E X T R A
El cielo estaba nublado, pero no llovía.
A veces, el clima parecía entender lo que Rafe sentía: una tormenta que no terminaba de caer, pero que tampoco desaparecía.
Caminó por el cementerio en silencio, sin apuro, con un sobre doblado entre los dedos. Era la primera vez que regresaba solo, desde el funeral. Y era la primera vez que no lloraba antes de llegar.
Se sentó frente a la tumba de Cora, con las piernas cruzadas, como si fuera a pasar horas ahí. Sacó la hoja del sobre con cuidado. La había escrito la noche anterior, después del sueño... ese donde ella había vuelto.
—No sé si esto tiene sentido —murmuró, con la mirada fija en el mármol—. Pero lo escribí para ti. No porque lo necesites, sino porque yo sí.
La leyó en voz baja. Palabra por palabra. Su voz temblaba, pero no se rompía. Al terminar, la sostuvo entre las manos un momento... y en lugar de dejarla sobre la lápida, la dobló de nuevo y la guardó en el bolsillo de su chaqueta.
—No puedo dejarla acá. Es demasiado tuya para que se la lleve el viento —dijo con una sonrisa pequeña, como las que solo ella conocía.
El viento soplaba con suavidad. Entonces, sin explicación lógica, Rafe sintió algo. Un calor leve en la nuca. Un cosquilleo en los dedos. Como si alguien invisible se hubiera sentado a su lado.
—¿Estás aquí? —preguntó al aire, sin esperar respuesta.
Y lo supo.
No solo estaba ahí.
Estaba con él.
De la misma forma en la que había estado en el sueño.
La misma calidez. El mismo silencio lleno de amor.
Se quedó quieto. Cerró los ojos.
Y la imaginó: recostada en el pasto, con el cabello suelto, mirándolo como si todo lo que existía estuviera bien solo porque él estaba al lado suyo.
—¿Sabes qué es lo más raro? —susurró— Que estoy empezando a estar en paz. Porque ahora sé que no te fuiste. Solo cambiaste de forma.
Hubo una ráfaga de aire que movió apenas las flores en la lápida. Y algo en su pecho se alivió.
•••
—No pensé encontrarte aquí —dijo una voz a su espalda.
Era su padre.
Rafe no se movió.
—Vine a escribirle... o a hablarle. No lo sé. Necesitaba este momento.
Ward asintió. No preguntó más.
—¿Te hace bien venir?
—Sí.
—¿Quieres que me quede?
Rafe lo pensó unos segundos. Luego negó suavemente con la cabeza.
—Gracias, pero quiero quedarme un poco más a solas. Creo que todavía está aquí.
Ward no dijo nada más. Solo asintió.
Y antes de irse, le puso una mano en el hombro.
No hubo juicio. No hubo prisa. Solo comprensión.
•••
El cementerio quedó en silencio.
Y Rafe volvió a acostarse en el césped, junto a la tumba. Miró el cielo, ahora más claro. El sol atravesaba las nubes con timidez. Y en ese momento... la sintió más fuerte que nunca.
—Me haces falta, pero estoy bien —susurró—. Me dejaste con suficiente amor para toda la vida.
Un colibrí cruzó por delante. Tan rápido que casi lo dudó. Pero sonrió.
Cerró los ojos.
Y por primera vez, no quiso huir del dolor.
Quiso quedarse ahí.
Porque ahí la sentía.
Y eso... era suficiente.
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ENEMIES - Rafe Cameron
Fanfiction𝗧𝗘𝗥𝗠𝗜𝗡𝗔𝗗𝗔 Cora y Rafe no deberían haberse cruzado jamás. Ella, del lado correcto de la isla. Él, criado entre secretos, tensión y caos. Sus mundos eran opuestos, enemigos por naturaleza, divididos por prejuicios, poder y heridas heredadas...
