19- Te quiero. -Capítulo final.-

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//Narra Five//
Twelve y Lisa empezaron a vestirse y miré a Nine, él estaba parado frente aquella imagen que no esperaba para nada. Luego se dio media vuelta y empezó a correr.
Salí en su búsqueda, corriendo escaleras abajo, y escuché el grito de Twelve diciendo su nombre.

No se lo merece, Nine no se merece esto. ¿Y desde cuando Twelve se siente atraído por las chicas? ¿Desde cuándo llevan follando esos dos?
No sabía nada, absolutamente nada. Solo sabía que quedaban a veces y que casi siempre para estudiar, ya veo que solo estudiaban anatomía del sexo contrario. No puedo imaginar que Lisa haya hecho algo así, pero Twelve... Twelve era el puto novio de Nine, ¿Qué derecho tenía? Después de que Nine ni si quiera estuvo aquí. ¿No podía esperar a que viniese para al menos dejarle antes de follarsela? En serio, Twelve, no sé que pasa por tu cabeza, después de que te está salvando la vida, te está acogiendo en su casa... Joder Twelve, la que has liado ahora.

Nine seguía corriendo y yo ya empezaba a cansarme, no sabía a donde iba, pero supongo que sería mucho mejor dejarle solo, que pensara que había pasado y que decidiera volver cuando estuviese más tranquilo. Lleva el móvil, lo llamaría después para que volviese a mi casa y cenase allí. Luego supongo que tendría que llamar a Twelve para que hablaran y a Lisa para que todo se aclarara. No tenía ganas de que llegara ese momento, no quería que Nine sufriese más. No quería que esto estuviese pasando.

Me paré y él siguió su carrera hasta cualquier sitio.

//Narra Nine//
No podía ser verdad... mi novio... digo, Twelve, estaba con Lisa. Con Lisa. No solo me ha engañado, si no que me ha engañado con una mujer. ¿Me echaba de menos? No, no lo creo, me prometió esperar y llego y lo veo esperando con otra. Otra. Es que no entra en mi cabeza que ahora sea... hetero.

Está bien, puede ser bisexual y todo lo que se pueda ser, pero joder. ¿Me tenía que engañar con Lisa? Suerte que no fue con Five, sé que ella nunca me haría eso. Pero Lisa... Tampoco me lo esperaba de Lisa y tampoco quiero echarle la culpa ella. Puede que ella insistiera en que estaba mal pero acabara cayendo en la trampa. Twelve es muy bueno para hacer creer cosas y para convencer a los demás. Pero hasta ese punto nunca creí que llegaría. Creía que me quería, que me amaba, que era yo su salvador y sólo yo podía tenerlo entre mis brazos, entre mis piernas.

Sin quererlo recordé la noche en la que perdí la virginidad, con él. Tuve que perderla con él. No sé si arrepentirme o de quedarme con lo bonito de esta relación, que realmente he pasado salvándole la vida y viendo como el resto sufría.

Paré de correr cuando llegué a las escaleras del mirador, hacía tiempo que no venía, la última vez fue antes de conocer a Twele. Me hubiese encantado traerle aquí y ver las estrellas y las luces de la ciudad a lo lejos. El mirador era el único sitio que se estaba tranquilo, hacía años que no iba nadie, a menos que sea para hacer fotos, pero estas suelen ser en primavera u otoño. Aquí arriba también hacía mucho frío como para quedarse un rato en invierno.

Me senté en el banco que había allí. Siempre me sentaba en una esquinita porque me gustaba que si venía alguien se pudiese sentar en el otro lado. Pero hoy quería estar solo así que en el hueco libre dejé mi mochila que me encargué de coger de la escalera antes de irme. Miré al horizonte, se estaba acercando una tormenta y ahora mismo se podía ver algo de niebla en el ambiente. Un anciano pasó detrás de mí pero no tardó en irse, parece que entendió que quería estar solo. Sin nadie que molestara.

Recordé cuando conocí a Twelve, detrás del instituto. Ahí se veía muy tierno, luego vi lo Doce que podía ser. Era realmente gilipollas. Casi le hizo daño a Lisa... Pero luego le di un puñetazo, del cual no me arrepiento. Y cuando vino a darme el móvil en el parque sin que lo viese, y el porno dentro de él. No podré olvidar nunca lo que he vivido con Twelve, pero tampoco podré olvidar lo que acababa de ver.

Empecé a sentirme realmente mal, mis pensamientos no fluían y decidí escribir. Así que saqué un papel y un bolígrafo de mi maleta y me puse a escribir. Escribí todo el transcurso de mi vida junto a Twelve y también mis sentimientos al respecto. Luego dediqué un trozo del escrito a Five, mi mejor amiga. Solo puse cosas buenas de ella y que la quería muchísimo, que esperaba que ella a mí también. A Lisa ni quise nombrarla. De hecho cuando fui a poner lo que había hecho Twelve, puse "ella" y nada más. También puse que había matado a Shibazaki por él. Que había acabado con todo y que si no hubiese hecho el gilipollas lo llevaría de viaje a algún sitio. Él y yo solos. Pero no, el muy gilipollas tienes que acostarse con la tonta de Lisa. Es que no lo soporto.

Miré mi móvil. Mi fondo de pantalla era una foto de Twelve sonriendo. Estaba guapísimo ahí y desde que tengo la foto no cambié el fondo. Sinceramente ahora querría olvidar lo que he visto y correr hacia él y besarle, abrazarle. Demostrarle que le he echado de menos y que le sigo siendo fiel... le sigo siendo fiel.

No aguantaba más, estaba a punto de desmayarme de pensar. Porque cada pensamiento me llevaban a lo que había pasado, a él y ella juntos, a él dentro de ella y ella disfrutando como si él fuese suyo.
Me levanté, rebusqué en la maleta algo que no debía haber tenido ya. Saqué la pistola y me volví a sentar. Comprobé que aún tenía dos balas. Cogí la carta entre la mano y el móvil y después de mirar a éste solté las últimas palabras, que iban dirigidas a Twleve. "Te quiero".

//Narra Five//
Nine no había llamado, ni cogía las llamadas. Llamé a estos dos gilipollas pero ellos tampoco sabían donde estaba. Me recorrí el pueblo en busca de si alguien lo había visto. Ni si quiera habían movido un dedo para buscar a Nine los dos gilipollas que habían hecho que se perdiese. Dije a mis padres que volvería en poco tiempo y salí de nuevo de casa para buscar en el último lugar que me quedaba. El mirador.

Él nunca me había dejado ir allí, decía que ese era su sitio especial, y que quería que lo siguiese siendo, solo de él. Así que nunca me atreví a quitarle la ilusión de tener un sitio especial, no cuando él y yo ya teníamos otro distinto. De camino seguí llamándole por si acaso lo cogía y si era así que me confirmara que estaba allí.

Subiendo las escaleras empezó a llover, no esperaba que se pusiese a llover en ningún momento y por lo tanto no quise coger ni paraguas ni nada. La niebla tampoco me dejaba ver y cuando llegué arriba, no vi a Nine. Dije su nombre mientras avanzaba pero tampoco servía, él no contestaba. Pensé que no estaría aquí cuando de pronto, chocqué con un banco. Miré hacia este y vi que estaba manchado de algo. Sangre.

Cogí mi móvil y con la luz alumbré el banco. Estaba la maleta de Nine, y seguía habiendo sangre por todo éste. Di la vuelta y lo vi. Vi a Nine con una pistola en la mano y su móvil con la foto de Twelve y una carta en la otra mano. Él estaba... estaba muerto.

Cogí la carta entre lágrimas y gritos y me dispuse a leerla, pero no conseguía diferenciar las letras. Decidí llamar a Twelve, tenía que ayudarme.

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//Narra Twelve//
Llegué arriba de las escaleras y Five estaba sentada en el último escalón con algo en las manos que parecía ser un papel o algo así. La miré y ella me miró. Luego volvió a mirar al frente y dijo fríamente.

-Mira lo que has conseguido Twelve.

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The writter is here.
PERDON POR EL FINAL TRISTE, PERO DEBÍA SER ASÍ.

Espero que al menos os haya gustado la historia en general, y si queréis más, tengo más fics en mi perfil.

No tengo pensamientos de darle un epílogo aestl ni nada de segundas partes.

¿Un fic anime? Lo veo difícil, muy difícil. Pero bueno, si os gusta el yaoi, tengo dos fics más de yaoi aunque de Kpop.

Un beso, Mit. ♥

Boom (Nine y Twelve - Zankyou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora