Como si volviera a respirar luego de ahogarse, Harry saltó de la cama en donde estaba acostado y abrió los ojos con miedo impregnado en ellos. ¿Dónde estaba? Delante de él solo había una pared de ladrillos bastante maltratados con moho y debajo de él... bueno, realmente no era una cama. Era el piso frío y sucio. Y aún llevaba el traje que se había puesto para la presentación de Louis. Ahora, más sucio y roto que antes.
Debido a las cosas que allí había, como cajas y estantes con herramientas, podía decir que estaba en una especie de sótano. Y gracias a la situación en la que se encontraba, también podía jurar que Arnaud estaba detrás de todo esto. Pero ¡Hey! Había tardado dos horas en descubrir todo aquello puesto que el calor que la ansiedad le causaba y el dolor de cabeza que su miedo le daba, no le dejaban pensar con claridad. Había tenido que sentarse en el medio de la nada que era ese lugar a respirar lo más profundo posible, cerrando sus ojos y visualizando un lugar tranquilo en su mente: bueno, ese lugar eran los brazos de Louis.
Quería gritar y maldecir a todos pero sabía que no tendría caso. Seguramente estaba en esa habitación cerrada sin ventanas u otra salida porque era más fácil que nadie lo escuchara.
Buscó algo en las cajas con lo que entretenerse. No había mucho más que ropa y juguetes para niños como Electra o menores...
Oh. Electra...
Ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado ya, pero podía sentir las gordas lágrimas caer por sus pálidas mejillas y el sudor crearse en su espalda. No podía soportar todo aquello... Se sentía enfermo, casi derretido y era irónico porque allí afuera no hacía el calor que sentía por todo su cuerpo.
No. Lo que estaba sintiendo no era más que un ataque de ansiedad que hacía a su corazón palpitar con rapidez y a su cuerpo sudar. Las lágrimas no se debían a otra cosa que no fuera el estrés que toda la situación le estaba causando. Y él odiaba estar así, con todo su cuerpo sintiendo cosas que no debería sentir.
Odiaba la situación. Odiaba el hecho de ser la venganza de alguien. Odiaba estar encerrado y no tener más que juguetes para niños para evitar pensar en todo lo demás que no tenía cerca.
No podía aguantar más allí, así que con lentitud y poca fuerza debido al sedante que (seguramente) Arnaud le había dado, rodó por aquel sótano hasta llegar a las escaleras que llevaban a lo que él suponía era la casa donde lo mantenía cautivo.
Lentamente las subió tomándose del barandal pero mucho antes de llegar al principio de ellas, la puerta se abrió de repente, dando un golpe contra la pared que retumbó por todo el lugar. Cayó hacia atrás por el susto y pudo ver desde el comienzo de éstas a uno de los hombres que más odiaba en el mundo: Arnaud Leduc.
-¡MALDITO! – Gritó Harry intentado levantarse – ¡TÚ! ¡MALDITO! –
-¡YO! – Rió Arnaud con cierto sarcasmo, bajando la escaleras y empujando con su pie al modelo en el pecho para que se quede en el piso – ¡YO! ¡AH! ¡HARRY! Harry, Harry, Harry... - negó con su cabeza, aún con la sonrisa entre sus labios – Hombre... Mira que estás horrible –
-¡ESO ES POR TÚ CULPA! – Le gritó intentando levantarse aún con el pie de Arnaud en su pecho – Déjame ir –
-Oh, no. No... No... No, no, no. ¡NO! – dijo imitando acongojo – Eso no se puede. Para nada –
-¡¿QUÉ ES LO QUE QUIERES?! ¡¿DINERO?! –
Arnaud negó: -No hay necesidad de gritar mi no tan querido modelito... Aquí nadie necesita dinero –
-Debiste necesitarlo este último año –
-¿Qué tan idiota me crees? No soy tú, por suerte – el hombre hablaba de una manera tan teatral que hacía a Harry querer vomitar: usando esa voz falsa que lo hacía parecer bueno si es que no tenías en cuenta las cosas que decía – Tú peor movimiento fue no publicar mi foto por todo el mundo, ¿Sabes? – Harry miro hacia otro lado dándole la razón con rabia - ¿Sabes lo fácil que es conseguir un trabajo por aquí? –
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Shake a Leg and Model. [Larry Stylinson]
RomantikMuchos dicen que todos los hombres que modelan son gays. Harry creía no entrar en esa categoría, antes de conocer a Louis.