaba. Era él. El Gobernador.
Me encargaré de él personalmente. Lo juro.

Daryl también me ha hablado de sus compañeros, sobre todo me ha dado la lata con una tal Carol. Babea por ella. Creo que él y yo nos llevaremos bien.

Estuvimos caminando todo el día. Nada nuevo. Muertos, muertos y más muertos.
A lo lejos pude ver una cabaña. Llamé a Daryl que iba un poco más atrás.

-¡Daryl! ¡Allí!-dije señalando con el índice.

Nos acercamos sigilosamente y tocamos la puerta. Gruñidos provenían del interior.

Daryl dio una patada a la puerta y empezó a disparar sus flechas.
En la pequeña cabaña no habría más de seis podridos.
Yo me dedicaba a rebanarles la cabeza. Sólo quedaba uno.

-Yo me encargo.-dije.

Con un movimiento rápido incrusté mi arma en su cabeza. Luego me costó sacarla.

Sacamos a los caminantes fuera de la casa y empezamos a buscar comida y provisiones.

No había mucho. Algunas latas de atún y dos botellas. Pero para nosotros era suficiente.

Después de cenar, en una habitación, encontré un arco y un carcaj con unas cuantas flechas. Me fascinó y decidí cogerlo.

Cuando ya cayó la noche estábamos muy cansados, sobre todo yo.
Daryl se ofreció para hacer la guardia y yo le respondí con una cálida sonrisa. Hacía mucho que no sonreía.

Me tumbé en el suelo y Morfeo me cogió en sus brazos.

****
-Bicho, levanta ya. Tenemos que irnos.-Daryl me despertó pronto y con un mote que no era de mi agrado.

Desayunamos un poco de atún que nos sobró en la cena. Minutos después empezamos de nuevo nuestra marcha.

-Tal vez te lleves bien con Carl.-dijo rompiendo el silencio.-Es de tu edad y puede que Ashely también se haga amiga tuya.

Nunca he sido muy social que digamos, pero hacía bastante tiempo que no mantenía conversaciones con personas de mi edad.

-Puede.-dije.-¿Me vas a enseñar a utilizar esto?-señalé a mi nuevo instrumento.

-Cuando tengamos un rato te ayudaré y cazaremos algo.

****
-¡Me cago en todo! Joder...-alguien gritó a pocos metros de nosotros.

Nos dirgimos rápidamente. Daryl delante y yo detrás.
Se giró y me hizo bajar la pistola. Llevaba una sonrisa en la cara.

-Tú por aquí, Michonne de mi corazón.-habló a una chica morena con rastas. Bastante mona.

-Hombre, Robin Hood, volvemos a vernos.-respondió aquella mujer con una carcajada.

Reí un poco por la bajo. Me hicieron gracia los comentarios que hacían.

-Veo que no estás mal acompañado.-Michonne me miró con amabilidad.-Soy Michonne.-Extendió su mano.

-____.-esta chica me caía bien.

-No puedo decir lo mismo de ti.-interrumpió Daryl. Michonne tenía tres caminantes a su espalda.-Y por cierto, cuida la boca, samurái.

-Me he torcido el tobillo, para tu información.

Parecían una pareja de casados discutiendo. Era cómico.

Ayudamos a nuestra nueva compañera a caminar y nos fuimos alejando poco a poco entre los árboles.
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Ya falta poquito para que aparezca Caaaarl. ♡♡ ^^