-Mira aquí -el doctor movió la luz de la pequeña lampara de derecha a izquierda y por reflejo seguí esta -sin daños cerebrales, después de todo solo fue la herida del hombro causada por la bala, señorita Masumi. Con los cuidados y medicamentos que le dimos hace unos días serán suficientes para que cicatrice la herida y recupere la movilidad total.
-¿Es necesario que vuelva? Es que no soporto los hospitales -le mire acomodando con cuidado la hombrera de mi abrigo sobre aquel vendaje grueso. Frunci un poco el ceño al pasar a tocar esta. Sobre el vendaje dolía.
-Solo para quitar la sutura, un par de semanas tal vez -el joven doctor miro su muñeca derecha donde tenia un gran reloj, observo aquel y rápido fue a la puerta tomando sus cosas de médicos -tengo algo que atender, agende su cita con la enfermera, por favor.
Asentí y le mire salir.
Me quede aun sentada en el pequeño banquillo del diminuto consultorio mirando a la fija nada. Todo había sido tan rápido. Tan rápido como empezó.
Kouyou había apuntado hacia mi cabeza el arma y cerré los ojos, no con miedo, con resignación.
Mi vida no había sido muy buena, había cosas peores tales como lo de Kouyou... pero, en mi caso me habían dado la oportunidad de amar y que alguien me amara y en ese momento moriría frente a esa persona. Al menos esa persona y yo sabíamos cuanto nos amábamos.
Después el disparo que se escuchó lo acompañó un golpe seco. Abrí los ojos con miedo. Por fortuna o desgracia quizá, la bala sólo había dado en mi hombro derecho, ardía y quemaba lo que parecía ser un pequeño agujero dejado por la bala. La sangre tibia corría pero yo miraba absorta otra escena. Escena que ocurría justo a mis pies.
Kouyou estaba en el piso forcejeando mientras un hombre robusto vestido de policía -fuerza especial tal vez- le ponía unas esposas en las muñecas, el arma estaba al otro lado de la bodega. Mire a Yuu de reojo, y un par de policías mas le liberaban y un par hacia lo mismo conmigo; en cuánto liberaron mis manos y pies lleve una de mis manos a la herida de mi hombro que cada vez derramaba mas sangre y hacia mi visión mas borrosa, todo parecía estarse enfriando. Yuu, una vez libre se incorporó caminó hacia mi con uno pasos temblorosos, y una vez que sus manos tocaron mis mejillas yo me desvanecí sin mas.
Me hubiese en cantado saber que paso después.
Hacia ya tres días de aquel incidente y hacia tres días no veía a Aoi. El ultimo texto que recibí de él me decía que su padre estaba en el hospital por el sobresalto de la noticia del secuestro. Así, que inmediatamente me di cuenta que el padre de Aoi no había podido mandar a la policía para buscar a Aoi. Seguramente Aoi sabia lo que pasaba pero no me atrevía a llamarle para pedirle una buena explicación.
Suspire con la imagen de Aoi en mi mente y salí del consultorio directo a mi departamento, ya no había ido a trabajar y realmente ya no pensaba hacer eso de nuevo. Taree se había ido a quien sabe donde, Kouyou estaba en la prisión y Miho seguramente me odiaba por que su chico especial estaba recluido. En la mínima oportunidad que tuviera, podría matarme.
***
-Señorita, ¿Por qué tan sola? -un hombre me llamo mientras subía las escaleras que daban a la entrada de mi departamento. Este hombre estaba justamente ahí, de pie.Voltee hacia la voz decidida a lanzar un insulto pero sentí como la misma se quebró y mis ojos se llenaron completamente de lágrimas.
Era Aoi quien me hablaba, y sin pensarlo dos veces corrí a abrazarlo a pesar del dolor que llego a mi hombro.
-Pensé que no te vería de nuevo -dije entrecortadamene llorando en su pecho, él paso una mano por mi pelo y acaricio suavemente este.
-Yo no podría vivir sin ti, Masumi -acaricio más mi pelo y beso mi cabeza -decidí que era momento de cuidar de ti a diario, mi padre puede esperar un poco.Me aparte de él con una sonrisa y pase la mano por el vendaje de mi hombro. Él hizo una mueca pequeña al verme pero yo le correspondí con una sonrisa, al fin estaba con él, no era para entristecernos.
-Vamos dentro, tengo hambre -le sonreí a la vez que levantaba la bolsa de plástico blanca con los víveres que había comprado con la escasa plata que me quedaba. Si no trabajaba en menos de una semana moriría de hambre.
Aoi me sonrió y tomando mi mano espero a que abriera la puerta de mi departamento. Como siempre, costumbre mía mire al piso y ahí había un sobre blanco. Aoi se adelanto y tomo el sobre por mi.
-Juzgado no. 65 -comenzó a leer en voz alta al abrir el sobre pero enseguida leyó para si mismo, después hizo una pausa y me miro -tienes que ir a declarar... contra Kouyou.
Trague la saliva que en mi boca se había acumulado, yo no quería saber nada de Kouyou ni su 'asociación'. Yuu me abrazo al ver mi reacción y enseguida me abrazo ocultandome en su pecho.
-N-No quiero, Aoi... -llore en su pecho -No quiero ver de nuevo la cara de... él, yo no quiero
-Se que no quieres, y te entiendo... Pero si lo haces ahora -me apartó de él y acaricio mis mejillas -te aseguro que Kouyou no volverá herirte ni a ti, ni a nadie mas
-¿Y si en el juicio Kouyou hace algo? -murmuré aun derramando lágrimas.
-¿En serio crees que yo, Yuu Shiroyama permita que dañen de nuevo al amor de su vida? -cerro los ojos y haciendo otro tono de voz negó haciéndome reír -me ofende usted Masumi Saito, me ofende
-Aoi... -le sonreí completamente y estire mis labios a él levantandome de puntillas.Aoi que pareció entender el mensaje me sonrió y acerco sus labios a los mios. Los jugosos labios que creí que nunca mas volvería a probar.
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The pleasure is... [Terminado]
FanfictionSaito Masumi, una joven chica que por decisión involuntaria adquiere el trabajo de prostituta, odiando a todos y cada uno de sus clientes, perdiendo la esperanza en el resto de la vida, sin deseos de avanzar. Hasta que una noche, alguien sin pensarl...