22. Nightmares and love.

606 47 4
                                    

Eran las dos de la mañana cuando las patitas del pequeño Muffin rasguñaron su muslo derecho. El gato solo hacía aquello cuando algo andaba mal con él, o con su otro dueño; esta vez el problema no era Louis, o el gatito. Era Harry, que se removía entre sueños sudando y balbuceando incomprensibles palabras.

-Harry, ¿Cariño? Harry, ¡Harry!, ¡HARRY! –

-¡AH! – De un salto, el modelo estaba sentado con los ojos totalmente abiertos, respirando rápidamente – ¿Qué? ¡¿QUÉ?! – sus manos tocaban su pecho, su cara, y aún él podía sentirse incomodo –

-¿Cariño? – Preguntó Louis acercándosele – ¿Hazz? – Ahora se encontraba con sus piernas a cada lado de Harry – ¿Cariño, qué pasa? –

-Yo... - el hombre casi no podía hablar de su propia exaltación – Ugh, yo... Yo tuve una pesadilla –

Las manos de Louis comenzaron a tranquilizarlo mientras que le acariciaban la cara y retiraban algunos de los mechones que caían por ella: -¿Sí? Cuéntame, ¿Quieres? –

-Era más... Era más como un recuerdo –

-¿Sí? ¿De qué trataba cariño? ¿Qué era? – sabía que no debía presionar, pero no podía ayudarlo si no sabía con qué trataba –

-Um. ¿Recuerdas la vez de Inglaterra? ¿Con tú padre? – una mueca se instaló en el rostro del ojiazul mientras asentía – ¿Recuerdas que mi padre estaba allí? –

-Vagamente – respondió – Estuvimos un poco borrachos luego de lo de Troy – sonrió de lado recordando –

-Él solía... Él es un adicto rehabilitado ¿Sabes? – lo miraba a los ojos: azul con verde chocándose, casi como una fusión – Y el verdaderamente fue una mierda de padre durante esos años –

-Yo... -

-No. Déjame terminar – sus grandes manos se posaron en sus tatuados brazos casi como si necesitara que lo mantuviera a flote: como la soga en su muñeca sosteniendo su propia ancla – Él, no sé de dónde sacó esa mierda. ¿Cocaína? Esa mierda realmente fue un asco. Esos años fueron la peor etapa de mi vida, probablemente – su vista recayó en las sabanas que separaban sus pieles - ¿Sabes...? ¿Sabes lo que es ser...? ¿Sabes cómo es que se sienten las colillas de los cigarrillos en tu cuerpo? ¿Una después de otra? – los ojos del bailarín se abrieron sorprendidos – Mamá... Oh, mamá estuvo cegada por un tiempo, pero por lo menos ella me curaba. ¿Aquellas cicatrices? No existen. Pero... Todo se fue muy a la mierda cuando mi padre le levantó la mano a mi madre y a Gemma. Él solo llego a golpearlas una vez a cada una, porque era tan pequeño... Tan pequeño, que todos se daban cuenta de que algo pasaba dentro de la casa. No sé bien qué pasó, pero un día llegó la policía y se lo llevaron –

-Harry... -

-Volvió un año antes de que yo venga a vivir aquí – suspiró – mamá ya se había casado con Robin y todo era paz y amor, pero su tormenta nos atrajo a todos al ojo y tuve que ser yo el que tranquilizara todo; comencé a hacerme cargo de sus mierdas. Los tratamientos, su comida, la medicina, su casa y más – comenzó a rozar sus dedos con la palma abierta del ojiazul – y la verdad es que, por dentro, me molestó mucho que él estuviera en aquella fiesta ¿Sabes? – tomo su mano y entrelazó sus dedos – Pero luego estuvo eso con tu padre y simplemente me deje llevar – rió por lo bajo – Lo cierto es que... Mi padre estuvo molestando a Gemma estas últimas semanas –

-Porque ella será más rica que tú – intuyó Louis recibiendo un asentimiento por parte de Harry – Pero tú hermana no quiere saber de aquello –

-Exacto, así que para callarlo, se supone que debo darle más dinero –

Louis lo miro desconcertado: -¿Qué debes callar exactamente? – preguntó casi como un niño, bastante inocente. Pero cuando Harry lo miro a los ojos con todo el dolor del mundo, él simplemente entendió a lo que el modelo se refería: -Tú homosexualidad –

Shake a Leg and Model. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora