10- Jugando.

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Llegamos al hospital y a la habitación de Five, la 122. Five estaba dormida, o eso quería creer y Lisa no paraba de llorar, y que Lisa estuviese llorando desmontaba mi teoría de que Five durmiera. Twelve abrazó a Lisa e intentó calmarla un poco.

-¿Qué ha pasado? -Me atreví a decir.
-Yo...yo no pude hacer nada. Perdió mucha sangre. Solo...solo... -Lisa no dejaba de llorar.
-Hey, tranquila. NO hace falta que nos lo cuentes ahora, ¿vale? -Miré a Twelve- Quédate con ella, ahora vengo.

Salí de la habitación y le pregunté a la primera enfermera que vi si sabía quién era el doctor de Five, la chica de la 122. Me dijo que sí, que ahora mismo iba a llamarlo.
Cinco minutos después, aproximadamente, un joven doctor llegó a la habitación y yo le paré antes de entrar.

-Soy yo quien quiere hablar con usted. -Le miré.
-¿Eres familiar de la chica? -Preguntó el doctor mirándome de frente y señalándome los bancos del pasillo.
-Su mejor amigo. ¿Me puede decir cómo se encuentra? -Tomé asiento.
-Veras, la chica ha recibido dos disparos, uno en el brazo derecho y otro en la pierna derecha. -Se sentó.- Me temo mucho que el brazo no lo volverá a utilizar con normalidad, sufrirá espasmos e insensibilidad. No lo perderá por completo, pero si parcialmente. Al menos, eso hemos podido comprobar. El problema es que estamos esperando a que despierte, puesto que al perder sangre perdió el conocimiento. Teníamos donaciones de su tipo de sangre pero eso no basta para que despierte. Según mis cálculos, no tardará más de un día en despertar, así que tranquilo.

Quizás sí debí ir a ayudarle. Solo me quedé escondido en un baño asustado, comportándome como un imbécil... Soy despreciable.

-La chica se pondrá bien. Y volverá a caminar, es solo eso. Solo el brazo lo que nos preocupa. Pero seguirá siendo la misma de siempre.

Twelve salió fuera y nos miró algo sorprendido. Sobre todo a mí.

-Nine... Five sigue dormida, pero ha dicho algo.

No entiendo nada. Su mirada reflejaba mucho miedo.

-¿Qué ha dicho, Twelve? -Ni si quiera sabía si quería escucharlo.
-Me dejaré matar por él si es necesario para que viváis felices... los tres.

¿Hasta este punto hemos llegado? Five quiere dar su vida para que Shibazaki nos deje en paz. Five quiere dar su vida para que el resto sea feliz. Y si han dicho tres... Lisa... ¿A Lisa también le han cogido? Esto se está poniendo cada vez peor.

-La chica podrá seguir diciendo cosas dormida, no asustarse. Solo esperad. -El doctor nos dedicó una sonrisa triste y se marchó.

Los dos entramos en la habitación a seguir consolando a Lisa, que parecía estar peor después de las palabras que Five había dicho inconscientemente. Una lágrima recorrió mi mejilla cuando Five susurró mi nombre y al alcanzar su mano no recibí respuesta.

-Por favor, Five, despierta pronto. Five... Mi pequeña Five. Siempre tan frágil y ahora después de dos balazos está viviendo aún. Yo siempre supe que eras fuerte, yo siempre supe que eras más fuerte de lo que decías ser. Y que sepas que jamás dejaré que mueras, no por ese gilipollas. Jamás permitiré que tu vida se destruya y acabé de esa manera, nos quedaremos juntos, siempre. Casa con casa, con nuestras respectivas parejas, hijos, nietos... Siempre juntos hasta el final de los días, cuando al mirarte sepa que las arrugas de tus ojos son de todas esas risas que te provoqué y que seguiré provocando hasta que la artrosis te haga caer en la cama, para siempre. Y sabré que estar contigo habrá merecido la pena, porque contigo he sido feliz siempre. Five, despierta lo antes posible para ver cómo sonríes otra vez. Para ver cómo eres la Five de siempre. La que yo conozco.

Caí en su pecho, llorando. Ni me había dado cuenta que había dicho todo eso en voz alta hasta que Twelve dijo mi nombre con tono de pregunta y Lisa comenzó a llorar más. Mi mano seguía agarrando su mano, pero seguía sin recibir una respuesta.

Boom (Nine y Twelve - Zankyou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora