XXI (*)

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Estoy justo al lado de la chica, su olor cubre mis fosas nasales. Tapo mi nariz y respiro por la boca. Miro entre el armario.

Veo que una chica entra con una linterna y se dirige a la mesa. De allí, saca una hoja y deja la linterna en la mesa. Comienza a escribir en la hoja.

La chica llevaba guantes y un delantal blanco. Tenía manchas de carmesí. Su cabello estaba recogido en un tomate.

Escribía sin parar, sólo se concentraba en eso. Es cuando entonces, siento que algo viscoso cae en mi cara.

Olía asqueroso.

Trato de ignorarlo y observo a la chica. En su delantal, tenía la tarjeta verde que necesitaba. Ella se ladea un poco y observo su rostro.

La chica era del instituto, al parecer, iba en el último año.

Necesitaba esa tarjeta para salir de aquí. La chica termina de escribir. Deja el papel a un lado y toma la linterna.

Tengo que actuar rápido.

Observo a la chica muerta. Está atada en la parte de arriba con una cuerda. Tengo que hacer esto, tengo que hacerlo.

Tiro fuertemente de la chica hacia abajo y abro la puerta del armario. Tiro la chica fuera.

Escucho el grito de la chica.

-Dios mio! Qué animal ha hecho esto? - Me asomo un poco. La chica se acerca a observar el cuerpo.

Aprovecho cuando está cerca y salgo de mi escondite. Le doy un empujón y ella cae al suelo. Me subo sobre ella.

-¿Quién eres tú? - Me pregunta la chica.

-Eso no interesa. No te haré daño, pero necesito que me respondas unas preguntas, ¿Entendido?

Miro el cadáver y saco la cuerda del cuello de la chica. Doy vuelta a la chica y ato sus manos, juntas.

-¿Para qué se necesita una tarjeta al entrar a la habitación?

-Es sólo para personal autorizado.

-¿En un instituto? ¿Por qué? ¿Por qué hay algo que los alumnos no pueden ver?

-Ordenes del director. Mi boca quedará cerrada.

-No te aproveches de que te dije que no te haría daño. Estoy cambiando de opinión. ¿Ordenes del director o de su hija? ¿Eh?

-De su hija.

-¿Dónde está el director ahora?

-No lo sé, nadie lo sabe. Al parecer está siendo protegido.

-Entendido. ¿Cómo sé que no me mientes?

-Puedes leer los papeles sobre el escritorio.

-Bien... ¿Hay personas en la habitación?

-No, era sólo yo. Los demás fueron a buscar más medicina y medicamentos.

-¿Para qué? ¿Qué hacen allí?

-Somos científicos, sólo hacemos las cosas que Hikari nos dice.

-Tú eres tan sólo una alumna, ¿Cómo puedes llamarte a ti misma científica?

-Fui entrenada desde que entré al instituto especialmente en el rango científico, sin siquiera saberlo.

-¿Qué ganas tú trabajando para Hikari?

-Protección. Eso es todo lo que necesitamos ahora.

-Bien, has sido una buena niña, pero no puedo dejarte aquí. Lo siento.

Mi ángel (HISTORIA INTERACTIVA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora