Family Doctor's

UN MOLESTO DETECTIVE

House salió del hospital más tarde de lo que le gustaría, condujo su moto lo más rápido para llegar lo más rápido a casa que no se dio cuenta que llamo la atención de un detective que lo había estado acechando.

- Agh, maldita sea ¡Tritter! Que curioso verte espiando médicos, creí que estabas en casita jugando a los policías.

El detective Tritter era un dolor de muelas, estaba convencido de que tenía drogas como el Vicodin, pero aquello solo era un excusa barata desde que regresó de su trabajo en Londres.

Algo que Gregory siempre se dio cuenta es que había sido el amor imposible de Michael Tritter, por lo que ahora saber que estaba casado con otro hombre y tenido hijos no era nada agradable, pero debía entenderse profesional en su trabajo así que solo podía estar cerca si lo acusaba de drogas.

- Gregory, sigues siendo tan "amable".

- ¿Que es lo que quieres, Tritter?

- Estas manejando a 65km por hora en una zona de 40 ¿Crees que fue casualidad que te detuviera?

- Creo que creíste que no me daría cuenta de tus intenciones.

- Que lindo, pero es una buena hora para ir a buscar drogas.

- ¿De que hablas?

- Sé que vas a buscar drogas, lo que tomas es droga y no es por receta. Quién sabe que otras cosas haces además de traficar.

House no tenía cabeza para seguirle el juego así que solo se despidió escuchando como Tritter le amenazaba con que iba a llegar al fondo de esto. Igual no le importaba, no era la primera vez que usaba esa triste excusa para acercarse a él.

Habían pasado por esto hace más de veinticinco años.

Cuando empezó a pasar más tiempo con Wilson muchos notaron la mirada enamorada del interno y la sarcástica sonrisa del médico. Algo que llegó a oídos de Tritter y claro no iba a permitir que esto siguiera. Rumor o no quería que House diera el primer paso para empezar, pero esperar fue lo que al final lo termino venciendo.

Nisiquiera conocía al chico, pero entonces se enteró que era un joven de solo veintidós años ¿Que mierda hacia House con un "niño"? Así que lo interceptó una noche que lo vio salir de una cafetería.

- House, necesito hablar contigo.

- No necesito clases de ética por parte de un policía que usa su placa para compensar su crisis de identidad.

- Me enteré de tu y el interno del hospital.- Tritter se interpone, bloqueándole el paso.- Tiene veintidós años.

- ... ¿Y?

- ¿¡Y!? ¡Es casi diez años menor que tú!

- Y veinte veces menos idiota que tú. En todos los años que conocí lo más romántico de tu parte fue un "Vas a terminar en la cárcel" ¿Mm? ¿Te parece que es para ligar?

- Eres un hombre de casi treinta. Él apenas salió de la universidad. Tú… tú sabes exactamente lo que haces.

- Lo sé. Y lo hago mejor que tú.- dio un sorbo y el policía lo tomo brusco de la cintura.

- Escúchame bien. Puedes jugar con tus médicos, con tus pacientes… pero no con un chico que todavía cree en ti. Vas a destruirlo.

House inclina la cabeza, observándolo con curiosidad clínicamente fría.

- Esto no es por el chico.

- ¿Que?

- Hablas como un oficial de la ley cuando en realidad suenas como un hombre rechazado.

Tritter se inclino más a su rostro y susurro.- Ese chico está embelesado contigo. Lo vi en sus ojos. Es la clase de devoción que un hombre como tú usa… y luego desecha.

House lo observa un momento. Y sonríe. No la sonrisa arrogante habitual, sino una pequeña y cínica.

- Por eso no estás en su lugar.

- ¿Qué?.- frunció el ceño.- ¿De que hablas?

- Porque para amar a alguien como yo se necesita inteligencia, paciencia y una capacidad casi inhumana de ver la porquería y aún así quedarse. Wilson la tiene. Tú no.- la mirada del policía se heló y el médico se alejo mientras seguía hablando.- qTú no te preocupas por él. Estás celoso porque fuiste el primero en darme atención, amenaza, juicio, hostilidad todos los ingredientes de tu versión retorcida del afecto. Pero él en cambio... No tiene la idea de que va a poder controlarme, no, él sabe que no lo logrará y aún así se queda. No como ciertos "oficiales" que corren cuando ven que van perdiendo.

Tritter da un paso atrás, como si esa palabra lo golpeara.

- Vas a terminar en la cárcel, House. Por esto o por algo peor.

- Entonces asegúrate de ser tú quien me arreste. Así podrás sentir que al fin me posees, aunque sea con las esposas.

Tritter respira pesadamente no puede responder. House lo rodea, sube a su auto y enciende el motor. Pero antes de irse baja la ventana mirando al oficial.

- Ah, y agente… No vuelvas a llamarlo niño. El día que tú tengas la mitad de su cerebro, te permitiré repetirlo.- simplemente acelera y se va.

Tritter se quedó de pie con los nudillos blancos por la presión. No era odio lo que sentía era peor.
Era el reconocimiento de que había perdido una batalla que jamás se atrevió a comenzar.

El recuerdo en Gregory persistía, Michael desapareció y sinceramente fue mejor porque podía estar mas tiempo con su interno quien lo termino amarrando con un anillo y después con tres hijos, resultó que el niño prodigio era también muy bueno en "otras cosas".

- Te traje tu café, y no había sandwich. Solo cuernitos.

- ¡Ugh! Odio esas cosas.

- ¡Que bien! Te traje dos.

Los tomo de mala gana y se sentó en la silla de su esposo. Este se apoyo en la pared y ambos comenzaron a comer.

- ¿Cómo es que llegamos aquí?

- ¿De que hablas?

- Aquí, me refiero cómo acabe en estás circunstancias.

- Bueno, tú estabas de acuerdo en salir con el niño prodigio.

- Aja "Cita" con un niño prodigio legalmente adulto. Freud estaría orgulloso.

- No decías eso cuando te lleve a tu casa.

- No decía nada cuando estaba pasando esto. Igual no importa ya.- dio un mordisco y casi vomita.- ¡Ugh! Esto es asqueroso, me da náuseas.

- ¿Náuseas? Acaso ¿Estarás..?

- Ni lo sueñes, niño.

Horas después Cuddy buscaba a mayor por un tema delicado que la incluía a ella y a todo el hospital. Tritter había llegado al hospital por una demanda con House, que bonito.

- Mgh, ahora sí que esto sabe horrible.