HALL OF FAME. (Fanfic de Emblem3)

{Capítulo 5 ♡}

{Wesley}

-Hola de nuevo, California-dije tan pronto como bajé del avión.

A lo lejos pude ver que mis padres, hermanos y amigos estaban esperándonos ya en el aeropuerto, al igual que los de Drew. Algunos de ellos llevaban pancartas con eslóganes como “Sois nuestros ganadores” o “Amamos a emblem3”. Lo cierto es que había muchísima más gente de lo que esperábamos y eso nos hizo ponernos más contentos aún.

-¡Wes!-esa era mi madre, Laraine, que venía corriendo hacia mí a darme un gran achuchón. Creo que se me escaparon una o dos lágrimas de felicidad. La había echado muchísimo de menos a pesar de que estuvo presente en todas las actuaciones que hicimos. Luego se acercó mi padre, quién anteriormente había estado abrazando a Keaton, y me abrazó.

El reencuentro fue muy emotivo; no queríamos perder la competición pero por otra parte, extrañábamos estar de vuelta en la ciudad que nos vio crecer, estar con nuestros amigos.

-Venga, será mejor que vayáis a casa. Estaréis cansados del viaje...-ordenó mi madre.

Cuando me desperté, sobre las tres de la tarde, Keaton seguía durmiendo así que decidí no molestarlo y bajar a dar una vuelta con el skate mientras escuchaba música con los cascos. Noté que la gente no dejaba de acosarme con la mirada, sobre todo las chicas. Supongo que es lo que tiene haber salido por la tele varias veces… Seguí por la acera, intentando ignorar las miradas, pero de repente una chica se cruzó en mi camino cuando iba a girar la esquina. Ya era demasiado tarde. Había hecho que callera al suelo conmigo.

-Joder-mi cabeza iba a explotar.

-¿Puedes quitarte de encima?-preguntó ella, aún con los ojos cerrados y con voz chillona. Algo que parecía más una orden que una sugerencia.

 Hice caso y le tendí la mano y ella la aceptó, a la misma vez que abría los ojos pero entonces algo extraño ocurrió, se quedó observándome a través de aquellos profundos ojos miel.

-¡AAAAAAH!-gritó y se volvió a caer boca arriba.

Mierda. ¿Se ha desmayado?

{Chloe}

Desperté en un sillón, algo mareada. Mi cabeza daba vueltas y estaba en una habitación que no conocía… Lo último que recuerdo es que había chocado con un chico y habíamos caído al suelo. Él se parecía muchísimo a Wesley Stromberg, uno de los tres integrantes de mi grupo favorito pero seguro que esto último lo había soñado.

Intenté levantarme pero a lo único que se limitó mi cuerpo fue a sentarse en aquel sillón mullido de color beige. Miré a todos lados, aquella casa tenía pinta de ser muy acogedora. Las estanterías estaba repletas de pequeños recuerdos de viajes, figuritas y, sobre todo, de muchas fotografías. En la mayoría aparecía una mujer rubia de mediana edad, una chica morena y guapísima que no dejaba de sonreír en ninguna de ellas, dos niños pequeños jugando entre ellos y los que parecían ser ellos mismos de mayores. Al ver sus caras un grito salió de mi boca.

-Hola-dijeron desde atrás. Esa voz…

Me puse de pie y me giré.

-Em… Ho-hola-contesté algo tímida. Estaba frente a Wesley, no había sido un sueño. A no ser que esto sí que lo fuera.

-¿Estás bien?-preguntó acercándose a mí-Recibiste un fuerte golpe… Lo siento muchísimo.

¿Estaba disculpándose de lo mejor que me había pasado en la vida? Estoy frente a un famoso y mis mejillas están a punto de explotar del calor que hay en ellas. No quería saber qué aspecto tendrían en realidad.

-Estoy bien, no te preocupes-el cuerpo me temblaba cada vez que sentía su mirada clavándose en mí. -¿Dónde estoy?

-En mi casa… Cuando nos caímos intenté levantarte pero al verme, te desmayaste. Es la primera vez que me pasa, por cierto-carcajeó-Y luego, como no reaccionabas, tuve que pedir refuerzos.

-Exacto-interrumpió otra voz. Me giré y me encontré a un chico de pelo castaño y ojos claros sonriéndome. ¡Keaton Stromberg! Ahora sí que estaba soñando. Sólo faltaba que saliera Drew de algún rincón.

-Oh, por cierto, soy Wes-dijo viniendo hacia mí. Me acababa de abrazar y yo sentía que en cualquier momento podría desplomarme, otra vez.

-Lo sé… Te he visto en The X Factor-intentaba no sonar nerviosa, pero mi intento fracasé en el intento.

-Yo soy Keaton, aunque a nadie parezca importarle-dijo su hermano mientras se giraba para irse por donde había venido.

-¡No!-grité intentando detenerlo-Lo siento, es que todo esto… Lo de conocer a famosos y demás... No estoy acostumbrada, normalmente no reaccionaría así.

Keaton vino hacia mí y me dio otro corto abrazo. Que cariñosos son estos chicos…

-Era broma, a veces me gusta ser dramático.

-Nosotros no somos famosos-contestó Wes, algo incrédulo.

-Habéis salido por la televisión, la gente ahora os conoce-dije rodando los ojos.

-Sí, pero no estamos acostumbrados-intervino Keaton.

Estuve hablando con ellos como por horas, horas que parecieron minutos. Les conté lo mucho que me gustaban las canciones y lo mucho que me habían ayudado, lo diferentes que eran de las demás bandas, lo enganchada que había estado todo el verano al programa sólo porque ellos estaban en él. Y ellos me contaron que no querían ser la típica banda de chicos del momento, querían inspirar a todos los que oyeran su música. También me dijeron cosas de su pasado, de lo bien que lo pasaban juntos cuando cantaban, etc…

En ese punto, mis nervios habían desaparecido por completo, era como si estuviera hablando con mis amigos de toda la vida.

-Bueno, se hace tarde-comencé a decir-Me tengo que ir.

Ambos me abrazaron-Pásate cuando quieras, Chloe-dijo Wes.

No sabía si ésta iba a ser la última vez que estuviera así de cerca a ellos, así que intenté retener ese momento en mi mente. Abrí la puerta y me encontré a un chico altísimo con la mano levantada hacia el timbre de la puerta y ahí mismo descubrí que se trataba del mismo que había coincidido conmigo en la fiesta de disfraces meses atrás.

El “Gandhi”.

Drew.