Capítulo 4

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Mientras se alejaban de las tiendas Hayley, no podía evitar mirar hacia atrás como si alguien las siguiera.

- ¿No notaste que ese tipo nos miraba extraño? - le pregunto a su amiga.

- ¿Quien?

- El joven que estaba con David. Note que nos miraba de manera extraña - comento aun mirando hacia atrás. No podía quitarse aquella mirada de la cabeza, era como si esperara algo de ella y eso era lo que mas la preocupaba.

- No note nada extraño -su amiga le dedico una sonrisa.

Intento no pensar en eso y entonces recordó la sorpresa que Jennifer le había mencionado.

- Hey ¿cual es la sorpresa que habías mencionado? - le pregunto Hayley mientras observaba que la dirección que habían tomado no era para regresar a su casa. - Espero que no vayas a gastar dinero en mí.

- Entonces te desilusionaras.

- ¡Jennifer! - grito Hayley regañando a su amiga. Debió haberlo supuesto, cada vez que su amiga mencionaba algún tipo de sorpresa significaba que gastaría dinero en ella. No podía molestarse con su amiga por ser generosa pero odiaba que lo hiciera cuando podría gastar el dinero en ella misma.

- Lo siento, pero espera a llegar a mi casa para regañarme - soltó una risita, lo hacia cada vez que estaba nerviosa.

La casa de Jennifer quedaba para el lado contrario de la casa de Hayley, donde las casas suburbanas eran más grandes y donde era normal que un vecino no conociera al otro.

Hayley solía llamarle los ricachones, personas poco generosas, a excepción de su amiga claro esta. Los detestaba pero no iba a pararse a entrar en detalles, solo tenia razones.

- Que desgracia que no sean como los ricachones de las películas que tienen contactos con la realeza - bromeo Hayley mientras observaba la casa a medida que entraban en el barrio. Eran gigantes y sus jardines aun más.

- Seria genial, ya estaría saliendo con un príncipe. Y por supuesto te presentaría alguno - le siguió el juego.

Los habitantes la miraban con desaprobación, quizás en el pasado les haya hecho una que otra travesura para descargar su odio ahora solo se descargaba diciendo alguna frase irónica cuando pasaba frente a ellos. Jennifer se unía a ella pero por esta vez solo pasaron como si nada.

La casa de Jennifer era hermosa y no era tan exagerada como las demás. Dentro de esta predominaban los colores blancos y azules brillantes, la limpieza era impecable y tenía una iluminación perfecta.

La habitación de su amiga era diferente, tapizado de colores en las paredes, recortes de revistas pegados por todas partes e incluso había pintado algunas notas musicales en una de las paredes.

Hayley entro corriendo, tomo la guitarra de su amiga y fingió que era una estrella de rock, cantando y saltando de un lado a otro.

- Estas loca - dijo su amiga mientras reía.

- Oh, vamos, estar loca no es tan malo - bromeo con una gran sonrisa.

- Te daré la sorpresa antes de que lo olvide - Jennifer camino hasta el armario y tomo varias bolsas que habían allí adentro. Eran tres, no, cuatro... cinco bolsas con ropa. Las dejo sobre la cama mientras observaba a Hayley con una sonrisa.

- Te golpeare si dices que todo esto es para mi - fue todo lo que dijo.

- No lo diré. Pero puedes quedártelo - hizo una pausa. - Mis padres me dieron mi mesada ayer y me llevaron de compras, no podía olvidarme de ti.

FIX YOU [Nick Jonas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora