The pleasure is... [Terminado]

Capitulo 9.

** Pov. Aoi (ShiroyamaYuu)**

–Disculpe joven pero el amo Takashima no quiere ser molestado –sus sirvientas me insistían e impedían el paso para ver a Kouyou.

Hacía dos días Masumi había sido secuestrada y no había recibido alguna noticia de sus captores. A cambió de liberarla me habían pedido la mitad de mi fortuna, pero ¿cómo iba yo a darles la mitad de algo que no me pertenecía? Esa fortuna era de mi padre y yo no podía disponer sobre ella... o no después de que le había gritado tantas veces de que no quería su sucio y podrido dinero, no podía recurrir a él y menos para decirle que su dinero serviría para liberar a mi novia, una prostituta. Solo podía recurrir a alguien y ese era mi mejor amigo Kouyou Takashima, sus padres tenían más fortuna que la de mi padre, y él amasaba más dinero con su nuevo negocio del cual yo no tenía idea alguna.

–Necesito verlo, ¡Es urgente! –aparte a la muchachas de mi camino y corrí a su habitación. Las sirvientas corrieron y gritaron para detenerme pero no pudieron lograrlo. Abrí la puerta de golpe, ese Kouyou era un idiota.

Estaba en la cama con una mujer de tez morena, joven y su cabellera era completamente oscura. Se supone que Kouyou tenía pareja y su nombre era Miho ¿Qué hacía con esta chica teniendo sexo? bueno, no era extraño de Kouyou.

– ¿No les dije que nadie debía molestarme? –gruñó él levantándose de aquella chica mientras ella soltaba un gemido agudo –son tan incompeten... ¿Yuu? ¿Qué rayos haces aquí? ¿Por qué no llamaste?

–Ohh Llamé, ¡claro que lo hice! Pero debes estar tan ocupado teniendo sexo con cada mujer que vez ¡Que seguramente no lo notaste! –le grite mientras hacía mis manos puños.

Kouyou suspiro y bajo de la cama. Tomo del piso un vestido y lo arrojó a la chica en la cama, ella, malhumorada lo tomo y se bajo igual de la cama frunciendo el ceño al verme. Abrazó su vestido y salió de la habitación dando un fuerte portazo.

–Yo nunca te he interrumpido cuando tienes sexo con alguien, ¿por qué tu si me interrumpes? –Kouyou me gruñó desde el minibar de su habitación.

–te pedí hace dos días que me ayudarás, Kou, ¡Estoy desesperado! -suspire dejándome caer en uno de sus sofás –yo... de verdad no se qué hacer sin ella

Kouyou se paro frente a mí y me ofreció un vaso con whisky, lo tome y di un trago. Kouyou con el suyo propio caminó hasta su cama y dándole tragos a este tomó su ropa del piso.

–Es una prostituta, sabías qué algo así pasaría –Kouyou comenzó a vestirse mientras hablaba –y por fortuna fue ella y no tu.

–Hubiese deseado mil veces haber sido yo y no ella –gruñí golpeando mis piernas con mis puños.

–Tal vez... tal vez se fue con otro –Kouyou volvió su vista a mí mientras abotonaba su camisa- tal vez te mintió y no te amaba realm...

No deje terminarlo, me lance sobre él tomándolo del cuello. Masumi no era de ese tipo de mujeres, a pesar de que fuera prostituta solo había un hombre en su corazón y... por muy egoísta que fuera, sabía que ese hombre era yo.

Comencé a presionar el cuello de Kouyou cómo mi padre lo hacía conmigo. Masumi no podía irse con alguien más. Kouyou era un idiota al suponer eso. En defensa, él me tomo de las manos y aventó al piso, caí en este frustrado y comencé a golpear el piso con mis puños. Odiaba no saber que era de Masumi, o saber si seguía viva. De la misma rabia y desesperación comencé a llorar.

Mis ojos borrosos me impedían ver algo, frote estos un poco y pude ver a Kouyou en cuclillas frente a mí con un vaso con whisky en las manos. Lo inclino a mí, ofreciéndomelo.

– ¿Realmente quieres ser tu en lugar de ella? –miraba fijamente mi rostro.

–Ella... no tiene la culpa de que yo me haya enamorado... –suspire y golpee una vez más el piso –quiero ocupar su lugar, no quiero que ella sufra.

Kouyou inclinó más el vaso a mí y yo lo tome. Bebí este y al entregarle en vaso sentí como mi cabeza dio vueltas. Kouyou recibió el vaso y en el entrecerrar de mis ojos pude ver una amplia sonrisa en el rostro de él.

** Pov. Kouyou Takashima**

–Señor, ella no ha querido cooperar –uno de los trabajadores se acerco a mí con un aspecto cansado.

La bodega donde tenía retenida a Masumi, era propiedad de mi padre. Una bodega que se ocuparía para guardar distintas cosas, yo también debía guardar algo... y que mejor que a la novia  de mi mejor amigo. Una chica que sin saberlo me haría ganar una fortuna. Pero, esta mañana había ganado algo mejor... algo que me haría podridamente millonario.

Yuu me llamo al día siguiente de que su novia fue secuestrada pidiéndome una cantidad de dinero, hacer pasar ese dinero por la mitad de su fortuna y así poder liberarle, pero ¿Por qué iba yo a querer mi propio dinero? Quería mas dinero, quería ganar sin esforzarme, nada mejor que tomar el burdel de mi "novia" y tomar algo prestado a cambio de algo, yo no me quedaría a Masumi, por supuesto. Y para mejorar mi fortuna, Yuu se ofreció hoy a cambiar su libertad por la de ella, si el padre de el se enteraba de su secuestro, podía incluso tener todo su dinero sin problemas. Era perfecto, teniendo ahora al idiota de Yuu en mis manos, tendría todo lo que siempre quise.

–No importa –tome de mi chaqueta mi cajetilla de cigarros y tomando uno lo acerque a mi boca, lo encendí y di una calada en el rostro de mi trabajador –en el auto esta su cambio, sáquenlo y pónganlo en la misma habitación que ella... también quiero que pongan una cama de video con micrófonos... quiero ver como se despiden.

Mi trabajador asintió y camino fuera de la bodega con cuatro hombres más. Con una sonrisa de satisfacción camine hasta la habitación donde la teníamos encerrada, por la mirilla la vi.

Una Masumi cansada y débil estaba atada a una silla. Los pies atados a las patas de esta y sus manos en el respaldo. Sus ojos los cubría una gruesa tela negra, sus labios los aprisionaba una mordaza. Golpee con mis nudillos la puerta y Masumi levanto la cabeza que hasta entonces estaba cabizbaja. Se agito en la silla haciendo tambalear esta, estuvo a punto de caerse pero volvió a balancearse con su peso logrando equilibrarse. Por un momento un latido de compasión entro en mí, pero no podía permitirme la compasión... aquellos hombres no tuvieron compasión conmigo y yo no la tendría con nadie, nunca más.

Tome de una mesilla junto a la puerta un pequeño dispositivo que distorsionaba la voz, un ayudante lo creo para cuando "el jefe" es decir yo, decidiese hablar con la víctima, lo encendí abrí la puerta. Masumi agito su cabeza y balanceo su cuerpo hacia donde entro la luz o más bien el aire fresco.

– ¿Cómo te sientes "Taia"? –me acerque lo suficiente a ella para examinar lo poco que podía ver de su rostro, baje su mordaza y acaricie con lentitud sus labios.

–Déjeme ir... –sollozo removiéndose un poco en la silla –no tiene porque hacer esto...

–Pues veras... si debo hacerlo –volví a colocarle la mordaza y ella trato de oponerse un poco –pero, bueno no lo entenderías... no, no... como sea hoy tengo una muy buena noticia. Te traeremos visitas, al amor de tu vida...

De la boca de Masumi salieron unos extraños ruidos y movió más su silla. De la mordaza salieron unos cuantos gritos.

Enseguida entro la joven que nos ayudaba, una pequeña de 15 años que necesitaba mucho dinero, comenzó apresuradamente a colocar la cámara y los micrófonos mientras Masumi gritaba sofocadamente. Cerré la puerta casi azotándola y sonreí de satisfacción.