II

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-Deberías ir a enfermería. - Dice Daniel

-No es necesario - Digo quitándome la sangre. - Sólo me pegué, es todo.

-Bien, si tú lo dices. - Dice ayudándome a levantarme - Por cierto, tengo una duda, por qué ese nombre tan raro?

-No lo sé, creo que significa "Brillante" en japonés. No quiero hablar de eso.

-Bien, será. Tenemos que ir a clase.

-Bien.

Tomo mi mochila y salgo de la habitación junto con Daniel. Nos dirigimos al salón 3E, que sería nuestro salón de clases.

Me siento de los últimos. Daniel se sienta a mi lado. Dejo mi mochila en el suelo y trato de peinar un poco mi cabello con mis dedos.

La sala se vá llenando poco a poco. Muchas chicas vienen en grupo. Sorpresivamente, vienen las dos chicas que ví en el auditorio. Y nuevamente, están tomadas de las manos. Ambas se sientan juntas.

La más pequeña, le dice algo a la otra chica. La chica se quita su bufanda negra y se la coloca a la pequeña. La pequeña le sonríe.

Un olor familiar me hace estremecerme. Miro a la puerta. Una chica entra. Su cabellera es abundante y negra, bastante oscura. Ella se gira, entonces me sorprendo.

Su ojo izquierdo está tapado con un parche de rosa. Nunca había visto un parche así.

Un rápido recuerdo vuelve a mí.

Su piel es blanca, del color de la nieve, sin exagerar. Sus ojos son negros. Camina lentamente y con la mirada perdida. Se sienta de las últimas en el lado de la ventana.

-Buenos días alumnos. - La profesora entra.

Todos se levantan y saludan. Hago lo mismo, luego nos sentamos.

-Muy bien, seré su profesora jefe. Mi nombre es Brenda. Un gusto en conocerlos a todos.

La profesora inmediatamente comienza la clase. Vaya sí que en esta escuela no pierden tiempo.

Comienzo a anotar todo lo que la profesora dice.

Veo a mi derecha. Frunzo el ceño. Veo a las dos chicas de antes. La pequeña está durmiendo en la mesa. La otra chica le coloca una pequeña almohada en la cabeza y la abriga con su chaqueta. Toma su cuaderno.

Lo que veo ahora me sorprende.

La chica está escribiendo en dos cuadernos, con las dos manos, al mismo tiempo.

Bien, este instituto es raro.

O quizás son las personas, de seguro.

O ambas, ya está.

(...)

La clase termina. Era momento del almuerzo, en el cual nos daban una hora de receso.

Me estiro en mi asiento. Saco mi almuerzo de mi bolso.

-Hey, almorzamos juntos? - Daniel se me acerca con su almuerzo en mano.

-Supongo que no tengo problema con eso - Él sonríe y coloca su almuerzo en mi pupitre. Gira la silla de adelante y se sienta en ella.

-Qué te trajeron? - Pregunta Daniel.

-Un sándwich. Mi madre no tenía tiempo de cocinar algo.

Nunca tiene tiempo.

-Y a tí?

-Yo mismo cociné Onigiris. Quieres uno?

-No, gracias. No tengo mucha hambre.

Levanto la mirada. Veo a la chica del parche en una esquina. Ella toma sus cosas y las guarda en su bolso. Cuelga su bolso en su hombro y se levanta de su pupitre. Se dirige hacia la puerta de la sala.

Me quedo paralizado.

Antes de salir de la sala, la chica gira su cabeza un poco. Entre su cabellera, puedo ver su ojo izquierdo y me observa. Inmediatamente luego de eso, sale de la sala.

Trago saliva.

-Seguro que no quieres? Están riquísimos - Dice Daniel con la boca llena.

-Seguro. Permiso.

Tomo mi almuerzo y mi mochila me la cuelgo en mi hombro. Salgo inmediatamente de la sala.

Veo a la chica subiendo unas escaleras. La sigo lentamente. Finalmente, llega hacia el último piso, que vendría siendo la terraza.

No sabía que había una en esta escuela.

La chica está en uno de los bordes, yo estoy lejos de ella, en la otra esquina. Su corta melena se balancea en el viento.

Éramos los únicos aquí, el viento era el típico de otoño, el ideal.

Ahora que lo pienso, por que la seguí?

No tengo nada que hacer aquí.

Aunque esa chica me provoca curiosidad, y bastante.

Suspiro y me giro. Escucho unos delicados pasos. Inmediatamente me detengo. Giro mi cabeza un poco.

Logro ver que la chica deja su mochila en el suelo. Ella se sube a la barandilla lentamente.

Mis ojos se abren por completo y me giro rápidamente.

-DETENTE!!!

Corro hacia ella. Ella se inclina hacia delante. Lo que sucede después pasa lentamente ante mis ojos.

Corro rápidamente hacia ella. La veo inclinarse hacia adelante y sus pies dejan la barandilla.

Me inclino en la barandilla y logro tomar su mano. Ella se golpea fuertemente su cuerpo contra las paredes.

Ella levanta su mirada y me observa sin expresión alguna. Ella no hace ningún esfuerzo por subir.

Agarro con fuerza su muñeca. Apreto mis dientes con fuerza.

-Qué esperas?!?! Sube!!! - Grito. Ella sigue mirándome sin expresión alguna. -Maldición!!

Jalo de ella fuertemente. Logro tomar su antebrazo. Finalmente, jalo con todas mis fuerzas.

La tomo debajo de sus axilas y jalo hacia arriba. Ella ya está de nuevo en la terraza. Es como una muñeca, es bastante liviana y delicada. No se mueve.

Mis ojos siguen abiertos. Me siento en mis rodillas, sin soltar a la chica. Ella se sienta junto conmigo. Mi respiración es acelerada.

Vuelvo a la realidad.

-En qué estabas pensando?!?! Acaso estás loca?!?! - Digo mirándola a los ojos.

Ella sigue mirándome sin expresión alguna, fríamente.

-Responde!! - La agito de los hombros.

-Eres tú.

Mi ángel (HISTORIA INTERACTIVA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora