Espejo

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Basada en la saga de DBZ

Nota: Esta historia es alternativa no teniendo ninguna relación con la trilogía del rapto de Milk...


Ya había pasado varios años desde la batalla contra Cell. Mi esposo no quería que lo revivieran y me quede completamente sola. Bueno, aunque no tan sola tenia a Goten. Gohan ya se había vuelto un hombre hecho y derecho. Pero la verdad extrañaba a mi esposo y mucho. Bulma de vez en cuando me invitaba a su casa para que no estuviera tan sola. Llevando varios años en esa soledad que me comía por dentro. Bulma estaba muy molesta con Goku por no haber querido regresar, pero yo sabía que los únicos placeres de mi esposo eran dos, el comer y entrenar, yo quedaba en cuarto lugar o milagrosamente tercero. Pero honestamente me había acostumbrado a la soledad, ya que la mayoría del tiempo estaba sola.

Cuando veía a Vegeta y Bulma los envidiaba. Aun que se la pasaban peleando, él siempre estaba con ella. No la dejaba sola como Goku. Hubiera dado lo que fuera porque mi esposo fuera de esa manera. Y Bulma tan bella con ese cabello azul y siempre provocativa, ya sabía yo que a mi esposo llego a gustarle en algún momento. Nunca podría ser igual de hermosa como ella y tan radiante.

Me quede en la cocina preparando algo para los niños que estaban en la piscina de Bulma junto con su esposo. Y un pensamiento me amargo ese día. Ya Goku estaba muerto así que sería viuda, no tenía ninguna relación con este. Suspire tratando de no pensar en mi esposo haciendo lo mejor que se me daba, cocinar. En ese momento Vegeta apareció en la cocina buscando algo que comer. Me miro de reojo lo que estaba haciendo, cosa que me dio gracia.

Sabía que Vegeta no me soportaba y no me importaba, lo mejor que hacía era ignorarlo. Desde que me estaba quedando en casa de Bulma desperdiciaba tiempo para restregarme en mi cara que no le gustaba nada que la esposa de su mayor enemigo estuviera ahí y que solo mi presencia le repugnaba. Me hacia la fuerte pero esas palabras me dolían. Ya repugnaba a mi esposo como para desparecerse a cada rato y repugnar a Vegeta no sería nada difícil. Saliendo rápidamente de la cocina.

Cuando la comida estuvo lista todos comieron, mi hijo, Bulma su esposo y su hijo. Vegeta se quedó un poco impresionado por el sabor de mi comida, al parecer jamás había probado algo así pero no lo acepto. Luego de la cena subí para bañarme y dormir un poco dejando a los niños jugando.

Salí del baño con una toalla alrededor de mi cuerpo. Me solté el cabello largo mirándome al espejo preguntándome que tenia de malo y del por qué mi esposo no me miraba de la manera en que Vegeta miraba a Bulma. Me dio tanta rabia que sentí mi ira crecer y acumularse. Sabía que esto se trataba de mi ki y aun que fuera bajo no me importaba. Estaba tan molesta que si veía a mi esposo le sometería a puro golpe. Comencé a llorar de la misma rabia queriendo romper el espejo con mis manos. Sintiendo asco de mi misma.

...

A la mañana siguiente baje hacia la cocina, Bulma estaba ahí tomando una taza de café al verme sonrió. Sabía que estaba muy preocupada por mí, pero yo ya no quería la preocupación de nadie, ni la lastima de nadie. Bulma me había sugerido buscarme al menos un pretendiente, pero yo no quería. Orgullosamente le dije que no necesitaba a nadie más, pero dentro de mí me sentía vacía e incompleta. Con el único hombre que había estado era con Goku y se me hacía muy difícil estar con alguien más.

―Vamos Milk aun eres joven y bella...sé que encontraras a alguien que te haga feliz verdaderamente no como el idiota de Goku ― decía Bulma tratando de convencerme.

Pero la verdad es que yo no quería a alguien más, quería a Goku a pesar de los años que había pasado desde que él no quería revivir. Demonios, cada vez que pensaba en eso me daba mucho coraje. Sabía que tenía que hacer cambios en mi vida. Subí a mi habitación y me volví a mirar al espejo ¿Qué pasaría si cambiaba un poco de apariencia? Sin dejar ese toque recatado que siempre me gustaba. Curve una sonrisa pensando que ya era hora de modificarme un poco. No para nadie, sino solo para mí. En ese momento alguien toco la puerta. Sabía que era Bulma así que no voltee a mirar. Esta entro a la habitación sonriendo como de costumbre, moviendo su cuerpo perfecto y esbelto cosa que me producía envidia.

― Milk muy pronto daré una fiesta, cosas del trabajo ya sabes...me gustaría invitarte sé que necesitas la distracción, Solo será una fiesta para adultos, dejare a los niños con mama...espero que puedas venir ― me dijo ella muy alegremente.

―Pero Bulma... ―comencé algo insegura.

― Sin peros Milk, necesitas conocer gente nueva...estas muy triste y decaída y yo te voy a ayudar ― contesto está guiñándome un ojo y saliendo de la habitación.

Suspire al verla salir mirándome al espejo, muy decidida a que ya era hora de retomar mi vida. Depender más de mí que de otros y conseguir un trabajo, Goku nunca lo había hecho. Tal vez en la fiesta de Bulma encontraría a alguien que me empleara. Pensé aun mirándome al espejo.

Mis memorias IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora