Capitulo 15.

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Entonces algo en mi colapso y sentí como donde debía estar mi estómago fue "rellenado" por un agujero negro que se me estaba tragando. Sentía mis dedos helados y como comenzaba el sudor helado a resbalar por mi piel. Era terrible, no quería estar ahí, quería huir de ahí. Pero, no podía porque, por si fuera poco mis piernas tampoco respondían... era tan terrible la situación.

Mire a mi derecha y Yuu me regalo una amable sonrisa y podía asegurar en mis dedos entumidos un ligero apretón en mi mano por parte de él. Trague grueso y mire al frente donde el juez ya había llegado e hizo pasar al acusado. Moví mi vista al piso pero por inercia o por deseo levante esta para verlo entrar.

Llevaba puesto un traje color beige con mangas cortas que le hacía lucir un poco más pálido de lo que ya era su piel; bajo sus ojos había unas ojeras muy grandes en un tono verdoso; estaba más delgado que la última vez; su pelo castaño estaba acomodado en un intento de querer haber sido peinado eso sí, estaba bien lavado; los labios que mucha tentación habían causado estaban resecos pero mantenían esa curiosa forma ondulada. Era lo que parecía más bien un doble muy demacrado de Kouyou. Las esposas le habían rozado tanto las muñecas que ahora estas se veían completamente rojas y podía jurar que apunto de cortarse.

Sus ojos se desviaron de izquierda a derecha con un aire desesperado. Primero me miro a mí y sus ojos irradiaron desprecio. Seguido a Yuu, aún más desprecio combinado de piedad... claro, eran "mejores amigos". Una vez que Kouyou tomo su lugar, dio inicio a todo, comenzando por los cargos: robo, trata de blancas, estafa, violación, privación de la libertad (secuestro), intento de asesinado, daño físico a individuos... ¿Cómo es que alguien que parecía haber sido hecho a mano por los mismos ángeles pudo haber creado tanto daño?

Kouyou no declaro nada y automáticamente pasaron por los testigos, ahí entraba yo y mi nombre fue el primero en relucir, y solo hasta entonces paso por mi mente que era lo que les diría a los presentes.

– ¿Jura decir la verdad? –el juez me miro con seriedad y yo mire al resto de la sala, mis piernas temblaban y todo daba vueltas. Sentía que vomitaría.

–Sí, juro decir la verdad –. Logre hablar sin tartamudear aunque sentía que me desmayaría.

–Diga usted su nombre y apellidos

–Saito Masumi... –humedecí mis labios evitando mirar a Kouyou, sentía que saltaría a mi cuello en cualquier momento.

– ¿Profesión...?

No me haga decir eso por favor. Pero, ¿Cuál era la verdad? No había otra profesión.

–P... Prostituta –. Levante mis ojos y varios cuchicheos llegaron, cuchicheos del jurado, de otros testigos y una sonrisa sínica en el rostro de Kouyou –estoy orgullosa de serlo – agregue aumentando el ruido enseguida el juez mando a callar a los demás.

Después de eso comenzaron las preguntas: ¿Conocía yo al acusado? ¿Desde cuándo lo conocía? ¿Mantenía una relación íntima o de trabajo con él? ¿Cuántos encuentros sexuales habíamos tenido? ¿Si habían sido consentido o forzado? ¿Qué hacía yo cuando me privo de mi libertad? ¿Fue consentido o forzado?

Respondí cada pregunta de una forma casi automática, forzada pero sincera. Cuando hable de la vez que me acosté con Kouyou en pleno uso de mis facultades, después de la cruda visión en la casa de Yuu vi como el torcía levemente la boca y miro el piso con profunda decepción, para después mover sus ojos a mí. Si, durante nuestra estancia en esa habitación mencione que me había enamorado de Kouyou, pero, realmente nunca lo había pensado correctamente. Yo había creído en Yuu, y lo esperaba ansiosa cada fin de semana, era amor ¿cierto?

–Muchas gracias, señorita Saito –después de tantas preguntas en contra y a favor de sus crímenes me dejaron volver a mi lugar, esperaba poder darle la mano ahí a Yuu pero enseguida fue llamado a rendir su declaración.

El mismo proceso. Conocí la profesión de Yuu o lo que se decía profesarse, era administrador y yo nunca me había interesado por saberlo, para mi podía ser un gigolo y no tendría ningún problema. Reí mentalmente por mi idea y escuche cada palabra de su declaración, casi las mismas preguntas solo omitiendo las sexuales agregándole los detalles de tener dinero y si había una deuda entre ellos. Pasaron los minutos hasta que Yuu termino de declarar y volvió a su lugar.

–Siguiente a declarar...

Mire al frente y era Miho, iba tan tranquila pero con los ojos tan hinchados de tanto llorar. ¿Por qué estaba Miho aquí? Rebusque entre las personas y una me llamo la atención. El pelo rojo hasta los hombros tratando de cubrirse con una mascada color gris, unas grandes gafas y un traje sastre del tono de la mascada, sin duda era Taree, ¿ella declararía también? No, no lo haría pues ella quería ser libre y declarar la llevaría tras las rejas.

Fueron dos largas horas donde todos los puntos de vista iban contra Kouyou, inclusive los de Miho que lloro inconsolablemente por que la persona a que amaba ya no estaría con ella. Era triste aun porque Kouyou no amaba a nadie, solo al dinero que podía obtener, había recibido millones de ella y solo por eso la quería.

Despejamos la sala por unos minutos mientras se decidía el destino de Kouyou, aunque la mayoría sabíamos que iría culpable. Mire de reojo a Yuu que no se había apartado de mi ni un solo minuto a pesar de no dirigirme palabra alguna. No lo pensé dos veces y me abrace a su brazo, el correspondió acariciando mi cabeza, entrelazando sus dedos entre mi cabellera negra.

–Tengo una idea –susurro despacio y yo volví mis ojos a él soltando mi agarre haciendo que el llevara su mano a mi mejilla.

– ¿y es...? –sonreí por su caricia y acurruque más mi mejilla en esta.

–Vamos a la playa acabando esto, vamos a tu departamento por ropa y nos vamos –sonrió plantando un beso en mi frente haciéndome sonreír y sonrojarme a la vez –podemos comprar allá lo que nos haga falta, ¿Qué dices?

–Me parece perfecto –suspire y le abrace.

–Y allá decidiremos lo que será de nuestras vidas –sonrió de nuevo y ahora planto un delicado beso sobre mis labios.

–Yuu... –susurré y el me miro confundido –. Te amo...





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Otra nota de disculpa o algo así.

Sé que tarde en actualizar, pero esta vez lo haré más continuamente. Lo prometo.

Yuu



The pleasure is... [Terminado] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora