Rafe
La mujer caminaba delante de mí, y por un instante, el mundo pareció detenerse. Su cabello, su forma de andar, hasta su perfil me hicieron pensar que estaba viendo a Cora. Pero ya no estaba para mí ese dolor ni esa pérdida que me consumió tanto tiempo. Esta vez, solo era una sorpresa.
Sin darme cuenta, la seguí hasta que ella se detuvo frente a una vitrina y se quedó observando su reflejo.
—Disculpa —dije acercándome con cautela—, no quería asustarte, pero... me recuerdas a alguien muy importante para mí.
Ella volteó y me miró con curiosidad, una mezcla de desconcierto y amabilidad.
—¿Ah, sí? ¿Quién? —preguntó con una voz cálida pero firme.
Me quedé unos segundos en silencio, tratando de poner en orden mis pensamientos.
—Se llamaba Cora —respondí—. Tenía esa sonrisa que iluminaba todo a su alrededor... y esos ojos... esos ojos que te miraban como si nada malo pudiera tocarte.
Ella asintió, sin interrumpir, y me invitó a seguir conversando mientras caminábamos juntos por la acera.
—Debes quererla mucho —dijo—. No se puede olvidar a alguien así.
—Sí —susurré—, la amaba más que a nada. Pero... también la perdí. Fue... rápido, demasiado rápido.
Mi voz se quebró un poco y tuve que tomar aire. Ella me miró con respeto y compasión, sin presionar.
—Lo siento mucho —dijo—. La pérdida duele de muchas formas, pero el tiempo enseña a vivir con el vacío.
—Lo sé —contesté, intentando mantener la calma—. Al principio no podía ni respirar, me sentía atrapado en una pesadilla de la que no podía despertar. La última vez que la vi... quise protegerla y no pude.
El recuerdo se me vino con tanta fuerza que me detuve. Ella me tomó del brazo suavemente.
—Si quieres hablar, aquí estoy —me ofreció—. A veces hablar con alguien desconocido ayuda a sanar.
La miré con agradecimiento y decidí contarle más, dejando que esas palabras liberaran un poco la carga que había llevado por tanto tiempo.
—Cora era valiente y dulce a la vez. Siempre veía lo bueno en la gente, incluso cuando ella misma sufría. Su risa era mi refugio... y su voz se apagó para siempre.
Ella me miró con tristeza, y sin saber por qué, la mano que sostenía mi brazo se apretó con fuerza.
—Tu amor por ella es inmenso —dijo—. No creo que alguien pueda olvidarla, pero eso no significa que no puedas seguir adelante.
Suspiré, dejando salir un poco de ese peso que cargaba.
—He aprendido a vivir sin ella, a recordarla sin que duela tanto. Pero verte... fue como un flash, una chispa que me hizo recordar todo de golpe.
—A veces el pasado vuelve para recordarnos lo que hemos superado —dijo ella—. Pero también para darnos fuerza para seguir.
La miré una vez más, sonriendo con melancolía.
—Gracias por escucharme —dije—. No esperaba encontrarme con alguien así hoy.
Ella me sonrió, dio un paso atrás y, justo antes de girarse para alejarse, dijo con una voz suave y casi en un susurro:
—Nos vemos no muy pronto, espero.
No volteó atrás.
Me quedé paralizado, con la frase resonando en mi cabeza. Esa misma expresión, ese mismo tono, era algo que solo Cora solía decirme, casi como una señal.
Mientras la veía desaparecer entre la multitud, sentí una mezcla extraña de confusión y esperanza.
¿Serían estas pequeñas coincidencias una forma en que Cora aún me hablaba? ¿O simplemente mi mente jugaba con recuerdos y deseos?
Lo cierto es que esa frase me quedó grabada, y algo dentro de mí me decía que, de alguna manera, Cora aún estaba presente. No en cuerpo, pero sí en señales... en susurros que la vida me enviaba cuando menos lo esperaba.
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ENEMIES - Rafe Cameron
Fanfiction𝗧𝗘𝗥𝗠𝗜𝗡𝗔𝗗𝗔 Cora y Rafe no deberían haberse cruzado jamás. Ella, del lado correcto de la isla. Él, criado entre secretos, tensión y caos. Sus mundos eran opuestos, enemigos por naturaleza, divididos por prejuicios, poder y heridas heredadas...
