Suspire mirándome al espejo de cuerpo completo que había en mi habitación.
El nuevo vestido que me había comprado Yuu era lindo, nada parecido a lo que solía usar. Era un vestido en tono lila con verde, con tirantes en vez de mangas y el largo rozaba mis pantorrillas. Me veía por primera vez decente, sin intenciones de regalar placer de buenas a primeras.
Até mi pelo largo y negro en una coleta, me coloque el suéter blanco y delgado que Aoi me compro en conjunto con el vestido, salí de la habitación para encontrarlo a él sentado en un pequeño sofá de mi departamento, tenía un ramo de tulipanes en las manos y al verme sonrió.–Que hermosa, Masumi
–No me siento muy cómoda –le sonreí nerviosa y acomode la falda del vestido –creo que mejor me quedo aquí.
–Oh no, no, no, no –acerco su mano a mi rostro y acomodo un mechón de mi pelo que se había soltado de la coleta –es importante para mi que vayas.Suspire resignada. Amaba a Aoi y si por el daba mi vida podía hacer algo más fácil pero igual de duro... conocer a su padre.
El señor Shiroyama padre, estaba en una clínica especial en la zona más olvidada de la ciudad. Era bueno pues la mayoría de esos pacientes necesitaban el aire fresco del campo con el que colindaban. El padre de Aoi ya no necesitaba un hospital como tal, si no, un área donde relajarse.
Tu puedes Masumi, solo es una persona. Trataba de autoanimarme pero no podía. Tenia mucho miedo.
–¿Lista? –se acercó Yuu a mi después de haber ido a recepción para preguntar algo.
–No... –susurré sostenido mi estomago con la mano libre que me quedaba. Pues una seguía con el vendaje en el hombro.
–Entonces vamos –sonrió amplio Yuu y tomando mi mano caminamos hacia las habitaciones.Llegamos a una marcada con el número 168, Yuu sin discreción entro en esta armando un escándalo, un escándalo de los buenos. Yo me quede afuera abrazando los tulipanes.
–Buenos días mi viejito favorito.
–¿Que tienen de buenos, idiota? –una risa débil le acompaño.
–Ay, ¿pues que más? Llegue yo a alegrarte el día –la voz de Yuu estallo en risas seguidas de la misma risa anterior.Yuu espero a que ambos se calmaran y prosiguió.
–Bueno, a lo que vine.... traje a alguien para que conozcas
–¿A alguien? ¿Dónde esta, es invisible?
–Oh no, no, no –esta aquí afuera –Yuu salio corriendo y tomando mi mano me halo dentro de la habitación.Nunca imagine conocer al padre de Yuu, ni que fuera tan parecido a él. Claro, lo había visto, pero de lejos y no en una cama de hospital y una bata del mismo.
–Padre, mi novia... novia, mi padre... –hizo un ademán con las manos hacia mi y su papá.
– Mu-Mucho gu-gusto, s...soy Saito M-Masumi –me incline hacia él sintiendo sudor frío en mi.
–¿Eres tartamuda? –el hombre dijo sin más mirándome curioso.
–¿ah? ¡Eh, no, no! –me apresure a decir sonrojada –solo estoy un poco nerviosa...
–Pues no deberías –me sonrió y miro a Yuu –hijo... ¿Te molestaría dejarnos solos unos minutos?Ay no, no por favor. Yuu asintió y salio de ahí no sin antes levantar sus pulgares hacia mi.
–Yo esperaba que Yuu encontrara a alguien como Aome, su madre –el padre de Yuu miraba hacia mi con nostalgia –Aome era la chica mas guapa que jamas había visto yo, era millonaria y no tenia ningún afán por el dinero ni por ser famosa... nos comprometieron a ambos cuando eramos niños, y desde entonces me dedique a amarla pues era la persona mas dulce y amorosa que había conocido... –suspiro y note como el estaba llorando –cuando me dijo que estaba embarazada después de casarnos fui el hombre mas feliz de la vida, era fantástico saber que tendríamos un hijo como fruto de todo el amor que teníamos... pero, cuando Aome dio a luz y murió... sentí como todo se apago en mi, culpe tantas veces a Yuu, y jure hacerle una vida imposible por arruinar mi vida y matar a la persona que yo amaba pero luego me di cuenta que no era su culpa... Me di cuenta de eso desde que estoy aquí gracias a la noticia de su secuestro, después de todo Yuu es mi hijo y lo amo... Saito cuida por favor de Yuu, el te eligió por algo y estoy feliz que tenga el sentido de su difunta madre por el dinero. Gracias por amarlo desinteresadamente.
–S-Señor... –mi voz se había hecho un hilo y tenia tantas ganas de abrazarlo.
–Dime padre, ahora ve por ese muchacho y déjenme dormir un momento –suspiro cansado limpiando sus ojos –tengo mañana que volver a la empresa y buscar a alguien que la guíe, yo no obligare a Yuu.Asentí y me di la vuelta decidida a salir, pero por acto reflejo me di la vuelta, camine hasta su cama y plante un beso en su mejilla.
–Gracias padre –murmuré lo ultimo y salí a brinquitos de la habitación. Yuu me esperaba afuera abrazando los tulipanes con una sonrisa. Tenia los ojos llorosos y al verme me abrazo.
–Me acepto –susurré a su oído casi llorando.
–Lo sé –me susurro también y planto un delicado beso en mi cuello.
–Y ahora, ¿Qué haremos? –me aparte de el mirándole atenta, el limpio sus ojos y sonrió.
–Veremos a una amiga que conocí aquí... VamosYuu tomo mi mano y me halo hacia otra área. Para ser exactos un jardín. Había enfermeras y personas que miraban todo con curiosidad, como si nunca antes hubiesen visto esa escena.
–Veras, aquí están las personas que han perdido los recuerdos y que cada día reinician su vida pues no recuerdan nada de lo que les pasa –camino conmigo hasta un área especial, un jardín lleno de tulipanes.
Soltó mi mano y camino hasta una mujer que estaba de espalda, mirando los tulipanes. Se acerco y la saludo. Le entrego los tulipanes y ella le abrazo. Después Yuu volvió a mi con un gesto amable.
–Ella solo recuerda su gusto por los tulipanes, quiero que la saludes.
Asentí y me acerque a ella.
Mis piernas fallaron unos segundos.
Estaba tan delgada que su piel se pegaba a los huesos. Su pelo estaba seco y tan frágil y alborotado. Sus ojos café claro hundidos y rodeados por gruesas ojeras. Sus labios resecos se hicieron sonrisa al verme.
Era mi madre, o por lo menos una sombra bien parecida a ella.
–Oh, hola señorita... Ya miro mis flores, ¿Son hermosas, cierto? Me las trajo aquel joven ¿Tu lo conoces? Es apuesto... Y tú, eres su novia ¿cierto? Eres muy guapa para estar soltera.
Tenia tanto rencor y lastima entremezclados. No podía, ella, la mujer que me había vendido estaba frente a mi sin reconocerme y sin saber quien era yo. Sin detenerme comencé a llorar y aquella mujer sorprendida me abrazo.
–No llores niña, tu eres bonita y el te quiere... –me libero del abrazo y suspiro mirando los tulipanes –que bellas flores, ¿Tu las trajiste? ¿Cual es tu nombre?...
–N-No, las flores las trajo...
–No vale la pena señorita –una enfermera se acerco y le tomo del brazo –ella tiene muchos lapsos donde recuerda cosas, después lo olvida todo de golpe. Es un caso singular, cuando llego nos dijo su nombre pero después perdió la noción de todo, un día pidió a gritos y casi llorando el perdón de Masumi, que Masumi fuera capaz de perdonarla porque ella jamas se perdonaría. Nunca supimos quien fue Masumi ya que no ha vuelto a recordarla.Mire a Aoi que me miraba con un poco de dolor en sus ojos. Seguramente el lo había hecho de corazón pero me había dolido este inesperado y doloroso reencuentro. Mire de nuevo a la enfermera que se llevaba a aquella mujer tan especial para mi, estire mi mano hacia ellas pero no pude decir nada mas. Cerré los ojos comenzando a llorar y enseguida sentí como los brazos de Yuu me rodearon.
–¿Cómo supiste que era ella? –limpie mis ojos inútilmente pues seguía llorando.
–Una tarde que llegue estaba sentada esperando, me acerque y le pregunte a quien esperaba... ella me dijo que a su única hija, Masumi... que había ido al colegio y la esperaba para celebrar el cumpleaños de ella -Aoi acomodo un mechón de mi pelo suelto y suspiro –pregunte en recepción y me dieron su nombre... quise que la vieras, para que no siguieras molesta o no se que sintieras... pero... Masumi...
No lo deje continuar enseguida le abrace lo mas fuerte que pude, susurré un "gracias" a su pecho mientras veía a mi madre irse de la mano de la enfermera mirando con curiosidad todo el paisaje... sin soltar sus tulipanes.
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The pleasure is... [Terminado]
FanficSaito Masumi, una joven chica que por decisión involuntaria adquiere el trabajo de prostituta, odiando a todos y cada uno de sus clientes, perdiendo la esperanza en el resto de la vida, sin deseos de avanzar. Hasta que una noche, alguien sin pensarl...